A Antonio Salvador le avisaron de que había un corazón para él mientras estaba en el paritorio con su mujer a la espera de que naciera su primer hijo, a mediados de marzo.
Los detalles: mientras estaban en la sala de Maternidad del Hospital Gregorio Marañón, recibió la llamada de sus cardiólogos del mismo centro madrileño avisándole de que la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) les había comunicado que había un corazón para Antonio y que iba a ser trasplantado ese mismo día.
En solo unos minutos, Antonio tuvo que tomar la decisión de aceptar o rechazar el trasplante. Decidió aceptarlo, aunque implicaba perderse el nacimiento de su primer hijo.
Hacía menos de una hora del aviso cuando ya le estaban preparando para la intervención en el edificio contiguo al de Maternidad. Al entrar al quirófano, llamó a su mujer por videollamada y ambos se desearon suerte. Cuando despertó de la operación, Antonio sintió una «doble satisfacción», por salir de la intervención trasplantado y siendo padre.
Ana, mujer de Antonio, explica que, tras 10 años de espera, llegó el momento en el que su marido iba a recibir «la vida que necesitaba» y que su hijo Samuel «nació con un corazón debajo del brazo para su padre» .
En 2002 Antonio sufrió una parada cardiaca al salir del metro y desde aquel día celebra «dos cumpleaños» porque le salvaron la vida cuando le reanimaron. Afirma que ahora tiene «tres cumpleaños» que siempre celebrará. Espera con ilusión que le den el alta para poder conocer a su hijo en persona.
El Gregorio Marañón, con 23 trasplantes cardiacos realizados en el último año, es líder en trasplantes cardíacos en la Comunidad de Madrid y el tercer centro español que más intervenciones ha realizado en el pasado 2020. En cuanto a trasplantes cardiacos infantiles, el hospital madrileño ocupa el segundo lugar del ranking español con 7 intervenciones en el pasado año.