Dos activistas climáticos se cuelan en una pista del aeropuerto de Barajas para impedir el tráfico
Han «burlado» la seguridad del aeropuerto para acceder a la pista y han pegado sus manos al asfalto
Dos activistas del colectivo ecologista Futuro Vegetal han entrado a primera hora de la mañana de este viernes en una pista de aterrizaje del aeropuerto madrileño Adolfo Suárez-Madrid Barajas y han pegado sus manos al asfalto. Lo han hecho con el objetivo de impedir el tráfico aéreo y denunciar al mismo tiempo que «ningún partido político» presenta a las elecciones generales del domingo «medidas a la altura» para hacer frente a la «crisis climática».
Las activistas han «burlado» la seguridad del aeropuerto para acceder a la pista de aterrizaje sobre las 06.00 horas, llevando consigo una pancarta con el lema ‘El Pueblo unido funciona sin partido’, según un comunicado que ha difundido Futuro Vegetal. Con esta acción de protesta, el colectivo pretende hacer un «llamamiento» a la población para que, con independencia del resultado de las elecciones del 23 de julio, «se organice para hacer frente a las peores consecuencias de la Crisis Climática».
Futuro Vegetal expresa así su «preocupación» por unas elecciones en las que «ningún partido político» propone «medidas a la altura de la amenaza» del cambio climático. «Está claro que no todos los partidos son iguales, pero también que sólo la sociedad organizada puede impulsar los cambios que necesitamos para tener un territorio habitable», señalan, según recoge Europa Press.
Un comunicado en el que Futuro Vegetal además responsabiliza –sin dar nombres– a «determinados políticos» de tener «posicionamientos abiertamente negacionistas», aunque también critica que «otros» den una «falsa sensación» de que se toman «en serio» la crisis del clima, ya que sus propuestas, lamentan, se limitan a ser «meras reformas» que solo refuerzan «el sistema que ha traído a esta situación».
Según el colectivo, su campaña no va dirigida a posicionarse a favor de la abstención en las elecciones, sino que lo que pide es «construir en común», superando diferencias e intereses.