Un sondeo coloca a Camps y Morant como referentes del PP y PSOE valencianos
La encuesta indica que el bloque de los partidos de la derecha aventaja por 1,1 puntos al de los de la izquierda

El sondeo pone a Camps en el candidato con mayor capacidad de movilización dentro del bloque PP-Vox | Eduardo Manzana / Europa Press
Ocho meses después de la devastadora dana que sacudió la Comunidad Valenciana y en un contexto de creciente polarización política, una encuesta de NC Report a la que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE ofrece una radiografía inédita sobre la valoración de los principales líderes del espectro político valenciano. Más allá de las tradicionales encuestas de intención de voto, el sondeo analiza la capacidad de los distintos candidatos para aglutinar el voto de sus respectivos bloques. Y en el caso de la derecha, un nombre propio destaca con claridad: Francisco Camps.
El expresidente valenciano, que hace apenas unos años era visto como un activo amortizado tras sus batallas judiciales, emerge hoy como uno de los referentes más sólidos dentro del bloque del centroderecha. Según los datos del sondeo, elaborado sobre una amplia muestra de 1.746 entrevistas hechas entre el 2 y el 23 de junio de este año, Camps es el candidato con mayor capacidad de movilización dentro del bloque PP–Vox, situándose incluso por encima de la actual alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y del propio presidente autonómico, Carlos Mazón.
Cuando se pregunta a los votantes de centroderecha (PP y Vox) quién tiene mayor capacidad para sacar adelante a la Comunidad Valenciana en estos momentos «complicados», Camps obtiene un 18,2%, por delante de Catalá (18%) y de Mazón (13,8%). La ventaja de Camps es aún más significativa cuando el sondeo indaga sobre qué candidato podría movilizar más voto para todo el centroderecha: el expresidente alcanza un 21,5%, superando nuevamente a Catalá (21%) y a Mazón (12,8%). Una fotografía que vislumbra el peso específico que todavía conserva Camps en la derecha valenciana a pesar de estar alejado de la primera línea desde hace casi 15 años.

Los datos revelan además un fenómeno llamativo: Camps concentra apoyos significativos tanto entre los votantes del PP (donde roza el 25%) como entre los de Vox (12,8%), superando a Catalá en ambos segmentos. Esta combinación de apoyos en diferentes sectores del centroderecha sugiere que, en el actual contexto de competencia PP-Vox, su perfil resulta atractivo para franjas diversas del electorado conservador.

El informe de NC Report introduce otros matices demoscópicos de interés: mientras otros candidatos del PP, como el del eurodiputado Esteban González Pons o el presidente de los populares en la provincia de Valencia, Vicente Mompó, se quedan muy rezagados, es en el «desempate» directo entre Camps y Catalá donde el expresidente vuelve a imponerse levemente. En la pregunta directa de quién preferirían como presidente de la Generalitat Valenciana entre ambos, Camps obtiene un 37% frente al 36,1% de Catalá. Y cuando se les consulta quién movilizaría más voto del centroderecha, la distancia vuelve a repetirse: Camps 37,2% frente al 35,6% de Catalá.

Un dato adicional refuerza esta ventaja, Camps es el preferido entre los votantes que inicialmente respaldaban a Carlos Mazón y Vicente Mompó, mientras que María José Catalá obtiene un mayor respaldo entre quienes de entrada apoyaban a Esteban González Pons. Este trasvase interno dentro de las bases populares subraya el perfil del expresidente autonómico como candidato capaz de unir distintas sensibilidades dentro del propio PP. Así, los datos de NC Report devuelven a Camps al centro de la escena política valenciana, no como un mero recuerdo de su etapa política, sino como un posible factor aglutinador en un centroderecha que, según reconoce la propia encuesta, busca liderazgo capaz de sumar a PP y Vox en un mismo proyecto.

Por provincias, la fortaleza de Camps es especialmente clara en Castellón y Alicante, donde compite de tú a tú con Catalá, mientras que en Valencia es donde la alcaldesa de Valencia obtiene mejores registros debido fundamentalmente a que es la alcaldesa de Valencia. El análisis por edades también muestra la solidez de Camps entre los votantes de más de 35 años, aunque Catalá le supera entre los más jóvenes, muchos de los cuales apenas tenían recuerdos políticos del expresidente durante sus años de mandato, y es un segmento donde Vox exhibe un mayor dominio.
En el lado de la izquierda
En el bloque de la izquierda, la encuesta arroja conclusiones distintas. Diana Morant se consolida como la candidata preferida por los votantes socialistas y de la izquierda para presidir la Generalitat Valenciana, con un 36,4% de respaldo, seguida de Joan Baldoví (25,8%) y Pilar Bernabé (15,6%).

Sin embargo, al analizar quién tiene más capacidad de movilizar el voto progresista, Pilar Bernabé lidera con un 27,5%, seguida por Joan Baldoví (22,9%) y Diana Morant (16,2%), lo que refleja una mayor fragmentación y dispersión del liderazgo dentro del bloque de izquierdas.

Este doble patrón en la izquierda —una figura que es la preferida y otra que es vista como mejor movilizadora— contrasta con el escenario más equilibrado de la derecha, donde Camps mantiene una posición de liderazgo relativamente estable en ambos parámetros.
Diferencia inamovible entre bloques
Pero quizá el dato más revelador del estudio sea la fotografía general de los bloques. Ocho meses después de la dana, y pese al clima de convulsión política y social que vive la Comunidad Valenciana desde entonces, la diferencia entre bloques apenas se ha movido. Según el recuerdo de voto, el centroderecha (PP + Vox) mantiene una ligera ventaja de 34,4%, frente al 33,3% de la suma de PSOE y Compromís, lo que deja una distancia de apenas 1,1 puntos porcentuales cuando tras las elecciones de hace dos años esa diferencia era de 3,3 puntos.
El escenario que dibuja NC Report adquiere una relevancia estratégica de cara al futuro: en una Comunidad Valenciana cada vez más fragmentada electoralmente y con el sistema de restos jugando un papel decisivo, la capacidad de cada candidato para movilizar voto propio dentro de su bloque puede inclinar la balanza en futuros comicios.