De 2015 a 2025: los pronósticos (fallidos) de la ANC sobre la independencia de Cataluña
La entidad independentista ha ido haciendo predicciones sobre la secesión de la región desde el inicio del plan rupturista
La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha sido uno de los principales motores de movilización del independentismo. Desde el inicio del procés ha ido barajando varias fechas concretas para la independencia de Cataluña. A día de hoy ninguna se ha cumplido. Este fallo en sus predicciones, sin embargo, no les ha desanimado a seguir poniendo fechas futuras: la próxima, en febrero de 2025.
En marzo de 2014 fue la primera vez que la entidad entonces presidida por Carme Forcadell se atrevió a marcar fechas en el calendario: previó la proclamación de independencia para el 23 de abril de 2015, coincidiendo con la festividad de Sant Jordi.
«El proceso popular para poner las bases de un nuevo Estado debe comenzar el día de Sant Jordi de 2014 y el objetivo es que el trabajo esté listo el día de Sant Jordi de 2015», reflejaban en su hoja de ruta de 2014-2015.
En ese documento también fijaron para el 11 de septiembre de ese mismo año la celebración de un referéndum sobre la nueva Constitución catalana del Estado independiente.
«Presidente, ponga las urnas!»
Estos pronósticos de la ANC se realizaron en la etapa en que Artur Mas era presidente de la Generalitat. El entonces líder de la extinta CDC organizó la primera votación sobre la secesión de la región, el 9 de noviembre de 2014. Dos meses antes, en la manifestación de la Diada, Forcadell realizó unos de sus discursos más recordados al instar a Mas a poner las urnas: «¡Presidente, ponga las urnas!».
No obstante, este proceso culminó con la condena por desobediencia del presidente catalán, su vicepresidenta Joana Ortega y la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, que fueron consideradas por la justicia «colaboradoras necesarias». En ningún caso sirvió para avanzar hacia la secesión.
2017: otoño caliente
En 2017 la ANC volvió a ser una pieza clave para convencer a una parte notable de la ciudadanía de Cataluña de la inminencia de la secesión. En ese otoño caliente, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tuvieron que intervenir en Cataluña durante el referéndum del 1 de octubre para intentar frenar la votación.
La entidad secesionista, así como el Govern en bloque, preveía que tras la intervención del Gobierno central en la región se podría provocar un escenario favorable a que alguna potencia extranjera mediara entre el Ejecutivo autonómico y el de Mariano Rajoy, o que incluso reconociera la independencia de Cataluña.
La ANC y Òmnium Cultural estaban convencidos que poco después del 1-O lograrían la independencia. Pero la realidad transitó por parajes no planeados por estas entidades.
Febrero de 2025
La recién elegida presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha estimado que la independencia de Cataluña llegará en febrero de 2025, tras las próximas elecciones en el Parlamento autonómico.
Sus declaraciones, realizadas nada más llegar al cargo, han sorprendido en Cataluña. Los principales partidos independentistas han renunciado a poner nuevas fechas a la secesión. En la misma línea, la expresidenta de la entidad Elisenda Paluzie tampoco barajó fechas concretas y solo se atrevió a hablar de generar un «momentum» para volver a poner el Estado contra las cuerdas.
Durante el mandato de Paluzie, el movimiento independentista arrastraba cansancio y estalló la pandemia por la covid-19. Esa coyuntura no permitía hacer muchos pronósticos sobre la secesión de Cataluña. No obstante, la nueva presidenta de la ANC, y con la intención de volver a movilizar a las bases independentistas, ha querido concretar un plan. El supuesto caso de espionaje del Catalangate ha servido como pretexto para intentar recuperar la lucha por la secesión.
