La concesión de la Cruz de Sant Jordi a Estopa solivianta a los 'puristas' del catalán contra ERC
Diputados de Junts per Catalunya y su entorno aprovechan para desmarcarse de ERC por los premios a «españolistas» como Pau Gasol o los hermanos Muñoz
Nueva división en el independentismo. La entrega a Estopa de la Cruz de Sant Jordi, máxima distinción de la Generalitat de Cataluña, ha soliviantado a parte del starsystem cultural catalán, que considera que el grupo de Cornellá no ha hecho nada por la defensa y promoción de la lengua catalana. Esta polémica ha sido aprovechada por diputados de Junts per Catalunya para marcar distancias de ERC y señalarles como autores principales de esta deriva españolista de los premios.
La selección de galardonados con la Cruz de Sant Jordi ha estado en el foco de la polémica desde el inicio del procés independentista. Sectores de la oposición en el Parlament y del entorno del constitucionalismo cívico denunciaron la instrumentalización partidista y en favor de la causa secesionista a la hora de entregar esta insignia honorífica. Hasta el punto que la actriz María Rosa Sardà, fallecida en 2020, devolvió su Cruz de Sant Jordi al considerar que «no era merecedora» de tal distintivo tras la apropiación que el independentismo había hecho de esta medalla.
Sardà se posicionó en contra del plan rupturista y dio voz a muchos catalanes con su discurso en la manifestación masiva de Societat Civil Catalana en octubre de 2018. Ostentaba la Cruz de Sant Jordi desde 1994, en plena época de Jordi Pujol al frente del Govern. Pero los acontecimientos posteriores le hicieron renegar del galardón. Otras, como la escritora Maruja Torres justificaron no devolver la insignia porque lo recibieron en la etapa del gobierno presidido por el socialista Pasqual Maragall.
Los «españolistas» Gasol y hermanos Muñoz
Pero si en esta edición se ha agrandado la polémica es porque sea ERC, un partido independentista, quien esté dispuesto a premiar a figuras de la sociedad catalana no significados con el separatismo. Los sectores más puristas de la órbita cultural catalana le afean que en la edición pasada se otorgará la Cruz de Sant Jordi al «españolista» Pau Gasol, y este año se repita con los hermanos David y José Muñoz.
En este sentido, las redes sociales han hervido de comentarios muy críticos con que un grupo que nunca ha cantado en catalán recibe un premio dirigido a la «cultura catalana». El diputado de Junts per Catalunya, Francesc de Dalmases, se ha sumado a la polémica afirmado: «Puedes valorar y amar a los Estopa, la carrera musical y el valor añadido de su discurso social y, al mismo tiempo, considerar que tienen por delante a varios músicos y grupos que cantan en catalán y merecen el reconocimiento de la Cruz de Sant Jordi».
Por su parte, ERC, ha cerrado filas y ha felicitado a Estopa. A través del partido municipal de Cornellá ha celebrado en sus redes sociales a los dos hermanos premiados.
El resto de galardonados de esta edición han sido el payaso Tortell Poltrona, la actriz Carme Elias, la exjugadora de básquet Laia Palau, el fotógrafo Hisao Suzuki, el Teatre del Liceu, la Companyia Elèctrica Dharma, la activista Fátima Ahmed y los laboratorios Hipra, los desarrolladores de la vacuna ‘española’ que se fabrica en el pueblo de Puigdemont.
Doble rasero con el catalán
La polémica ha trascendido las redes sociales para entrar en el debate público de los medios locales. En la sección de Cultura de El Nacional se lamentaba que entre las corrientes culturales catalanes «no gustara» el premio a Estopa. Y emplazaban a los puristas de la lengua a ampliar «la iconografía clásica del buen catalán».
Otros exdirigentes independentistas, como el exconcejal de la CUP en Badalona José Téllez exponían la contradicción de celebrar la entrega de la Cruz de Sant Jordi al futbolista Leo Messi, que no habla catalán, y criticarla si los agraciados son los hermanos Muñoz.
El Govern de la Generalitat concede desde 1981 la Cruz de San Jordi de forma anual a personas y entidades sociales destacadas por los servicios prestados a la región en la defensa de su identidad, especialmente en el plano cívico y cultural. La ceremonia de entrega será el próximo 11 de julio en el Teatro Monumental de Mataró (Barcelona).