Yolanda Díaz y su plataforma no convencen a los ministros del PSOE: «Está muy perdida»
Los socialistas, sobre todo los responsables de los departamentos económicos, miran con escepticismo los movimientos de la dirigente gallega
El anuncio de Yolanda Díaz sobre su nueva plataforma, la gira y el nombre Sumar no convencen a muchos departamentos socialistas. Se trata sobre todo de los ministerios económicos, los que tienen un contacto directo con ella y que según ha podido saber este periódico observan con escepticismo a la dirigente gallega. «Está muy perdida», afirman las fuentes consultadas para explicar lo que los afines a Díaz ocultan: su falta de cuadros, organización y proyecto.
Los ministros socialistas son los que en estas horas se han acercado más a Díaz. Tanto la responsable de Hacienda María Jesús Montero como José Luis Escrivá (Seguridad Social), Nadia Calviño (Economía) y Teresa Ribera (Transición Ecológica) han mantenido reuniones tensas y desencuentros con la política gallega. Pero todos ellos coinciden en que la tarea de Díaz es de enorme dificultad ante el fuego amigo de los dirigentes de Podemos.
Díaz cuenta en el Consejo de Ministros con el apoyo firme de Alberto Garzón. El líder de IU, que rompió hace tiempo con la cúpula de Podemos (Iglesias nunca contó realmente con él), se ha convertido en el escudero de Díaz. Con él se alinea Joan Subirats, mientras que Irene Montero y Ione Belarra actúan por su cuenta. Los dos bloques están muy divididos, tal y como desveló hace tiempo este diario.
Errores de Yolanda Díaz en la remodelación del Gobierno
Esta división «debilita» a Yolanda Díaz, según las fuentes socialistas consultadas. Aunque la idea de una ministra «perdida» va más allá. Se trata de lo que en algunos ministerios califican directamente de «oportunidad perdida». Se refieren a la remodelación del Ejecutivo que se aprobó hace un año en la que Díaz renunció a debilitar al frente morado, tal y como según algunas fuentes se le sugirió de manera más o menos directa.
Hace un año el malestar en la Moncloa contra Irene Montero era muy elevado. Varias fuentes sostenían que la ministra de Igualdad afectaba negativamente la «imagen» del Ejecutivo. Desde aquel momento, la número dos de Podemos ha sido arrinconada. A menudo el Ejecutivo la ha tenido al margen de las ruedas de prensa y ya casi solo interviene en el debate público a través de las redes sociales. Aun así, esta semana ha podido aprobar la Ley del solo sí es sí, lo que para Podemos equivale a una victoria que justifica su presencia en el Gobierno.
Otra cuestión que revelaría que Yolanda Díaz «está perdida» según los ministerios socialistas atañe al hecho de que la gallega en algunos casos «niega la realidad», según afirman las fuentes consultadas. La reforma laboral tuvo que ser retocada en profundidad por otros departamentos. Y en otros asuntos del llamado «escudo social» que quiere lanzar el Gobierno, Díaz a menudo bascula entre la posición más contenida de la presidencia del Gobierno y Hacienda y los requerimientos de Podemos.
Revalidar los escaños de Iglesias
La nueva marca lanzada por Díaz, Sumar, tampoco ha generado muchas expectativas por sus compañeros de Gobierno. Los socialistas saben que para revalidar el Ejecutivo es esencial que Yolanda Díaz por lo menos confirme el resultado electoral de Pablo Iglesias en 2019. Pero cada día que pasa cuaja la idea de que, a pesar de las buenas notas en los sondeos, Díaz tendrá muy difícil compactar a los suyos y despertar el entusiasmo en su electorado.
En Andalucía, por ejemplo, los socialistas tienen asumido que las autonómicas de junio no irán bien. En el frente socialista, aunque no se explicita por miedo a la autocensura que domina este sector, empieza a cundir la idea de que Sánchez carece de proyecto y que los ejes sobre los que ha construido su fortuna política van a menos. Pero también señalan que si el PSOE pierde votos, el sector de Unidas Podemos no los recoge.
Fuentes de Unidas Podemos admiten que las elecciones andaluzas generan mucha «preocupación». Los morados, conscientes de que será un fracaso, quieren vender el relato de que esos comicios son el «primer paso» del frente amplio de Díaz. La ministra gallega niega la mayor. Pero este choque, además de sus alianzas a veces temblorosas como con la valenciana Mónica Oltra, alimentan el escepticismo de los socialistas.
Alianzas débiles y volatilidad
La Moncloa planificó desde la salida de Iglesias una operación sustitución. Ya en los procesos electorales de 2019, el entonces gurú de Sánchez, Iván Redondo, empujó a Íñigo Errejón a presentarse a los comicios con la esperanza de que suplantara a Podemos. El plan fracasó, y ahora los nuevos estrategas de Sánchez intentan hacer lo mismo con Díaz.
El apoyo es palpable, aunque en Podemos matizan esta cuestión. Creen que no existe una operación encubierta de respaldo a Díaz en contra de la cúpula morada, sino una lógica de realpolitik que intenta evitar el desplome del espacio de Unidas Podemos, porque acabaría arrastrando a Sánchez. Pero esto no quita que, por muy buena que sea la imagen de Díaz, otros ministros observan con reticencia y dudas su planteamiento.
En sus alianzas y en sus posiciones en el Ejecutivo creen que Díaz tendrá difícil erigir una propuesta política de éxito. «Siempre que llegue viva a las elecciones, puede convertirse en el fracaso electoral más grande de los últimos tiempos», zanjan los más duros en el Gobierno de Sánchez.