San Sebastián aprueba la Zona de Bajas Emisiones: entrará en pruebas en diciembre
El alcalde Eneko Goia defiende la implantación «de forma paulatina» hasta 2028 para que los ciudadanos se familiaricen
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de San Sebastián aprobó este martes la ordenanza para regular la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que comenzará a operar en pruebas en diciembre. Se prevé que las sanciones empiecen a aplicarse en marzo, tras la ratificación del Pleno en noviembre. Durante la rueda de prensa posterior a la Junta, el alcalde Eneko Goia explicó que, tras el proceso de información pública, se recibieron siete aportaciones con 41 alegaciones. Tras el análisis, se decidió desestimar 36, aceptar tres y aceptar parcialmente dos de ellas.
En la fase inicial de la ordenanza, el Ayuntamiento permitirá un mes para que los ciudadanos se familiaricen con la nueva regulación. Aquellos que no tengan autorización directa podrán tramitarla durante este periodo. Las cámaras de control de acceso se activarán en enero y, durante los primeros dos meses, se enviarán notificaciones informativas a quienes incumplan la normativa. A partir de marzo, comenzarán las sanciones efectivas.
Desde noviembre, el Ayuntamiento ofrecerá un punto de información en las oficinas de Udalinfo en la plaza Arroka y una página web. El objetivo es informar de manera óptima a los ciudadanos sobre el impacto de esta implantación y cómo les afectará. Goia defendió la implementación gradual de la ZBE hasta 2028, argumentando que la cantidad de vehículos sin etiqueta de acceso es relativamente baja. «Creemos que es mejor hacerlo de forma paulatina, teniendo en cuenta el parque automovilístico actual y que muchas personas no cambian de coche, no por gusto», señaló.
La Junta de Gobierno Local también aprobó la segunda fase del proyecto de la marquesina de la Bretxa, con un presupuesto de 494.621 euros, y la ejecución de las obras a cargo de la sociedad Fomento de San Sebastián S.A. Además, se aprobó el expediente de contratación para la sustitución de la barandilla del Paseo de Salamanca, con un presupuesto de 998.240 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
Se reemplazarán 200 metros de barandilla en el tramo del Paseo de Salamanca, que está «totalmente roñada». Los trabajos incluirán la regeneración del bota olas, la reposición de las farolas del mismo tramo, el anclaje de los machones a la solera de la acera, la nueva canalización del alumbrado y la renovación de la baldosa. Al igual que la barandilla de La Concha, esta barandilla histórica está protegida en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido (PEPPUC), y el proceso de restauración será similar al realizado en los diferentes tramos originales de la barandilla de La Concha.