Pérez Llorca presenta su candidatura para suceder a Mazón sin cerrar el pacto con Vox
El candidato del PP ha asegurado que «hasta ahora no he encontrado nada que me haga dudar de Vox»

Juanfran Pérez Llorca. | Manuel Bruque (EFE)
Juanfran Pérez Llorca ha formalizado este miércoles por la mañana su candidatura oficial para convertirse en el octavo president de la Generalitat valenciana. Es un movimiento decisivo del PP, que da así un paso al frente antes de haber cerrado completamente el acuerdo de investidura con Vox. El registro de la candidatura, tramitado por el nuevo síndico popular, Fernando Pastor, confirma que la sucesión tras la dimisión de Carlos Mazón entra ya en su recta final, aunque las negociaciones entre los dos partidos continúan abiertas.
A primera hora, el secretario general del PP valenciano ha reunido a los diputados de su grupo para comunicarles personalmente que asume el liderazgo institucional y para recoger sus firmas de apoyo. Lo hace casi trece meses después de la tragedia del 29 de octubre de 2024, cuya gestión ha marcado toda la legislatura y desembocado en una crisis que los populares pretenden cerrar con este relevo.

Tras registrar oficialmente su candidatura, Pérez Llorca ha subrayado que «nadie puede olvidar la situación en la que estamos. No podemos detener el proceso de reconstrucción». Ha defendido que lo «más lógico y normal», considerando «la estabilidad que ha mostrado siempre el gobierno del Partido Popular en la Comunidad Valenciana», es «buscar la fórmula de una investidura para seguir esa tarea».
El dirigente ha recordado que «todos los años se han aprobado presupuestos, leyes y decretos por una mayoría cualificada», y ha reivindicado que esa continuidad «ha de seguir y ha de avanzar». Por ello, ha incidido en que la dirección autonómica considera que «la mejor decisión era presentar un candidato propio».
En cuanto al pacto con Vox, Pérez Llorca ha sido claro: «Presento esta candidatura sin haber firmado ningún acuerdo de Gobierno», evitando precisar si el entendimiento con los de Abascal se cerrará en las próximas horas o días. En su comparecencia ha reforzado, además, el mensaje de confianza hacia el socio parlamentario. «Hemos mostrado siempre muchísima solvencia a la hora de buscar acuerdos y, sobre todo, de garantizar lo más importante para la sociedad, que es la estabilidad», ha recalcado.
A su juicio, «hasta ahora no he encontrado nada que me haga dudar de la responsabilidad que ha tenido Vox», una formación que —ha dicho— «ha entendido, más allá de las diferencias ideológicas, que existe un sentido de la responsabilidad en afrontar esta reconstrucción».
En esa línea, ha señalado que presenta su investidura «en esta voluntad», convencido de que «no veo ninguna duda en que podremos llegar a un acuerdo porque, hasta ahora, los dos partidos hemos demostrado responsabilidad y hemos entendido la coyuntura que hay en la Comunidad Valenciana». Incluso ha reforzado su confianza personal en Vox: «He visto mucha cordialidad y sentido de la responsabilidad. Si no lo hubiera visto, no hubiera presentado mi candidatura».
Pérez Llorca ha reiterado que no hay aún un pacto cerrado, aunque en el PP aseguran que existen «bases sólidas» para sumar los 40 diputados populares y los 13 de Vox y alcanzar la mayoría absoluta. Reconocen, sin embargo, que quedan cuestiones que Vox quiere dejar cerradas por escrito.
La formación de Abascal reclama compromisos explícitos en Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), inmigración, fiscalidad autonómica y en la revisión de las políticas climáticas alineadas con Bruselas. Las exigencias volvieron a evidenciarse, por ejemplo, este martes en el Ayuntamiento de Valencia, donde la alcaldesa popular, María José Catalá, se topó de nuevo con la oposición de Vox en la aplicación de la ZBE. Estas iniciativas se interpretan como un mensaje directo al PP. Los de Abascal quieren dejar constancia pública de sus prioridades antes de rubricar la investidura. Fuentes populares, no obstante, minimizan la tensión y aseguran que «la mayoría de estas medidas ya estaban habladas». Pese a ello, desde Vox insisten en que la relación con el PP «es fluida y positiva», pero advierten: «no habrá investidura sin un acuerdo cerrado y firmado».
Los plazos parlamentarios
La presidenta de las cortes autonómicas, Llanos Massó, dispone de entre tres y siete días para fijar la fecha del pleno de investidura. Todo apunta a que el debate se celebraría el miércoles o jueves de la próxima semana.
El PP quiere llegar a esa fecha con el pacto cerrado, pero Vox sigue exprimiendo su posición negociadora. En el Parlamento existe consenso sobre un extremo: si la investidura fracasara, se activaría el reloj institucional que obligaría a unas elecciones anticipadas durante los dos meses siguientes.
La elección de Pérez Llorca ha contado con el respaldo directo de la dirección nacional del PP. La semana pasada, Alberto Núñez Feijóo transmitió su apoyo explícito para que el secretario general asuma la presidencia del gobierno valenciano y el liderazgo del PP de la Comunidad Valenciana. La fórmula busca garantizar una transición ordenada, sin tensiones internas y con un perfil continuista al frente del gobierno valenciano.
El equipo que acompañaría al nuevo presidente si hubiera acuerdo está actualmente en fase de definición. En el PP admiten que habrá «cambios relevantes» respecto al Ejecutivo anterior, sobre todo en áreas vinculadas a la gestión de emergencias, infraestructuras y coordinación institucional.
Estas iniciativas se interpretan como un mensaje directo al PP. Vox quiere dejar constancia pública de sus prioridades antes de rubricar la investidura. Fuentes populares, no obstante, minimizan la tensión y aseguran que «la mayoría de estas medidas ya estaban habladas».
La sombra de la dana
El trasfondo político de la sucesión sigue siendo la gestión de la dana del 29-O de 2024. La tragedia, que dejó 229 víctimas mortales, se encuentra bajo investigación judicial y ha marcado profundamente el clima político valenciano. La dimisión de Mazón hace dos semanas terminó de precipitar el cambio de liderazgo.
Pérez Llorca, considerado uno de los dirigentes más cercanos al todavía presidente en funciones, asumió desde el primer momento la coordinación interna del partido tras la renuncia de Mazón. Su designación como candidato estaba, de hecho, prácticamente decidida desde entonces, si bien el PP ha querido formalizarla esta semana para mantener los tiempos institucionales.
Con la candidatura ya presentada, el PP considera iniciado oficialmente el proceso de investidura. Solo queda despejar el capítulo del acuerdo con Vox. «No falta mucho, pero falta lo suficiente para que nadie dé por cerrado el pacto», admiten en el entorno de Pérez Llorca.
A partir de hoy, el futuro presidente autonómico afronta sus primeras horas como candidato oficial con una doble misión: garantizar el respaldo parlamentario necesario y diseñar un nuevo Consell capaz de cerrar la crisis política heredada. El desenlace, si nada se tuerce, llegará la próxima semana.
