Familiares y políticos se congregan ante el Congreso en el Día de las Personas Desaparecidas
Jeremy, Gabriel, Caroline, Paco, Cristina, Sara, Josue, Gloria, Teresa, David, Hugo, Olivia, Emilio, Mercedes, Joaquin, María… Son los nombres de las 6.053 personas desaparecidas -978 menores de edad- cuyo paradero y estado aún son desconocidos. Por ello, medio centenar de personas se han congregado este viernes, frente el Congreso de los Diputados, en memoria del Día de las Personas Desaparecidas sin Causa Aparente, para impedir que los nombres de sus familiares y amigos desaparecidos no se desvanezcan en el tiempo.
Jeremy, Gabriel, Caroline, Paco, Cristina, Sara, Josue, Gloria, Teresa, David, Hugo, Olivia, Emilio, Mercedes, Joaquin, María… Son los nombres de las 6.053 personas desaparecidas -978 menores de edad- cuyo paradero y estado aún son desconocidos. Por eso, medio centenar de personas se ha congregado este viernes delante del Congreso de los Diputados, con motivo del Día de las Personas Desaparecidas sin Causa Aparente, para impedir que los nombres de sus familiares y amigos desaparecidos caigan en el olvido.
«Estamos aquí por la causa de todos los desaparecidos. Para hacer presión, para que esto siga adelante y no pare. Porque las personas que desaparecen no son animales, por eso queremos que se haga justicia y que las autoridades trabajen para encontrarlos», comenta a The Objective un familiar del menor Yeremi Vargas, desaparecido en la localidad de Vecindario, en Gran Canaria. Este sábado se cumplirán 11 años desde que fue visto por última vez.
«Hoy se cumplen 10 meses de la desaparición de mi tía. Salió de casa el 9 de mayo y no ha vuelto. En un trayecto tan corto, desde su casa hasta el lugar donde desapareció, únicamente 100 metros. Nadie escuchó nada ni nadie vio nada«, explica a este diario la sobrina de Francisca Cadenas, cuya localización sigue indeterminada, a pesar de la intensa búsqueda de los agentes de la Guardia Civil, que rastrearon en el área de Hornachos, en Badajoz.
En las últimas décadas, se han registrado 146.042 denuncias emitidas por desaparición de personas, de las cuales 6.053 están en situación de “activo”, al no haber sido resuelto su caso ni ser conocida la situación y estado en el que se encuentran. De todas estas, 216 son calificadas de «alto riesgo confirmado», 29 de ellas son de «alto riesgo no confirmado» y el resto, de «riesgo limitado», según un informe del Ministerio del Interior.
En términos generales, las denuncias por desaparición representan un 4,14% del total de las registradas en las comisarías. El 57,24% de los desaparecidos son varones frente al 42,76% de las mujeres. Con respecto a la edad, el 22,9% de estos son menores de edad.
“Hemos venido en este triste y lluvioso 9 de marzo para reivindicar los derechos de todos los desaparecidos. El de mi hermano, como el de muchas otras personas, es un caso de riesgo, debido a que padece una discapacidad y necesitamos el mayor apoyo posible por parte de las instituciones y que nos tengan en cuenta”, describe la hermana de Antonio Ortega, perdido del 22 de enero en Torremolinos, Málaga. Ella, junto con sus allegados, han llegado a Madrid con el propósito de que se les escuche y mejoren las cosas. “Las leyes deberían cambiar”, asegura.
Además de la presencia de los familiares de las personas desaparecidas, acompañados de pancartas con las imágenes de sus seres queridos, lemas y globos verdes y blancos, varios diputados de los Grupos Parlamentarios han estado presentes en el acto, organizado por la fundación QSDglobal. A su vez, muchos de los asistentes han reclamado que se incluya en la legislación española una definición legal y efectiva del desaparecido.
“Todos los partidos estamos concienciados sobre esta cuestión. Hacen falta cambios legislativos, para dar voz a las familias de los desaparecidos y a las fundaciones. Es muy importante realizar un listado de quienes están desaparecidas”, ha dicho a The Objective el secretario del Grupo Parlamentario de Ciudadanos en el Congreso, Miguel Gutiérrez. “Tenemos que intentar encontrar una solución y, sobre todo, mejorar la calidad de vida de los familiares que se enfrentan a un drama día tras día”.