La Policía Nacional ha encontrado el teléfono móvil de la madre del menor desaparecido en Morón de la Frontera (Sevilla) tirado en un contenedor de residuos en el mismo municipio sevillano.
En contexto: la Policía Nacional trata de averiguar el recorrido que hizo la mujer que el pasado domingo sustrajo a su hijo con discapacidad y que, tras ser localizada en Segovia, dijo que lo había asesinado y había arrojado su cuerpo a un contenedor de Madrid.
Según han informado fuentes policiales, el teléfono móvil fue lanzado a un contenedor de una calle muy cercana a la casa del padre del niño antes de que la madre saliese de Morón el pasado domingo. El aparato ha sido hallado con la pantalla rota y la Policía analizará la información que pueda contener.
Fuentes de la investigación han indicado a Efe que será clave descubrir el recorrido que hizo la madre junto al menor, algo que en un primer momento se podía conocer indagando en la geolocalización del dispositivo móvil que la mujer llevaba, pero que ha quedado descartado al encontrarse el dispositivo en un contenedor del municipio sevillano. La investigación ahora se tendrá que apoyar en cámaras de seguridad y vigilancia de carreteras.
En la investigación participan agentes de Sevilla, de Talavera de la Reina (donde la mujer pasó la noche del domingo) y de Madrid, quienes, en colaboración con la Guardia Civil, han realizado gestiones para comprobar la veracidad de las declaraciones de la mujer, que se encuentra ingresada en un centro psiquiátrico de la provincia de Segovia. También están tomando declaración a varios testigos.
El joven desaparecido, Antonio David Barroso Díaz, sufre discapacidad sensorial y fue visto por última vez junto a su madre la noche del pasado domingo 12 en un hotel de Talavera de la Reina (Toledo), del que se marcharon antes de las 7.00 horas, sin que aún hubiese llegado el recepcionista.
Según ha denunciado el padre, la madre del menor, que sufre una enfermedad mental, apareció desorientada el pasado domingo en una estación de servicio de Segovia, ubicada en el kilómetro 130 de la A-1. Allí fue atendida por los sanitarios a quienes confesó que había matado a su hijo discapacitado y había arrojado su cadáver en un contenedor en Madrid.
Según fuentes policiales, la prioridad de las investigaciones es localizar al chico y para ello se realizan pesquisas en Talavera de la Reina, Segovia y Andalucía.
Mientras tanto, los agentes de policía realizaron un registro de la casa familiar de Morón de la Frontera donde comprobaron que había sido vaciada de muebles, como verificaron algunos vecinos.
La casa de la mujer se mantiene precintada tras realizar el miércoles un segundo registro, mientras que sobre el caso se ha decretado el secreto de sumario por parte del juzgado de primera instancia e instrucción de Morón.