La familia de la escort asesinada en Madrid pide una prueba de ADN para esclarecer el crimen
La defensa de Milena Sánchez se resiste a que la juez cierre el caso hasta determinar quién fue el autor del crimen y si participaron varias personas
El suicidio de Alfonso guardaba un secreto. La policía le encontró ahorcado en un piso de Madrid en noviembre, pero no reparó hasta dos días después en que, en una habitación contigua, cerrada con candado, se encontraba el cadáver de una joven de 20 años. Las pesquisas apuntan a que este informático de 53 años contrató a Milena Sánchez como escort y luego acabó con su vida. Su familia se resiste a que la juez cierre el caso sin saber quién la mató, cómo lo hizo y si el autor actuó solo o contó con la ayuda de otras personas. Su abogada ha solicitado nuevas diligencias y una prueba de ADN para esclarecer el crimen.
«Se dan cosas por hecho, pero en la vida no todo es como parece», sostiene Carmen Balfagón, letrada de la familia desde hace 10 días. El anterior abogado recurrió ante la Audiencia Provincial de Madrid después de que la juez descartarse investigar si hubo más personas implicadas en el crimen. Los agentes lo dan por resuelto y descartan que Milena siguiera con vida el día que apareció el cadáver de Alfonso, que padecía una enfermedad terminal.
La magistrada consideró innecesario tomar más testimonios y recabar más muestras en el piso donde apareció el cadáver de la joven. Se opuso también a que se identificara a un hombre que, según la acusación, escribió mensajes en redes sociales antes de que se conociera la muerte de la chica, residente en Alcalá de Henares y de origen cubano. La Fiscalía ya pidió el sobreseimiento de la causa.
El piso de Madrid
La familia de Milena afirma que la joven no ejercía la prostitución, sino que se dedicaba a echar las cartas del tarot. Creen que alguien la engañó para subir a la vivienda donde se produjo el fatal desenlace. Balfagón reconoce a THE OBJECTIVE que ha solicitado nuevas diligencias relacionadas con la autopsia. «Existen lesiones que queremos que nos expliquen y que se hagan cotejos de ADN para descartar que existan más personas involucradas», insiste la abogada.
La autopsia revela que el cuerpo de la joven presentaba numerosas lesiones por golpes, uno de ellos en la cabeza, como si hubiese recibido una paliza antes de fallecer. Sin embargo, los agentes de homicidios encargados del caso determinaron que murió por estrangulamiento. «No existe el más mínimo indicio ni duda razonable» de que Milena murió «por asfixia» mientras practicaba sexo, afirma el auto.
Su cadáver apareció en una habitación que Alfonso utilizaba para realizar ritos sexuales que incluían actos como atar a las jóvenes y asfixiarlas momentáneamente simulando que estaban muertas. La policía tardó dos días en encontrarlo, lo que alimenta las sospechas de una mala praxis. Sin embargo, los agentes no tenían orden de registro y el protocolo de suicidios no indica que deban inspeccionar la vivienda.
Los investigadores advirtieron que ambos casos podían estar conectados tras detectar los últimos datos de geolocalización del móvil de Milena, que la situaban cerca de la vivienda del informático. El caso tiene piezas que no terminan de encajar, lo que aumenta el misterio. Por ejemplo que la expareja y un amigo del presunto homicida acudieron al piso y abrieron la habitación cerrada. Encontraron el cadáver de Milena, pero explicaron que «lo habían confundido con una muñeca hinchable».
Las redes sociales
«Es un caso muy raro. No dudo de las testificales, pero hay contradicciones. La policía afirma que cuando encontraron a Milena el cuerpo presentaba un avanzado estado de descomposición. ¿No olieron nada?», se pregunta Balfagón. En su opinión, los indicios apuntan a una dirección, pero «eso no significa que sea lo correcto». La abogada reconoce que no se dará por vencida hasta conocer quién mató a Milena y si esa persona actuó en connivencia con otras: «La familia merece conocer la verdad».
Los investigadores han seguido la pista de un joven de 25 años que dice ser amigo de la víctima, pero que también conocía a Alfonso. El joven habría compartido en sus redes sociales un mensaje haciendo referencia a Milena antes de que se conociera su muerte: «He pasado toda la noche llorando por impotencia, por no haber estado ahí para decirle no subas, no subas, no vayas».
La madre de la chica asesinada afirmó en una entrevista en El Mundo que se debía investigar a ciertas personas, entre ellas a este chico, que «buscaba chicas para ciertos señores». La mujer descartó que su hija fuese escort y que le tendieron una trampa: «Cuando vio el engaño intentó escapar y ya fue tarde».
Milena desapareció el 22 de noviembre, tras quedar con Alfonso en la plaza Tirso de Molina. Fueron a un spa del centro de Madrid y después comieron en un restaurante cercano. La joven había quedado esa tarde con otro hombre, su supuesto novio, que conocía la actividad de la joven. Fue él quien interpuso una denuncia por su desaparición en la Comisaría de Alcalá de Henares.