Valencia, descartada como sede de la Copa América de 2028
La dana y la ausencia de apoyo financiero desvían el evento hacia Auckland o Oriente Medio

Imagen de la Copa de América celebrada en Barcelona.
Valencia no albergará la Copa América de 2028. A pesar de su legado en la competición tras ser sede en 2007 y 2010, la ciudad ha sido descartada de la lista de posibles anfitrionas para la próxima edición. La falta de una candidatura formal y las condiciones locales han llevado a que su opción pierda fuerza, según medios especializados de Nueva Zelanda. «Valencia no está en juego, a pesar de su historial con la competición. La logística y las condiciones locales simplemente no están alineadas para una candidatura exitosa», señalan dichas fuentes.
El debate sobre la posible vuelta de la Copa América a Valencia ha sido recurrente en los últimos meses. Tanto la Generalitat Valenciana como el Ayuntamiento de Valencia habían mostrado interés en que la ciudad acogiera de nuevo el evento náutico más importante del mundo, tras la ruptura entre el equipo organizador, Emirates Team New Zealand, y Barcelona, que albergó la edición del pasado año. Sin embargo, las dudas sobre la viabilidad del proyecto y la falta de un respaldo financiero sólido han pesado en la decisión final.
Los beneficios de acoger la Copa América son indiscutibles. La edición de 2024 celebrada en Barcelona generó un impacto económico positivo de 1.034 millones de euros, atrajo a más de 1,8 millones de visitantes en 59 días y creó el equivalente a 12.872 puestos de trabajo, además de generar 208,5 millones de euros en ingresos fiscales según datos oficiales. Estas cifras fueron vistas como un aliciente para que Valencia intentara recuperar el evento, aunque finalmente el proyecto no ha cuajado, especialmente tras la atención absoluta que ha requerido los efectos de la dana.
Uno de los principales obstáculos ha sido la financiación. La edición de Barcelona contó con una inversión pública de 45 millones de euros, lo que generó críticas por parte de la oposición en la Comunidad Valenciana cuando se planteó la posibilidad de realizar un esfuerzo similar. «¿Quién pagaría la Copa América en plena reconstrucción?», se preguntaron algunas voces, en referencia a las consecuencias de las inundaciones de octubre.
Auckland y Oriente Medio emergen como alternativas
Auckland, considerada el hogar tradicional de la Copa América, sigue siendo una de las opciones más sólidas. Nueva Zelanda ha acogido la competición en varias ocasiones y cuenta con una comunidad apasionada por la vela, así como con la tecnología y la infraestructura necesarias para garantizar un evento de primer nivel. No obstante, el respaldo gubernamental sigue siendo incierto. Mark Mitchell, ministro de Deporte y Recreación del país, ha afirmado que cualquier apoyo dependería de un análisis económico minucioso.
Con Europa perdiendo fuerza como opción, Oriente Medio toma protagonismo. Estados del Golfo como Arabia Saudí, concretamente la ciudad de Yeda, y Abu Dabi han demostrado su capacidad para albergar grandes regatas como SailGP y cuentan con el respaldo financiero e infraestructuras suficientes para atraer un evento de tal magnitud. «Un país del Golfo es la opción más probable», aseguran fuentes del sector.
El atractivo de la región radica no solo en sus recursos económicos, sino en su creciente interés por posicionarse como sede de grandes eventos deportivos. En los últimos años, ciudades como Doha, Riad y Abu Dabi han acogido competiciones de primer nivel en disciplinas como la Fórmula 1, el golf o el fútbol, y ahora buscan expandirse a los deportes náuticos.
Cambio de prioridades en Valencia
Mientras la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia estaban inmersos en negociaciones para intentar atraer la Copa América, la dana de octubre ha cambiado las prioridades políticas y sociales en la región. Las inundaciones han obligado a modificar la hoja de ruta municipal de Valencia y autonómica, centrándose en la reconstrucción de las zonas afectadas.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, reconoció recientemente que «teníamos una hoja de ruta hasta el día 29 de octubre y desde entonces hasta ahora tenemos otra». La reconstrucción de las infraestructuras dañadas, el apoyo a los municipios más afectados y la recuperación económica de la provincia han pasado a ser las prioridades del gobierno autonómico, relegando la Copa América a un segundo plano.
La ciudad de Valencia ha sido históricamente un referente en la vela, especialmente tras la celebración de la Copa América en 2007, que supuso una transformación para la Marina de Valencia y un impulso para la industria náutica local. Sin embargo, la falta de una estrategia clara en los últimos años ha llevado a una pérdida de protagonismo en el sector.
Tras el descarte de la Copa América de 2028, Valencia deberá buscar nuevas oportunidades para mantenerse en el mapa internacional de la vela. Eventos como la Ocean Race o competiciones de la SailGP podrían ser alternativas viables para seguir atrayendo turismo y dinamizar la Marina.
Con el título de 2024 en manos del Emirates Team New Zealand, la decisión sobre la sede de 2028 recae en ellos como defensores del trofeo. En los próximos meses, la organización del evento deberá definir el lugar donde se celebrará la próxima edición. Lo que es seguro es que la Copa América 2028 seguirá siendo un evento que marcará la agenda mundial de la vela y atraerá el interés de millones de aficionados en todo el planeta.