Tres universidades pugnan por el nuevo campus que nacerá en el norte de Madrid

Tres universidades ya pugnan por ocupar el espacio destinado a convertirse en un centro de estudios académicos en el desarrollo del norte de Madrid. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, se trata de dos entidades españolas y otra extranjera que están interesadas en participar en el concurso público que la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital convocarán cuando se desbloquee definitivamente el desarrollo, a falta de que los jueces resuelven los últimos detalles. Otra universidad, también española, ha manifestado recientemente su disposición a analizar los números de la operación. La ambición de la administración pública es crear de aquí a los próximos cinco o diez años un nuevo barrio innovador en el corazón de Madrid.

En el caso del centro de estudios, el proyecto urbanístico planea la edificación en una parcela de 40.000 metros cuadrados y una superficie edificable de 64.000 metros cuadrados, cerca de la calle Antonio Cabezón. Se trata de un enclave estratégico de la capital, puesto que se ubicaría a menos de cinco minutos de una nueva parada de metro, y a algo más de diez minutos de la nueva estación de trenes de Chamartín (donde ya se están acometiendo las primeras obras de remodelación).

El proyecto liderado por la oficina para Madrid Nuevo Norte, que depende del director general José Luis Moreno, describe públicamente el interés de la administración por edificar en esa macroparcela (mayor que la de algunas de las cuatro torres de Madrid) un «campus universitario o escuela de negocio que se configure como un punto singular de desarrollo y atraiga talento y actividad a la zona».

Según ha podido saber este diario de fuentes conocedoras del proyecto ya hay dos importantes universidades españolas (cuyos nombres todavía se mantienen confidenciales) y una extranjera interesadas en ocupar el espacio. Pero no se excluye que pronto otras entidades se interesen por el nuevo campus. De hecho, ya hay una tercera que está moviendo los hilos para entrar en la competición.

Zona estratégica

El desarrollo de Madrid Nuevo Norte es único en Europa: se centra en una zona estratégica de la capital que se halla a pocos minutos del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, con que estará conectado directamente, y la estación de Chamartín. Ninguna otra capital europea puede aprovechar un espacio tan valioso para una planificación urbanística de esa envergadura.

Además, una de las claves del proyecto es apostar por la alianza público-privada (entre Ayuntamiento, Comunidad de Madrid y la promotora Distrito Castellana Norte) para convertir esa zona de Madrid en un «hub de innovación» parecido al Dockland de Dublín o el Design District de Londres. En el caso de la capital británica, su Design District fue inaugurado tan solo el año pasado y se ha convertido en el epicentro de la creatividad industrial. Madrid puede aspirar a lidiar con ese barrio innovador si todo avanza según lo previsto, y en menos de diez años se pueda levantar un nuevo campus que sirva de palanca para el crecimiento del norte de la ciudad.

Al igual que el Design District, Madrid apuesta por combinar el espacio académico y de innovación con otras parcelas limítrofes destinadas al sector terciario y también a zonas residenciales. Todo el proyecto de Madrid Nuevo Norte, que pasó por varias administraciones de diferentes colores y ahora está a punto de despegar, busca un desarrollo equilibrado en términos medioambientales (con sistemas innovadores de ahorro energético y zonas verdes) y sociales. No se excluye incluir en esa nueva enclave académica también edificios de uso sanitario o un centro de tratamientos específicos.

Nuevo museo

La parcela para el nuevo centro académico y de innovación es solo una de las partes de Madrid Nuevo Norte, que en total aspira a regenerar 2,3 millones de metros cuadrados de la capital. En el caso del desarrollo del que se encargará la administración liderada por la presidenta Isabel Díaz Ayuso (siempre en colaboración con la alcaldía de José Luis Martínez-Almeida), destacan 19.000 metros cuadrados de edificabilidad para crear un foco de atracción de jóvenes empresas que tenga interacción con la nueva área de negocios; una segunda parcela para potenciar el hub de innovación y una tercera donde levantar un museo con espacios de ocio y experiencias.

También con respecto a esa parte empiezan a llegar los primeros mensajes de entidades interesadas, puesto que por estructura y ubicación -muy cerca de la estación- puede convertirse en un atractivo para el turismo capitalino. El museo se hallaría por encima de la nueva cubierta de la estación de Chamartín, rodeado de un espacio verde. Y como en el campus, no se excluye que además de las organizaciones nacionales también los centros de artes y ciencias internacionales puedan pugnar por ocuparlo.

Para que todo arranque falta obtener el último visto bueno judicial. Aunque todo apunta a que antes del próximo verano se pueda por fin dar por resueltas todas las dudas. Entre los promotores de la iniciativa y los inversores se están abriendo ya canales de contacto. La esperanza es que de aquí a cinco o diez años Madrid tenga un nuevo barrio residencial, cultural, académico y de trabajo centrado en la innovación y la sostenibilidad. Todo está listo para arrancar, y 2022 puede ser un año histórico para la capital.