Podemos prepara una trampa a Yolanda Díaz para acusarla de «traición» a la izquierda
Los ‘morados’ ofrecerán a Más Madrid tener los puestos principales en las listas electorales para cerrar un pacto de unidad, a la espera de que lo rechacen
Podemos ya ha renunciado a Madrid. La elección de entregar las candidaturas de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento a dos perfiles poco conocidos, según todas las fuentes consultadas, lo demuestra. «Nadie quiere» dar el paso, revelan a THE OBJECTIVE, para referirse a la negativa de las primeras espadas de jugarse el tipo en una plaza muy complicada. Pero la sorpresa que Podemos guarda en la chistera consiste en intentar sacar provecho de esa fragilidad para golpear a Yolanda Díaz y al sector errejonista.
La operación ha sido elaborada, según las fuentes consultadas, por el propio Pablo Iglesias. El ex secretario general, oficialmente entregado a la dirección de su programa La Base, sigue influyendo en las decisiones de Podemos. Nadie duda de ello. Así como muchos afirman que Podemos ha decidido sacrificar Madrid para ganar la verdadera guerra política en la que la cúpula ha decidido centrarse: los puestos de salida de las próximas listas de las generales.
El plan consiste en anunciar en las próximas semanas -después de cerrar las primarias para ratificar a sus candidatos- que Podemos está dispuesto a renunciar a las cabezas de listas en Madrid para llegar a un pacto de unidad con los errejonistas y los afines a Yolanda Díaz. El sacrificio de Podemos se hará en nombre de la derrota del eje PP-Vox (el «enorme riesgo» que señaló Iglesias hace un año) para retratar a los demás partidos de la izquierda.
Plan secreto
Los morados saben que ni Rita Maestre ni Mónica García quieren incluir en sus listas a los caballos de troya de Podemos. Ocurrió en Andalucía, donde los ‘morados’ sacaron tres de los cinco diputados de Por Andalucía. Y ahora Díaz, después del revuelo generado por el mal resultado, ha decidido cortar los lazos con sus antiguos compañeros.
De no llegar a un acuerdo de coalición con los demás partidos de izquierda (entre ellos hay que incluir a IU), los ‘morados’ intentarán explotar el sentimiento victimista y el enfado de las bases contra Errejón y Díaz. Señalarán a Yolanda Díaz y a Más Madrid como «traidores» de la izquierda si se niegan a un pacto dirigido a impedir otra victoria del PP. Aunque la verdadera intención del partido morado es explotar el enfado de los votantes para imponer sus intereses en los comicios generales. La obsesión de Iglesias siempre ha sido las elecciones generales, recuerdan las fuentes consultadas.
Se trata de un planteamiento que Iglesias empleó varias veces con Íñigo Errejón, y que se resume en la fórmula «ofrece tu mano para que sea el otro quien la rechace». Para ello, de acuerdo con la negativa de los dirigentes más conocidos de arriesgar su cargo, la dirección empleará a sus candidatos in pectore, Roberto Sotomayor y Alejandra Jacinto, como «carne de cañón». Con ellos pretenden llevar a cabo una estrategia de desgaste contra Díaz y Más Madrid.
Sorpresa en las bases
Las bases del partido ‘morado’ se quedaron, de hecho, atónitas cuando el pasado lunes Podemos filtró su decisión de lanzar a Sotomayor y Jacinto como sus candidatos en Madrid. Entendieron perfectamente que la «jugada» de los jefes estatales del partido pasaba por renunciar ya a la capital y a la región. Pero, al mismo tiempo, vieron en ese planteamiento la sombra del interés particular por encima del interés general.
La desconexión con la militancia (la poca que queda) se agranda así cada día que pasa, a pesar de que Juan Carlos Monedero y Jorge Verstrynge, como ha sido desvelado por este diario, están intentando coordinarla para la batalla definitiva contra Yolanda Díaz. La política gallega es quien centra todas las preocupaciones de la dirección. Pero a nivel territorial madrileño no está gustando el planteamiento de facto derrotista de Podemos.
El partido ‘morado’ nació en un pequeño teatro del barrio de Lavapiés hace ocho años. Aquel experimento se inspiró en otro lanzado unos dos años antes en Galicia por Yolanda Díaz. Se puede decir que por enfoque y hasta lenguaje Díaz fue una precursora de Podemos. Ahora, la política gallega ha vuelto para recobrar lo que considera suyo: las cenizas de aquel proyecto político inspirado en Syriza y los indignados de la crisis de 2008 que Iglesia ha convertido en trampolín para su éxito.
Y lo más grave para la dirección es que aumentan las voces, incluso de los defensores más convencidos del pablismo, que asumen que ya todo está vinculado al interés de «unos pocos». O lo que se traduce en una pregunta cada vez más retórica pero muy incómoda, que reza: ¿dónde están los Rafa Mayoral, Irene Moreno y Lilith Verstrynge, las primeras espadas, cuando de verdad se les necesita? En la política, cabe recordárselo incluso a los más fieles seguidores de Lenin, no puede ser todo táctica.