La Generalitat denuncia otra «chapuza» del Júcar: «Los sensores funcionan, pero sin datos»
El sistema de medición de la Confederación Hidrográfica impide conocer la evolución en la Rambla del Poyo

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. | Europa Press
La Generalitat Valenciana ha vuelto a señalar la gestión de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en plena crisis meteorológica, denunciando una nueva «chapuza» en los sistemas de alerta hidrológica. Según fuentes del Ejecutivo regional, la CHJ «reconoce ahora que el aporte del canal sí lleva agua… pero no ha alcanzado los niveles esperados», lo que, a su juicio, evidencia que «arreglan algo, pero sigue sin funcionar bien».
Además, desde la Generalitat advierten de que «lo más grave» es que la CHJ «ni siquiera ha actualizado la web con los datos reales, alegando que el caudal es tan bajo que ‘no merece’ ponerse», algo que consideran una «falta de transparencia total». A esto se suma el hecho de que el organismo «sigue publicando que hay sensores que no funcionan… pero no dicen cuáles, generando todavía más incertidumbre».
La Generalitat ha vuelto a alertar sobre la falta de garantías del sistema de alerta hidrológica de la CHJ, especialmente en la Rambla del Poyo, donde se concentró la mayor parte de la catástrofe del 29 de octubre. Según fuentes autonómicas, «la inseguridad que genera la CHJ es inaceptable. Así no se puede gestionar una emergencia. La gente necesita certezas, no excusas».
Para el Ejecutivo regional, es incomprensible que, pese a los fallos que se produjeron en la pasada dana, las mismas personas sigan al frente de la toma de decisiones. «El consejero de Emergencias ha cambiado, pero la delegada del Gobierno y el presidente de la CHJ son los mismos que NO avisaron de la crecida del barranco del Poyo», recuerdan.
A pesar de estos antecedentes, siguen sentándose en el Cecopi sin credibilidad alguna. «¿De verdad alguien confía ya en su gestión?», se preguntan desde la Generalitat.
Un sistema de alerta con más de 35 años de antigüedad
Además de la falta de datos en la actual emergencia, la Generalitat ha recordado que la CHJ reconoció ante el juzgado de instrucción número 3 de Catarroja que su sistema de información hidrológica tiene más de 35 años de antigüedad y no está diseñado para predecir crecidas.
El documento presentado por la CHJ ante la justicia admite que el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), encargado de captar, transmitir y presentar los datos sobre el estado de los cauces, fue instalado en 1989 tras la «pantanada» de Tous de 1982. Desde entonces, el sistema no ha evolucionado significativamente y, según la CHJ, «no es un sistema de predicción, sino de observación», lo que significa que solo informa de lo que ya está ocurriendo, pero no permite anticiparse a fenómenos extremos como el del pasado octubre.
Además, la propia CHJ ha reconocido que el SAIH es «muy vulnerable» porque puede fallar si se dañan los equipos de medición o los sistemas de transmisión de datos, como ocurrió durante la dana del 29 de octubre. «El Gobierno central sigue sin haber tomado ninguna medida para modernizar este sistema y evitar que se repitan fallos en futuras emergencias», lamentan fuentes del Ejecutivo regional.
Otro de los problemas es la insuficiencia de sensores en puntos críticos. La Rambla del Poyo, que generó la mayor parte de la catástrofe en octubre, solo cuenta con un sensor para medir el caudal, situado en el cruce con la A-3. «Un solo sensor para un punto tan crítico es claramente insuficiente», advierten fuentes autonómicas. En comparación, en la cuenca del Ebro ya cuentan con un Sistema de Alerta Temprana (SAT) que permite prever crecidas y reducir el riesgo de inundaciones.
Compromisos incumplidos
La Generalitat ha recordado que la CHJ no ha ejecutado las medidas previstas en su propio Plan Hidrológico y en el Plan de Gestión de Riesgo de Inundación de 2023, en los que se contemplaba expresamente «el establecimiento y mejora de los sistemas de avisos y protocolos de comunicación en situación de avenida».
Además, recuerdan que la propia exministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, reconoció en el Congreso la importancia de contar con un sistema como el del Ebro y admitió que este tipo de herramientas «salvan vidas». «El Gobierno central reconoce la necesidad de un sistema de alerta temprana, pero sigue sin aplicarlo en la cuenca del Júcar», critican fuentes autonómicas.
Fuentes del Ejecutivo regional insisten en que si el Gobierno de Sánchez no adopta medidas urgentes, volveremos a enfrentarnos a los mismos errores que ya costaron vidas en octubre. «No podemos permitirnos otra catástrofe por la inacción de quienes deberían estar garantizando la seguridad de la ciudadanía».
Desde la Generalitat exigen que el Gobierno central modernice los sistemas de alerta en la cuenca del Júcar y garantice que la CHJ cumple con sus obligaciones en episodios meteorológicos extremos. «Si no se toman medidas inmediatas, los fallos en la gestión volverán a repetirse», advierten fuentes autonómicas.