Robles gana la batalla contra Bolaños y logra posponer la dimisión de la directora del CNI
Fuentes del Ejecutivo dicen que la decisión está tomada pero no el momento de su elección. No descartan que después de la cumbre de la OTAN a finales de junio
La guerra abierta en el seno del Gobierno no acabó en tablas. Según las fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE, Margarita Robles ha ganado la contienda al conseguir posponer, por ahora, el cese de la directora del CNI, Paz Esteban, a quien apuntó directamente Félix Bolaños aireando una brecha de seguridad de los servicios secretos en una rueda de prensa extraordinaria en Moncloa convocada el pasado lunes con pompa y en hora temprana de un día festivo.
El señalamiento de Bolaños al CNI al desvelar que tanto los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el de la ministra de Defensa, Margarita Robles, fueron infectados por Pegasus fue la coartada para preparar el terreno de la dimisión de Esteban que fuentes de Moncloa dan por hecho, aunque no sea «inminente» por ahora. Fuentes gubernamentales dicen que la decisión está tomada pero no el momento de su ejecución y no descartan que no el presidente espere para solicitarle el cese a la ministra de Defensa, una vez se celebre la cumbre de la OTAN en Madrid a finales de junio.
Admite el Ejecutivo que su dimisión, a poco más de un mes de su celebración, entorpecería las funciones preparatorias de los servicios secretos en la gran cita anual de la Alianza Atlántica. Una celebración que el Gobierno prepara desde hace semanas a conciencia en el Palacio de la Moncloa, conscientes de la voluntad del presidente Sánchez de que esto sirva para proyectar su perfil internacional con los aliados y acercar posiciones con EEUU.
Robles «ni un roce»
Así las cosas, Robles habría ganado la batalla en el corto plazo pero también en el largo, según las fuentes consultadas. «No es que no salga tocada, es que no tiene ni un roce», explican desde el círculo más próximo a Pedro Sánchez en referencia a su papel en la contienda después de dos semanas de ofensiva de los independentistas en coordinación con Podemos. «Ella se ha defendido, no ha atacado. Félix la atacó primero», recuerdan en referencia al momento en que el Bolaños le aseguró al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en la víspera de la votación del decreto de la guerra: «Ella va por libre».
Para Moncloa, la campaña posterior a esta conversación en las que fuentes socialistas y ministros del Gobierno admitían bochorno y malestar por la intervención de Robles en el Hemiciclo en respuesta a las preguntas sobre el espionaje fueron obra del entorno del ministro de Presidencia. «Si quieres que algo no se sepa, no lo digas», dicen sobre los errores del ministro de Presidencia a quien afearon su conducta en los días previos a esa votación parlamentaria: «Félix se está equivocando».
Bolaños, el técnico convertido en ‘tótem’
Los escuderos del presidente no restan valor a la importancia que tiene el todopoderoso ministro de Presidencia a quien alaban su sobrecarga en los temas y negociaciones múltiples: «es uno de los tótems de Ejecutivo», quien acumula más poder e información de los 22 miembros del Consejo de Ministros y quien más ha aprendido a moverse en un tiempo récord, promocionado desde Ferraz por su afinidad con la vicesecretaria general, Adriana Lastra. Pero aún así, también explican en Moncloa que «sigue sin hacerle sombra a Margarita», que ha demostrado con su actuación y «temple» que «es muy buena, una política, no una técnica, no una ejecutora que acata órdenes…». No es, en definitiva, un «ministro de los recados» sino un perfil independiente que sin ser militante del PSOE, es de los mayores puntales que encontró Sánchez tras ser derrocado por el partido.
Margarita Robles no sólo se ganó a pulso la lealtad y la confianza del ‘jefe’ cuando rompió la orden de la gestora de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy tras la entrega del escaño de Pedro Sánchez. También cuenta con su admiración por haber sido una de sus principales asesoras cuando fue repudiado de Ferraz. El entorno de Sánchez, no sólo no olvida sino que sabe que a su condición de ‘intocable’ se le suma que el presidente la respeta y escucha, un hecho inusual con la mayoría de sus colaboradores y ministros.
La intervención de Sánchez
Cuentan en Moncloa que la tregua firmada el jueves entre Bolaños y Robles fue desigual y por orden expresa de Pedro Sánchez, quien urgió a un cese de las hostilidades. Fue Bolaños el primero en convocar una declaración fuera de agenda para manifestar: «Ayer mismo tuve la oportunidad de hablar con ella y le traslade todo mi apoyo y solidaridad y todo mi afecto a la ministra de Defensa». Margarita Robles actuó sin prisas, por la tarde, desde un acto en La Palma en donde ni hizo una sola mención a su colega de Presidencia. Se limitó a hablar de un Gobierno «que actúa unido, perfectamente coordinado y orgulloso de lo que hace». Algunas diferencias con Bolaños que manifestó su «tengo el honor de ser un miembro del Gobierno de España…».
Traducido: Bolaños pidió disculpas, Robles las aceptó, sin grandes alharacas ni imposturas ya que es consciente también de que el presidente ha sacado de todo esto una lección: «Necesita en el CNI una persona de confianza, a quien pueda llamar directamente y sin intermediarios». Y todo llegará.