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Comunidad Valenciana

Las diez claves que marcan la diferencia entre la gestión de la dana y el reciente temporal

El envío temprano del Es-Alert, los avisos anticipados de Aemet y la coordinación institucional han sido ahora reveladores

Las diez claves que marcan la diferencia entre la gestión de la dana y el reciente temporal

Un hombre salta sacos de arena, instalados para prevenir el desbordamiento del barranco en Aldaia. | Rober Solsona / Europa Press

La Comunidad Valenciana ha vuelto a enfrentarse en los últimos dos días a un episodio de lluvias torrenciales que ha paralizado buena parte del territorio. El recuerdo de la dana del 29 de octubre de 2024, que dejó imágenes devastadoras por el desbordamiento del barranco del Poyo en varios municipios del área metropolitana de Valencia, ha pesado como un fantasma en la gestión de la alerta roja de este pasado 29 de septiembre. Sin embargo, en esta ocasión, las diferencias han sido notables. La experiencia del año pasado y las críticas recibidas entonces han impulsado cambios visibles en la forma en la que Generalitat Valenciana, Gobierno central, ayuntamientos y ciudadanía han respondido a la emergencia. La diferencia entre improvisar y anticiparse puede marcar la línea entre la catástrofe y la prevención, como ha quedado demostrado.

Estas son las diez grandes diferencias que marcan un antes y un después en la gestión de este nuevo temporal:

1. Cierre de colegios y universidades: El pasado 29-O muchos colegios abrieron sus puertas pese a las advertencias, lo que obligó a improvisar cierres y generó confusión entre familias y docentes. En esta ocasión, los centros educativos situados en municipios con alerta roja y naranja (pero con riesgo de sufrir inundaciones) decidieron suspender las clases de manera preventiva. También se sumaron universidades públicas y privadas que recurrieron a la docencia online para evitar desplazamientos. El resultado fue una imagen de colegios cerrados y calles escolares vacías, un contraste con el caos del año anterior. Ayer martes, algunas universidades y colegios siguieron cerrados como medida preventiva.

2. Concienciación ciudadana y menor tráfico: Otra de las diferencias notables fue la respuesta de los ciudadanos. Si en 2024 la movilidad apenas se redujo en las primeras horas de la dana, este 29-S las carreteras de acceso a Valencia amanecieron semivacías. Según la DGT, el tráfico cayó el pasado lunes a la mitad en las principales arterias de la provincia de Valencia, con 50.000 vehículos menos respecto a un lunes normal. La conocida entrada a la capital por la carretera de El Saler registró descensos de hasta el 70%. Algunas de las zonas más transitadas, como la calle Colón y el entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias ofrecieron imágenes inéditas con una calma tensa y apenas viandantes, en buena parte turistas.

3. Mensaje de ES-Alert más temprano y claro: El sistema de alertas a móviles enviado en 2024 fue una de las grandes críticas. Llegó tarde y con un mensaje ambiguo. Este año, Emergencias envió el aviso el domingo por la tarde, varias horas antes del inicio del episodio de lluvias más grave, con un texto más directo y menos confuso. Se instaba a no salir de casa, a evitar desplazamientos y a extremar precauciones en zonas inundables. Esa diferencia permitió que la población estuviera más prevenida y contribuyó a la reducción de riesgos.

4. Mayor coordinación entre Generalitat y Gobierno central: La falta de sintonía entre administraciones marcó la gestión del 29-O, cuando Generalitat y Delegación del Gobierno celebraron reuniones separadas y tardías. En cambio, el 29-S hubo coordinación plena desde el inicio con encuentros conjuntos en los que participaron la UME (Unidad Militar de Emergencia), bomberos, Protección Civil, la AEMET o la CHJ (Confederación Hidrográfica del Júcar). La propia delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, reconoció públicamente esta diferencia al subrayar «en esta ocasión, la ciudadanía puede tener la certeza de que las administraciones están trabajando desde el primer día de manera coordinada».

5. Suspensión de la agenda del presidente: En octubre de 2024, el presidente de la Generalitat fue criticado por no cancelar de inmediato su agenda institucional. Este año, Carlos Mazón suspendió desde la mañana del lunes todos sus actos públicos y se volcó en el seguimiento de la emergencia, con visitas a puntos críticos y reuniones de coordinación con los miembros de su gobierno. La imagen política también cambió al proyectar mayor implicación personal desde el primer momento.

6. Empresas y centros comerciales cerrados: La actividad económica también reflejó el aprendizaje. Mientras que el año pasado muchos polígonos y comercios mantuvieron su actividad normal hasta como mínimo a mediodía, el 29-S se optó por cerrar centros comerciales en zonas de riesgo como Bonaire o MN4, además de suspender la actividad en numerosos polígonos industriales. El teletrabajo se convirtió en la fórmula de emergencia y buena parte de las empresas evitaron exponer a sus empleados.

7. Papel más activo de la Confederación Hidrográfica del Júcar: La CHJ fue uno de los organismos más criticados tras la dana de 2024, acusada de falta de información y de comunicación deficiente con Generalitat y ayuntamientos. En esta ocasión, su presencia en las reuniones de coordinación fue constante, con aportación de datos técnicos en tiempo real sobre caudales, embalses y previsiones. La diferencia fue reconocida incluso por los municipios afectados, que destacaron la mejora respecto al pasado año.

8. Ayuntamientos, también más implicados: En 2024, muchos consistorios criticaron que se enteraron de la magnitud del episodio cuando los daños ya estaban causados. Esta vez, los ayuntamientos de las zonas cero participaron desde el principio en la coordinación. Municipios como Alzira, Catarroja o Massanassa recibieron la alerta con margen y pudieron adoptar medidas preventivas, desde el reparto de sacos de arena entre los vecinos hasta la instalación de compuertas en puntos críticos o seguimiento por dron de los caudales de los barrancos.

9. Aviso rojo de Aemet más temprano: El pasado 29-O, el aviso rojo llegó el mismo día a primera hora de la mañana, dejando escaso margen de actuación. En contraste, este 29-S la Aemet activó el aviso rojo desde el domingo por la tarde, con antelación suficiente para que Generalitat, Gobierno central, ayuntamientos y ciudadanía organizaran medidas preventivas. La previsión más clara permitió actuar con mayor seguridad.

10. Presencia visible de cuerpos de seguridad y emergencias: Finalmente, otro aspecto diferencial fue la presencia en las calles de Protección Civil, Cruz Roja, Guardia Civil y policías locales. Desde la noche del domingo y durante toda la jornada del lunes, patrullas recorrieron los barrios de las zonas más expuestas, ayudaron en desalojos preventivos y prestaron asistencia en puntos de riesgo. En 2024, esa presencia fue más limitada y llegó cuando los problemas ya eran visibles.

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