The Objective
Cataluña

Barcelona es la ciudad más vigilada por drones de toda Europa

Los Mossos d’Esquadra se apoyan en estos vehículos para prevenir delitos y capturar criminales

Barcelona es la ciudad más vigilada por drones de toda Europa

Un dron en el Camp Nou de Barcelona. | Generalitat de Cataluña

El plan Kanpai de los Mossos d’Esquadra para combatir la reincidencia delictiva en Barcelona será reforzado con patrullaje de vehículos aéreos no tripulados. El cuerpo autonómico catalán ha anunciado la incorporación de drones como herramienta clave en sus operaciones, una medida que se integra en una estrategia más amplia para reforzar el control policial desde el aire, especialmente en zonas de alta densidad urbana o de difícil acceso.

Barcelona consolida así su liderazgo en la Unión Europea como ciudad pionera en el uso de drones policiales. Los Mossos ya cuentan con una flota significativa compuesta por cerca de dos docenas de dispositivos, algunos de ellos equipados con tecnologías punteras de inteligencia artificial, con la previsión de ir incorporando más unidades próximamente. Además de la Unidad Central de Vehículos Aéreos No Tripulados del Área Central de Medios Aéreos de los Mossos (Udron), también el Grupo Especial de Intervención (GEI), la brigada de élite equivalente a los GEO, ha ampliado su capacidad operativa aérea mediante estos dispositivos.

La policía catalana cuenta con un solo helicóptero para asistir en sus operativos en toda la región, de modo que los drones han abierto un universo de posibilidades para prevenir robos, monitorear manifestaciones con disturbios y en todo tipo de operaciones. Tal y como informó El Periódico, estos dispositivos realizan más de 500 servicios anuales, muchos de ellos prolongados en el tiempo. En el primer semestre de 2025 ya se habían registrado 225 vuelos, aplicados en misiones de investigación, vigilancia, control del espacio público o seguimiento de grandes concentraciones ciudadanas.

Actualmente, la unidad de drones de la policía catalana es coordinada por la cabo Mar Ruiz. Fue fundada por Vicenç Guillén, Vicenç Guillén, mando de los Mossos d’Esquadra en excedencia -fue mando operativo en la unidad de seguimientos y vigilancias, donde participó en operativos relacionados con secuestros, sicarios, narcotráfico, entre otros-. Actualmente, es CEO y socio fundador de Mars Seguridad junto a su socio Iñaki Jáuregui, también expolicía especialista en secuestros, extorsiones y negociación. Además de proteger a familias de alto poder adquisitivo y famosos, forman a pilotos de las policías locales, preparan operativos conjuntos con drones de última tecnología, con «un servicio integral 360° ejecutado por pilotos propios de Mars, especialistas en seguridad e inteligencia, o mediante la creación de operadoras propias para cuerpos policiales, incluyendo el desarrollo de la documentación operacional, la formación de pilotos y la venta de drones, principalmente DJI».

Estos sistemas permiten detectar drones intruso, reforzar los controles de alcoholemia para que nadie se escape por detrás ni cambie de conductor, o que en las redadas antidroga los narcotraficantes no puedan deshacerse de la mercancía por una ventana trasera. También se han utilizado «recientemente en orden público, en Mataró y Alella, donde hubo disturbios con la policía y con los drones ves lo que está pasando en tiempo real», explica Guillén. Aun así, considera que este servicio policial está «saturadísimo» y por ello propone abrir más canales de colaboración público-privada.

Además, alerta de que en zonas de Barcelona como paseo de Gracia «hay muchos delitos» a pesar de la presencia de agentes de incógnito, «seis o siete robos de relojes y tirones cada día», y algunos hoteles contratan sistemas de detección de drones para detectar vuelos cuyo objetivo sea vulnerar la intimidad de los huéspedes. El especialista en seguridad revela que el número de secuestros y extorsiones en la capital catalana es significativo, y aunque entiende que se intente no crear alarma social, cree que es importante hacer un diagnóstico realista y transparente para que la ciudadanía pueda valorar la importancia de la labor policial.

Otra posibilidad que está evaluando la Consejería de Interior de la Generalitat es reforzar más allá de Barcelona, en núcleos de población pequeños donde la población raramente patrulla presencialmente. En una situación de exceso de actividad delincuencial o déficit de agentes policiales, Guillén propone complementar al agente con drones para aumentar su eficacia, tal y como ocurre en la vigilancia privada.

«El uso de drones en el ámbito de la seguridad privada se ha convertido en una herramienta de gran valor estratégico. Estas aeronaves permiten ampliar el alcance de la vigilancia, optimizar recursos y obtener información en tiempo real en zonas de difícil acceso o de alto riesgo. Gracias a su capacidad para integrar cámaras térmicas, sistemas de reconocimiento y tecnología de detección avanzada, los drones ofrecen una cobertura más amplia y precisa que los métodos tradicionales, reforzando la prevención, la disuasión y la capacidad de respuesta ante incidentes», señala. Es por ello que, según afirma, las policías locales encuentran cada vez más casos de éxito al usar estos vehículos, lo que anima a extender su implantación. Además, desde el punto de vista de la privacidad, se pueden diseñar los vuelos para evitar comprometerla, toda la ruta realizada para filmar queda registrada y accesible en los logs -datos de vuelo- y, por todo ello, defiende que es una alternativa menos invasiva que las cámaras fijas en la calle o el metro -China y Rusia las usan de forma intensiva y también Barcelona y otras ciudades han apostado por aumentar su número-.

Aunque cuesta encontrar otras ciudades en Europa con muchos drones de patrulla policial -el despliegue es mayor en los grandes núcleos urbanos chinos-, algunos cuerpos policiales británicos locales cuentan con decenas de pilotos y una flota activa. Varios municipios españoles, como Barkaldo, también se han sumado a esta tendencia para vigilancia, emergencias y rescates.

A escala global, China se mantiene como líder indiscutible del mercado civil de drones, impulsado por el dominio de su industria tecnológica, especialmente en producción y exportación de aeronaves no tripuladas para usos comerciales y de seguridad ciudadana. «Puedes encontrar fabricantes de productos concretos avanzados, como los rusos, pero China puede fabricar lo que quieras en tiempo récord, porque ya tiene tecnología a nivel civil y DJI es de los principales fabricantes, detrás van Parrot y Autel, pero China tiene cerca del 85% del mercado y lleva cinco o seis años de ventaja», precisa el cofundador de Mars.

En el ámbito militar, Turquía, Irán, Ucrania o Rusia -que acaba de activar un programa de simuladores de combate antidron- han emergido como la gran potencia de referencia en drones de combate. Su industria armamentística ha logrado rápidos avances en este campo gracias a la experiencia en el campo de batalla, si bien Estados Unidos, China o Israel siguen siendo actores relevantes. Además, China continúa avanzando en el desarrollo de drones autónomos de apoyo aéreo, capaces de operar junto a aviones tripulados, lo que representa un nuevo salto tecnológico en la guerra no tripulada y en las capacidades estratégicas de las principales potencias.

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