Francisco Camps anuncia que optará a presidir el PP valenciano desde la lealtad a Feijóo
Empezará su campaña en Torrevieja el 29 de agosto y asegura que no puede «aceptar lecciones de lealtad de nadie»

El expresidente de la Comunidad Valencia Francisco Camps.
Francisco Camps ha decidido dar un paso al frente. El expresidente de la Generalitat Valenciana ha anunciado oficialmente su candidatura para liderar el Partido Popular de la Comunidad Valenciana. Lo ha hecho en un acto celebrado este miércoles por la noche en Valencia, ante unas seiscientas personas —militantes y simpatizantes del partido— que completaron un aforo volcado con el anuncio. Durante su intervención, el expresidente de la Generalitat ha defendido su «derecho legítimo» a postularse dentro del PP y ha asegurado que su objetivo es «volver a ganar por mayoría».
Aseguró que, si resulta elegido, dará todo su apoyo, respeto y respaldo a los actuales cargos públicos, muchos de los cuales formaron parte de los gobiernos que él presidió. En ese sentido, subrayó que no se trata de dividir entre unos y otros, sino de recordar que el PP «es el partido de todos».
En su discurso, apeló directamente a la bases del partido y dejó claro que recoge «el testigo» y asume «el reto» de volver a ser presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana. Camps aseguró que quiere liderar un proyecto que integre a todos, contando con quienes hoy ocupan puestos de responsabilidad política, «desde el presidente de la Generalitat [Carlos Mazón] hasta el último concejal».
En su intervención, anunció su intención de iniciar formalmente la campaña a partir del 29 de agosto, con un itinerario que arrancará en Torrevieja y lo llevará por toda la Comunidad Valenciana, desde el sur hasta el norte, pasando por Vinaroz, Morella y el Rincón de Ademuz.
Mayoría absoluta de Feijóo
Camps también afirmó que este nuevo camino que emprende no supone una ruptura, sino una continuidad, y reiteró su lealtad «absoluta» al líder nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo. A su juicio, fortalecer el PP valenciano es fortalecer al PP de España, y remarcó que su propósito es ayudar a que Feijóo alcance una mayoría absoluta en todo el país.
El nuevo candidato a presidir el PP valenciano planteó a los asistentes si no les parecía «honesto, honorable y legítimo» que comunique desde ya su intención de ser presidente del partido. Preguntó si no era razonable que, cuando se reúna con militantes en cualquier municipio, lo haga ya como un compañero que aspira a liderar el PP valenciano y que está pidiendo el apoyo individual de cada uno para un proyecto colectivo.
Camps aprovechó también para reivindicar su trayectoria y denunciar, con tono firme, lo que considera un silencio injusto del partido hacia su figura durante los últimos años. Preguntó a los asistentes si no consideraban un gesto de lealtad haber permanecido en silencio «un día y otro, un congreso y otro», a pesar de no haber sido reconocido públicamente como uno de los dirigentes que ayudaron a construir el partido.
«Nunca me quejé públicamente»
Subrayó que nunca se quejó públicamente de ese olvido y que, incluso cuando el pasado fin de semana en el cónclave del partido se decía que «allí estaba todo el partido», él prefirió guardar silencio.
El expresidente explicó que inicia esta carrera política atendiendo a los estatutos aprobados recientemente por el partido, que regulan la elección de candidatos regionales, y subrayó la importancia de que su candidatura nazca desde la militancia, con actos donde participen ciudadanos, militantes, votantes y simpatizantes, y no solo cargos públicos.
A este respecto, defendió que los actos políticos necesitan de personas, pero no necesariamente de dirigentes, y por eso —dijo— quiere rodearse de gente corriente, de base, que represente a la sociedad civil. Su compromiso, insistió, es con todos los ciudadanos de la Comunidad Valenciana, independientemente de lo que piensen o a quién voten.
Reveló también que ya hay más de 50 personas trabajando en las tres provincias, organizadas por comarcas, para explicar su propuesta y sumar apoyos dentro del partido. Este movimiento, defendió Camps, marca un paso adelante inédito en la historia del PP valenciano y supone una oportunidad para reconciliar distintas sensibilidades internas y recuperar la ambición de mayorías absolutas.
Aseguró que no se trata de mirar atrás con nostalgia, sino con honor y como «un punto de apoyo para mirar al futuro». Por último, hizo un llamamiento a revitalizar el partido con sedes vivas, militancia activa y cercanía con la ciudadanía. A su juicio, mientras la izquierda cuenta con miles de estructuras alimentadas con dinero público, el PP solo tiene una fuerza: sus militantes. Y concluyó: «Yo tengo pasión por este partido y por la Comunidad Valenciana. Por eso estoy aquí».
Nueva etapa en el PP
El anuncio de Camps se produce en un contexto de reorganización interna dentro del partido, tras la reciente celebración del Congreso nacional. Los Estatutos establecen que los congresos regionales deben celebrarse entre los cuatro y doce meses posteriores, aunque existe la posibilidad de que la dirección nacional decida retrasarlo, como ya ha ocurrido en otras comunidades autónomas.
Con este paso, Camps ha reactivado su protagonismo político tras años fuera de la primera línea. Su regreso ha provocado reacciones diversas en el seno del PP: algunos sectores lo consideran una figura capaz de devolver al partido su empuje electoral, mientras otros temen que su presencia pueda reabrir viejas divisiones internas. Lo que sí ha quedado claro es que su candidatura ha sacudido el tablero político del PP valenciano y abre una nueva etapa marcada por la lucha por el liderazgo.
Desde que el 29 de mayo del año pasado la Audiencia Nacional le absolviera de la que era su última causa abierta, relacionada con contratos adjudicados a Orange Market —empresa vinculada al caso Gürtel—, Camps ha intensificado su agenda política. Ha convocado actos, ha recorrido municipios y ha protagonizado encuentros con militantes. El de este miércoles no ha sido su evento más multitudinario: hace dos meses reunió a 1.600 personas en Valencia.