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Comunidad Valenciana

El Gobierno valenciano implementa en Castellón las lecciones aprendidas con la dana

La rapidez del aviso y unos mayores reflejos de Carlos Mazón han permitido gestionar la actual crisis con eficacia

El Gobierno valenciano implementa en Castellón las lecciones aprendidas con la dana

Dos personas contemplan el río Coves a su paso por Les Coves de Vinromà (Castellón). | Andreu Esteban (EFE)

La gestión de emergencias en la Comunidad Valenciana ha dado un giro significativo tras la trágica experiencia de la dana del pasado 29 de octubre. La falta de anticipación, los errores en la comunicación de alertas y la descoordinación entre administraciones fueron duramente criticados en aquel episodio, donde el Es-Alert llegó tarde y con un mensaje confuso, sin indicar medidas concretas de protección para la población.

Cinco meses después, con la llegada de un nuevo temporal, la Generalitat Valenciana ha implementado un sistema de alertas más preciso y rápido, demostrando que ha aprendido de los errores cometidos. En Castellón, donde la Aemet elevó a roja la alerta meteorológica este lunes, el Consell actuó con mayor celeridad. A las 13.30 horas, el Centro de Coordinación de Emergencias convocó una reunión con todas las agencias y administraciones implicadas para analizar la evolución del episodio de lluvias y establecer medidas preventivas. A diferencia de lo ocurrido en la dana, cuando la reunión no se convocó hasta casi diez horas después del aviso rojo, esta vez la Generalitat trabajó con mayor anticipación.

El presidente valenciano, Carlos Mazón, se trasladó a Castellón para hacer seguimiento del episodio desde el Centro de Coordinación de Emergencias, demostrando unos mejores reflejos tras las críticas recibidas en octubre, cuando su hora de llegada a la reunión del Cecopi fue objeto de controversia. Si en la dana llegó a las 20.28 horas, después del envío tardío del Es-Alert, en esta ocasión supervisó la coordinación del operativo de bomberos y reforzó la comunicación con los servicios de emergencias desde el primer momento. También participó telemáticamente en la reunión del 112, garantizando un seguimiento continuo de la crisis.

La rapidez en la gestión se reflejó especialmente en el envío del Es-Alert. El aviso rojo de Aemet se activó a las 15.39 horas y, en apenas 36 minutos, a las 16.15, el Centro de Coordinación de Emergencias ya había enviado un mensaje de alerta a la población con indicaciones claras y directas:

“Alerta de Protección Civil: Riesgo de inundación en el interior sur de la provincia de Castellón por fuertes lluvias acumuladas. Evite desplazamientos. No cruce zonas inundables y respete los cortes de tráfico. No realice actividades en cauces y sus proximidades. Si está en una zona inundable, busque zonas altas o suba a un piso superior. Siga las indicaciones de las autoridades. Evite llamadas innecesarias. En caso de emergencia llame al 112”.

Este mensaje supone una diferencia sustancial respecto al que se envió el 29 de octubre, que llegó más de 12 horas después del aviso rojo y sin instrucciones precisas. En aquella ocasión, el Es-Alert se limitó a pedir evitar desplazamientos, sin advertir sobre la necesidad de alejarse de cauces o buscar zonas elevadas:

“Alerta de Protección Civil: por las fuertes lluvias y como medida preventiva se debe evitar cualquier tipo de desplazamiento en la provincia de Valencia. Estén atentos a futuros avisos a través de este canal y fuentes oficiales, en X@GVA112 y en À Punt. Per les fortes pluges com a mesura preventiva es deu evitar tot tipus de desplaçament a la província de València. Estiguen atents a futurs avisos a través de este canal i fonts oficials, X@GVA112 i en À Punt. Red de Alerta Nacional”.

Toma de decisiones más rápidas

Además de la rapidez en la toma de decisiones, otro aspecto clave de la nueva gestión ha sido la coordinación. En esta ocasión, la Generalitat envió el SMS sin debate, asumiendo su competencia de manera directa. La reunión de seguimiento en el 112 permitió una comunicación fluida entre administraciones, algo que en octubre estuvo marcado por la confusión y la falta de información precisa.

La vigilancia de los barrancos también ha sido reforzada. Desde primera hora de la mañana del lunes, Emergencias movilizó cinco unidades de bomberos forestales para medir caudales en distintos puntos del barranco del Poyo, una acción que no se realizó con la misma antelación en la dana. La Generalitat insiste en que el seguimiento de estos cauces es una competencia compartida con la Confederación Hidrográfica del Júcar, a la que responsabiliza de no haber actuado con la rapidez necesaria en octubre.

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, subrayó este martes que la comunicación con el Cecopi ha sido constante y que se ha mantenido un seguimiento exhaustivo en barrancos y áreas de riesgo. La actualización de datos permitió confirmar las medidas adoptadas la noche anterior, como el cierre de colegios y la suspensión de actividades para colectivos vulnerables para este martes y miércoles.

Las autoridades insisten en la necesidad de evitar desplazamientos y extremar las precauciones ante un territorio que sigue siendo especialmente vulnerable tras los efectos de la última dana. La gestión de este nuevo episodio de lluvias evidencia que el gobierno valenciano ha tomado nota de los errores cometidos en octubre y ha implementado cambios significativos en su sistema de alerta. La mejora en la redacción del mensaje, la rapidez en la toma de decisiones y la anticipación en las medidas preventivas han permitido gestionar la crisis con mayor eficacia.

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