Sánchez confía en reconstruir relaciones con Aragonés y llegar a 2024 en Moncloa
Hay optimismo en Moncloa porque «ERC nos necesita» para consolidar su hegemonía en Cataluña frente a JuntsXCat
El Gobierno no tira la toalla con la legislatura y se muestra convencido de que conseguirán aplacar el enfado de ERC tras la confirmación de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y su número dos, Jordi Puigneró, fueron espiados por el CNI con autorización judicial. Una confirmación que ha generado un enorme malestar por parte del Govern dejando en suspenso unas relaciones que, sin embargo, no da por rotas, pero sí «degradadas» en un clima de «confianza rota». Este viernes, en el saludo protocolario en el Cercle D’Economía en Barcelona, Aragonés solicitó a Sánchez una reunión cara a cara para encauzar la situación, lo cual apuntaló el optimismo de Moncloa.
El presidente del Gobierno le contestó aceptando concertar ese encuentro entre ambos, diciendo que «hay que resolver la situación y pensar en los catalanes». Una reunión que, según fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE, podría celebrarse en el Palacio de la Moncloa, aunque no se descarta tampoco que, si lo solicita el Govern, se desplacen a Barcelona.
«Alguien que quiere romper no te pide una reunión», explican a este periódico fuentes de Moncloa que confían en que los equipos de ambos concreten la celebración de un encuentro entre ambos para reconstruir sus relaciones. «Lo conseguiremos», auguran los estrategas del presidente en la confianza de que los republicanos «no dejarán caer la legislatura». El motivo que argumentan desde el Ejecutivo es que «nos necesitan para consolidarse como fuerza hegemónica en Cataluña», algo que han logrado con la llegada de Pedro Sánchez al poder desbancando a JuntsXcat en la primera posición.
El optimismo gubernamental se sustenta también en las conversaciones que, pese a todo, mantienen en privado con los republicanos. Tras unas relaciones congeladas desde la votación del decreto de la guerra el jueves de la semana pasada en el Congreso, se ha iniciado una fase de deshielo en la que ERC da señales de seguir siendo la fuerza independentista posibilista que permita seguir sosteniendo a Pedro Sánchez en Moncloa. Pero no sólo de pan vive el hombre y ERC necesita algo de circo, es decir, escenificar que son capaces de poner contra las cuerdas a un Gobierno que hace cesiones para recuperar a su socio preferencial.
Las ‘disculpas’ de Sánchez a Aragonés
En un acto de gran simbolismo, el presidente Sánchez quiso representar una pseudo disculpa ante Aragonés en el Círculo de Economía y, ante la presencia de la laureada, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, entonó al «querido President» su «profundo respeto por Cataluña y mi respeto y consideración hacia su sociedad y sus instituciones». Un calculado discurso ante el empresariado catalán centrado, aparentemente, en la economía. Sánchez habló de las «turbulencias» que se hayan en la ruta de la recuperación: «En la ruta hay turbulencias. A veces parecen tan intensas que acaparan toda nuestra atención pero el ánimo del Gobierno es el de superarlas, no alimentarlas, y avanzar hasta la meta de la recuperación. Las turbulencias pasarán».
Doble lectura entre la economía y la política que acompañó de una defensa de la agenda del reencuentro emprendida por el Gobierno y que se inicia con la concesión de los indultos a los golpistas en junio de 2021. A punto de cumplirse un año de esa decisión que anunció en el Liceo de Barcelona, se celebra este acto en el Circle en donde también participó el presidente hace un año para defender la concesión de estas medidas de gracia como elemento de «concordia y diálogo».
La voluntad por tanto de Sánchez ha sido volver al mismo escenario para solemnizar su compromiso con esa apuesta por el diálogo. «Mi firme voluntad de continuar avanzando en el diálogo, la negociación y el acuerdo (…) El diálogo, la convivencia, la política del reencuentro esta dando sus frutos, y esta demostrando sus virtudes para propiciar que Cataluña, y el conjunto de catalanes y catalanes, supere los terribles efectos de la pandemia, consolide la recuperación económica. Esa es la hoja de ruta del Gobierno de España».
Hoja de ruta: 2024
Una hoja de ruta que se mantiene con la vista puesta en las elecciones de enero de 2024. El Gobierno confía en agotar la legislatura y cumplir con sus planes pese al escándalo de espionaje. En el Palacio de la Moncloa no se dejan llevar por el desánimo derivado del terremoto de Pegasus y descartan que se vaya a forzar un adelanto electoral a corto o medio plazo en medio de las voces que vuelven a dudar de la continuidad del Gobierno de coalición y los rumores de un supermayo en el que coincidan las municipales y las generales en mayo de 2023.
Un horizonte electoral en el que Sánchez no descarta nuevos ‘sacrificios’, como la cascada de cesiones como las que se han ejecutado por parte del Gobierno para suavizar el enfado del Gobierno catalán, que comenzó por la visita del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, a Cataluña, el cambio en las mayorías de la comisión de gastos reservados para incluir a Bildu y La CUP, la Constitución de la misma en tiempo récord para acoger la comparecencia de la directora del CNI, Paz Esteban, el descrédito de los servicios secretos en una rueda de prensa de Bolaños para airear «la brecha de seguridad» en los móviles de Sánchez y Robles, y la promesa de cese de la responsable de los espías y desclasificación de los documentos secretos sobre los 18 espiados por el CNI con mandato judicial.
