Reabre la Feria del Libro de Madrid tras desactivarse la alerta por fenómenos adversos
Las casetas estarán operativas con normalidad
La Feria del Libro de Madrid ha reabierto sus casetas en el Parque de El Retiro tras recibir una actualización de la situación meteorológica según la cual queda desactivado el aviso naranja por fenómenos adversos que llevó a acordar su cierre para la tarde de ese jueves.
En un comunicado, la organización de la Feria ha explicado que pese a ser consciente del «enorme trastorno» que esto supone, la Comisión Ejecutiva ha decidido dar vía libre a la apertura de las casetas conforme vayan llegando los expositores.
El aviso naranja estaba previsto para la franja entre las 18.00 y las 20.00 horas, lo que llevó a Feria a acordar en un principio su cierre en horario de tarde, decisión que ha sido revertida tras el cambio en la previsión meteorológica. La previsión inicial de fuertes rachas de viento desaconsejaba permanecer bajo el arbolado, por lo que se optó por este cierre, ahora revertido.
La notificación oficial de la AEMET también recomendaba que los usuarios estuviesen detenidos bajo el arbolado debido a las fuertes rachas de viento.
Feria 2024 y energía renovable
La Feria del Libro de Madrid se extiende hasta el 16 de junio y reúne cada año a más de 1,2 millones de visitantes y más de 3.000 autores en el Paseo de Coches del Parque del Buen Retiro. Un total de 17 días en los que se espera superar los 600.000 libros que se vendieron el año pasado y que supusieron unas ventas superiores a 10 millones de euros.
Este año, el encuentro literario prevé volver a completar el aforo de sus cinco pabellones y cerca de 360 casetas y, en la que promete ser su edición más sostenible hasta la fecha, gracias al acuerdo que ha alcanzado con Repsol como patrocinador multienergía.
La compañía suministrará hasta 4.000 litros de combustible renovable elaborado a partir de residuos orgánicos, como aceites vegetales usados, que proporcionará energía a todos los pabellones de la feria, con los que se evitará la emisión de 12 toneladas de CO2. Una cifra que supone la reducción del 90% las emisiones netas de CO2 en comparación con el combustible de origen mineral que sustituye, por la menor intensidad de carbono del renovable.