El PSOE cuestiona a la ministra Raquel Sánchez por su «caótica gestión» de la huelga
Pedro Sánchez dio la orden a Raquel Sánchez de llegar a un acuerdo inmediato tras haber alimentado el conflicto
Ha sido la prueba de fuego para la ministra de Transportes, pero Raquel Sánchez se ha quemado. Desde que el pasado mes de julio tomara posesión en sustitución de José Luis Ábalos, la nueva responsable del ramo ha sido incluida en el grupo de «nuevas ministras con buena imagen pero poco perfil político» junto a la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, la ministra de Ciencia, Diana Moran, y la de Educación, Pilar Alegría. Pero la sospecha no se había tornado en evidencia, hasta ahora.
El PSOE acusa malestar pero también el Gobierno. Diversas fuentes consultadas por THE OBJECTIVE cuestionan la «caótica gestión» de la huelga por parte de la titular del ramo a quien se le ha visto «superada» y a quien «se le ha ido de las manos» la interlocución con los colectivos afectados. Tanto que, tal y como adelantó THE OBJECTIVE, altos cargos del Ministerio de Transportes llegaron a solicitar a algunos de los interlocutores gubernamentales que «presionaran al Ministerio del Interior» para forzar una actuación que la ministra Sánchez no podía forzar. Las tensiones entre Interior y Transportes adelantadas por este diario se escenificaron en el Congreso esta semana a la vista de todos.
Moncloa pone a Calviño al mando
Su incapacidad para contener las protestas forzó un primer gesto por parte de Moncloa cuando el pasado lunes elevó la negociación a las ministras económicas, Nadia Calviño y María Jesús Montero, pero la cuestión ya estaba lo suficientemente enconada. Los socialistas lo atribuyeron al «efecto llamada» que provocó la ministra al criminalizar la protesta hablando de «colectivos de ultra derecha». «Entonces eran 5.000 y al día siguiente 25.000. Le echó gasolina al fuego. Convirtió una protesta minoritaria en mayoritaria», denuncian a THE OBJECTIVE dirigentes socialistas.
Sin embargo, otros creen que la crítica a Raquel Sánchez es «injusta» porque no hizo más que ejecutar un argumentario interno de Moncloa que también secundaron la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, y la ministra de hacienda, María Jesús Montero. «Ella no ha tomado decisiones por sí sola, en un sentido o en otro», explican estas fuentes que comparten las culpas con el responsables de la Secretaría de Estado de Comunicación, Francés Vallés, a quien atribuyen la elaboración del argumentario interno.
La orden de Pedro Sánchez
Parte de razón tienen estas fuentes gubernamentales a juzgar por la información que aporta el núcleo duro del presidente a THE OBJETIVE. En el gabinete de Pedro Sánchez admiten que la ministra Raquel Sánchez ha podido transmitir la imagen de estar «superada» ante «un momento de tensión» y una gestión de la huelga que «se ha podido hacer mejor». Y reconocen que fue el propio presidente quien «dio la orden a la ministra el miércoles de cerrar un acuerdo inmediato antes del fin de semana». Y si para ello tenía que echar marcha atrás y reunirse con los convocantes de la manifestación tildado de «ultraderecha», tendría que hacerlo.
El temor del entorno del presidente era que las protestas se extendieran hasta el lunes próximo cuando el presidente Pedro Sánchez tiene previsto reunirse a las 9:30 horas con la élite del IBEX-35 para presentar el paquete de medidas que aprobará el martes el Consejo de Ministros tras la celebración del Consejo Europeo en Bruselas. La consigna era que nada podía aguar la presentación de Pedro Sánchez el lunes «cueste lo que cueste».
La ministra da marcha atrás
Dicho y hecho, la ministra de Transportes cerró el acuerdo de madrugada el viernes y aceptó reunirse con los convocantes a las 17:00 horas tras haberse negado a hacerlo durante diez días. «Nunca he tenido ningún problema en recibirlos pero lo que hay que celebrar hoy es que se haya logrado un acuerdo sin precedentes. Me sentaré con ellos para explicarles el contenido del acuerdo».
«Para este viaje no hacían falta estas alforjas», se lamentan diputados del PSOE que entonan el ‘te lo dije’ en referencia al bajo perfil actual del Consejo de Ministros. La legislatura se complica en un escenario de múltiples frentes en el que se ha puesto en evidencia que es Pedro Sánchez quien debe resolver todos los problemas. «Él quiso perfil bajo y se quedó sin escuderos hábiles que se lancen a recibir las balas. Y ahora todo depende de él, con lo que el Gobierno es más vulnerable».