Espadas da por segura la derrota y mete en su lista al que será su portavoz en la oposición
Sánchez vuelve a Andalucía tras cuatro meses de ausencia. El «desembarco llega tarde», cuando ya el barco del PSOE andaluz ha empezado a hundirse, según el PSOE-A
La semana pasada adelantó THE OBJECTIVE la injerencia de Juan Espadas en las listas de Huelva para colocar a un afín, el ex susanista Mario Jiménez, a quien no votaron las agrupaciones provinciales del PSOE. Las fuentes socialistas consultadas por este periódico explican ahora el motivo de ese movimiento: el candidato socialista se ha empezado a mover para mantener el control interno de la organización tras la descontada debacle del 19-J y ve en el actual portavoz de Presidencia y responsable de la estrategia del grupo socialista a su futuro «portavoz de oposición».
Es la sospecha que manifiestan fuentes del PSOE andaluz a este periódico tras un movimiento que no concuerda con la renovación del 70% de las listas de Espadas. El de Jiménez, exportavoz susanista converso al espadismo el pasado mes de julio en las primarias es un perfil con «bagaje y experiencia» en el terreno parlamentario. Alguien de quien tirará el actual candidato a la Junta de Andalucía una vez se consume la descontada hecatombe socialista a finales de junio.
Según explican estas fuentes, Espadas no tiene el control de la organización y necesitará figuras como Jiménez para mantener el control interno a nivel orgánico y parlamentario. Porque «nadie duda ya sobre el ‘qué’», la derrota del PSOE, y el debate se centra en el ‘por cuánto’, habida cuenta de que las ultimas entregas de los sondeos internos socialistas han registrado un hundimiento hasta los 27-29 parlamentarios, entre 4 y 6 menos de la histórica derrota de Susana Díaz el 2 de diciembre de 2018.
Fuga de voto PSOE/PP
La alarma ha saltado recientemente en Ferraz al detectar que el suelo demoscópico de los socialistas sigue en caída libre en consecuencia a que se ha activado una fuga de voto útil hacia la derecha. El candidato popular, Juan Manuel Moreno, ha comenzado a registrar un trasvase de voto del PSOE al PP, lo cual ha provocado el pánico de los estrategas socialistas ante el recuerdo de la ultima vez que se produjo ese fenómeno: el 4-M en Madrid que relegó al PSOE a la tercera fuerza y forzó la dimisión del candidato, Ángel Gabilondo, y el secretario general de Madrid, José Manuel Franco, en apenas una semana.
El desánimo ha comenzado a cundir en el socialismo andaluz ante la evidencia de que «están más preocupados en el post espadismo que en meter votos en las urnas el 19-J». Y añaden: «Estamos en el peor momento en la mejor oportunidad histórica» por no saber aprovechar el hundimiento de Ciudadanos en beneficio propio. Ciudadanos se está recolectando en PP y Vox cuando lo deberíamos haber amarrado nosotros», explican las citadas fuentes advirtiendo de que el perfil de la formación naranja en Andalucía tiene un sustrato social importante como demuestra que obtuvieran una veintena de diputados cuando el declive del susanismo se dejó 14 en los últimos comicios de diciembre del 2018. «Hemos dejado que Moreno Bonilla haga el caldo gordo a nuestra casta», explican desde el abatido PSOE andaluz.
Sánchez, cuatro meses sin pisar Andalucía
Una prueba de que el PSOE da la campaña por perdida y se centra ya solo en la contención de daños es la ausencia del Gobierno y la dirección socialista en los ultimo meses. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a Andalucía este sábado para participar en un acto de presentación de listas junto al candidato, Juan Espadas, aunque lo relevante es que no lo hubiera hecho ya. En medio de un claro clima preelectoral en el que se sucedían las quinielas sobre las múltiples fechas para la convocatoria electoral, el presidente Sánchez ha permanecido alejado de Andalucía durante los últimos cuatro meses en contraste con el tutelaje de la campaña andaluza por parte de Ferraz, 70.
Según fuentes del PSOE andaluz, la última vez que cruzó Despeñaperros fue el pasado 31 de enero cuando acudió a un acto al Parque Nacional en la Sierra de las Morenas en Málaga, donde compartió un acto con Espadas. Hubo dos intentos por volver: uno en Semana Santa a Sevilla, lo cual aplazó el líder del PSOE andaluz por tratarse del fin de semana de Pascua, y otro reciente, a finales de abril, en un acto multitudinario en Jaén que fue cancelado a ultima hora por motivos de agenda del presidente.
El desembarco «llega tarde»
Sin embargo, en el territorio sostienen ya que «llegan tarde, el desembarco llega tarde» porque ya es casi «imposible» revertir la tendencia bajista del PSOE más allá de movilizar a un puñado de militantes. «Deberían llevar meses pateando las provincias y agrupaciones del PSOE» para encontrar un repulsivo. La duda es si Sánchez «no ha querido o no ha podido», si han sido los escándalos nacionales como la guerra de Ucrania, las protestas de diferentes sectores por la elevada inflación, el precio de la energía, el plan de decreto a la guerra o el espionaje de Pegasus los que lo han mantenido ocupado en la gobernabilidad nacional; o si, por contra, es el constatación de la marca de Sánchez y sus pactos y cesiones a Bildu y ERC restan en los territorios como vienen advirtiendo algunos barones desde hace meses.