El veto a Teresa Rodríguez en los debates del 19-J solivianta a Podemos: "Es una bajeza"
Ex altos cargos como el secretario de Organización Alberto Rodríguez atacan al partido: «Transmite debilidad». Internamente también se cuestiona a Yolanda Díaz
El veto de Izquierda Unida, Más País y Podemos a la participación de Adelante Andalucía en los debates televisivos para las elecciones andaluzas del 19-J ha generado una enorme polémica interna. Algunos cuadros del partido, como el exdiputado y secretario de Organización Alberto Rodríguez han manifestado su rechazo públicamente. Como él, otros cargos autonómicos critican a las direcciones del partido e incluyen en ello a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Fuentes de Podemos que cuestionan el veto a Teresa Rodríguez consideran esa decisión «equivocada» porque «transmite debilidad». Otros van más allá: «Es una bajeza».
La coalición de Por Andalucía, integrada por los partido de Unidas Podemos y Más País, decidió después de un debate interno recurrir ante la Junta Electoral el plan de cobertura de los entes públicos (Canal Sur y RTVE) de los debates televisivos para el 19-J. Su objetivo es excluir a Teresa Rodríguez de los debates electorales entre candidatos.
El recurso de la coalición de izquierdas contra la lideresa de los anticapitalistas apela al hecho de que Adelante Andalucía no tiene «representación parlamentaria». Cabe recordar que Adelante Andalucía quedó excluida del parlamento andaluz después de un choque interno en el grupo parlamentario del que los anticapitalistas fueron echados por IU y Podemos.
Remontada de Teresa Rodríguez
«Negociar recursos es una cosa (siempre compleja) y otra bien distinta es sobrerrepresentar a la ultraderecha en los debates por miedo a contrastar ideas y programas. Una decisión gravísima que solo transmite debilidad, incomprensión de lo que acecha y resignación al electorado«, escribió el viernes el ex secretario de Organización Alberto Rodríguez. El mensaje de Rodríguez es leído en las filas moradas como una manera para señalar a la actual responsable Lilith Verstrynge, pero también a Yolanda Díaz.
Todas las fuentes consultadas coinciden en que esta decisión revela «debilidad» de Por Andalucía. Y que se convertirá en un bumerán contra la coalición liderada por Inma Nieto. Este diario ya adelantó que, después del caos de la presentación de la candidatura, se estaba difundiendo en Por Andalucía cierto miedo a la remontada de Teresa Rodríguez. La decisión de impedir a la candidata de Adelante Andalucía debatir con Nieto en televisión confirma esta información, señalan las fuentes consultadas.
«Hay muchos cuadros y lideres [territoriales] que no están ni con Podemos ni con Yolanda», comentan algunos. Para estas fuentes la decisión de vetar a Teresa Rodríguez «va contra Por Andalucía». «Así, no», comentó el viernes también la ex portavoz del partido en las Cortes Valencianas, Naiara Davó. Otros van más allá y califican directamente la decisión de «bajez».
Andalucía como Waterloo
La sensación que se percibe en las filas de Podemos es que las elecciones en Andalucía pueden convertirse en una batalla de Waterloo. Es decir, en un punto de inflexión negativo con respecto a su política nacional. Teresa Rodríguez se desmarcó de Podemos cuando Iglesias pactó la coalición con Pedro Sánchez. En opinión de la dirigente andaluza, ese acuerdo afectaría electoralmente a Podemos. Acto seguido estalló la lucha interna en Andalucía que acabó con el divorcio entre las dos formaciones.
Ahora, sin embargo, Adelante Andalucía se siente más fuerte. Cree que el caos interno en Por Andalucía y sus bandazos puede favorecer a su lista. En los sondeos Adelante Andalucía tiene una expectativa de lograr entre dos y cuatro representantes: la mitad de lo que aspira Por Andalucía.
Pero varias fuentes explican en conversación con THE OBJECTIVE que este margen es muy sutil, y que Teresa Rodríguez tiene la ventaja de ser «más conocida» que la candidata de Por Andalucía. Todavía falta tres semanas para los comicios, y Por Andalucía se ha entregado a una estrategia defensiva que, sin embargo, incluso entre sus filas es cuestionada.