Feijóo supera el último resultado de Rajoy y lleva el PP a los 137 escaños en una encuesta
El PSOE sigue en descenso y la pérdida de apoyos de la izquierda hace inviable un Gobierno de coalición entre todas sus fuerzas
Alberto Núñez Feijóo se mantiene al frente de la carrera hacia La Moncloa desde que fuera elegido presidente del Partido Popular. El gallego sería el principal atractivo para los electores, que le brindarían 137 diputados y un 33,4% de los apoyos, lo que le empata en cuanto a representantes con el último resultado del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy aunque le supera en cuanto a porcentaje de apoyo.
Por su parte, los socialistas se quedarían muy alejados de revalidar las victorias electorales que han venido consiguiendo en los últimos comicios de la mano de Pedro Sánchez. El líder del Ejecutivo no alcanzaría las cuotas de 2019, cuando se hizo con 120 asientos y puso tierra de por medio con un PP en horas bajas. En unos comicios celebrados hoy, los socialistas alcanzarían 93 representantes y el 24,2% de los votos.
Estas son algunas de las claves que desvela la la última encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial, que apunta al duro golpe electoral de una izquierda que ni unida en su conjunto podría desbancar al popular de la victoria.
La Moncloa parece ser que tendrá de próximo inquilino al que fuera presidente de la Xunta de Galicia si nada se tuerce. La tendencia en los sondeos es ascendente y muestra el desgaste de un Gobierno que ha tenido que lidiar con una pandemia, una crisis energética, la guerra en Ucrania, un volcán y la inflación desbocada y que no ha sabido convencer a los votantes de sus tareas en estos años.
Feijóo se desprende de Vox; Díaz no levanta Podemos
Una de las claves del ascenso de Feijóo es su capacidad de ser ideológicamente elástico a ojos del electorado. El líder popular logra fagocitar casi por completo al electorado de un Ciudadanos que solo obtendría un 0,8% de los votos y que no obtendría ni un solo asiento en el Congreso a pesar de encontrarse en pleno proceso de refundación para levantar unas duras previsiones.
A la izquierda, el gallego también resulta atractivo. La fuga de fieles socialistas hacia los populares roza ya los 450.000 votos, lo que resulta en un ascenso que merma las capacidades de Sánchez para revalidar sus opciones a la Presidencia.
Sin embargo, el gran logro de Feijóo parece ser su capacidad para neutralizar a un Vox que vive muy alejado de su gran momento electoral, cuando la marcha de Pablo Casado del liderazgo de los populares abrió un espacio en el que los de Santiago Abascal vieron una posibilidad de crecer. El expresidente gallego neutraliza a la derecha de la derecha, que se estanca en los 51 representantes y en el 15,7% de los apoyos sin perspectivas de que este trasvase mejore en las próximas semanas, en especial tras conocerse unos resultados muy favorables para Feijóo y muy poco halagüeños para Abascal en el último CIS antes del verano político.
Por la izquierda, el proyecto de Yolanda Díaz, Sumar (aún en pañales y con un desarrollo que se espera prolongado) no logra despertar el interés de los votantes de Unidas Podemos, que otorgan a la formación un 9,8% de sufragios y 23 escaños, dejándose por el camino 12 asientos y 800.000 apoyos con respecto a los últimos comicios generales.
El bloque de la izquierda se desgasta en el alza del de la derecha
Las guerras internas y el desgaste del Gobierno a ojos de la opinión pública le cuestan a los morados su puesto como llave de la gobernabilidad en el bloque de la izquierda, condenado a no querer un Gobierno de la derecha pero imposibilitado a formar una alternativa en conjunto tras no sumar más que su bloque opuesto.
Según la citada encuesta, el 35,5% de apoyos a la izquierda se queda muy lejos del 49,9% de la derecha, imposibilitando una mayoría diferente a la que, si nada cambia, es la más probable para liderar el Ejecutivo. El ascenso del PP y la caída sostenida de Vox sumaría entre ambos 188 representantes, un espacio de sobra para alcanzar La Moncloa, aunque con el coste de tener que sumar ministerios y vicepresidencias para los de Abascal siguiendo el modelo de Castilla y León, donde la ultraderecha ya se encuentra en un Ejecutivo autonómico.
La mayoría de la coalición que sustenta a Sánchez semanalmente en el Congreso dista de ser una alternativa real. Solo los dos partidos del Gobierno caen en los sondeos lastrados por las múltiples crisis que han debido sobrellevar, mientras que el nacionalismo, por el contrario, crece en las previsiones electorales.
A pesar de este posible equilibrio, el terreno perdido es muy superior al ganado, por lo que ni sumando al BNG, a la CUP y a Junts a la ecuación se alcanzaría una mayoría necesaria para poder reeditar un Gobierno de un Pedro Sánchez al que se le acaba el cronómetro hacia los comicios y que confía en que el nuevo golpe de timón en las políticas del Ejecutivo sirva para recuperar el apoyo perdido en estos años.