La contraofensiva de Ucrania genera las primeras grietas en la política rusa
Concejales de 18 distritos de las ciudades de Moscú, San Petersburgo y Kolpino han firmado una declaración pública exigiendo la renuncia de Vladimir Putin
El presidente ruso, Vladimir Putin, durante una reunión ejecutiva. | Mikhail Klimentyev (EP)
Primeras señales de auténtico malestar en la escena política rusa tras el vuelco en la guerra que está logrando Ucrania estos días, cuando grandes extensiones de territorio que Moscú controló durante meses han pasado casi en un abrir y cerrar de ojos a manos de Kiev. Hasta 3.000 kilómetros cuadrados han sido arrebatados de Rusia desde inicios de septiembre, la mayoría este mismo fin de semana, un movimiento que no se esperaban en el Kremlin y que ha provocado respuestas incluso en un régimen tan cerrado y autoritario como el de Vladimir Putin, que ve su figura en entredicho por primera vez desde que comenzó la guerra.
Según adelanta El Mundo, concejales de 18 distritos de las ciudades de Moscú, San Petersburgo y Kolpino han firmado una declaración pública exigiendo la renuncia del presidente ruso. En total, el documento ha sido rubricado ya por, al menos, 85 ediles, y siguen sumándose adhesiones para una iniciativa cuyas consecuencias concretas son inciertas, pero que suponen la primera gran señal de malestar interno con un Putin al que la propaganda no duda en pintar como alguien que cuenta con el apoyo absoluto y sin fisura de todo su pueblo y clase política.
«Nosotros, los diputados municipales de Rusia, creemos que las acciones del presidente Vladimir Putin dañan el futuro de Rusia y sus ciudadanos. ¡Exigimos la renuncia de Vladimir Putin al cargo de Presidente de la Federación Rusa!», exige la petición, que se puede firmar por internet. Eso sí, su máximo responsable, el edil Dmitri Paliuga, será juzgado este martes «por desacreditar al presidente de la Federación de Rusia».
«Parece ser que el plan está claro: adoptar una decisión conmigo y después, castigar al resto de concejales», ha afirmado a través de su cuenta de Twitter, donde relató que le había llamado la policía. «Me preguntaron si me arrepiento de haber tomado esta decisión sobre la traición de Putin. ¡Yo me alegro de haberla tomado! ¡Estoy orgulloso de cada concejal! He recibido un montón de mensajes de desconocidos. ¡Somos muchos!», ha agregado.
Críticas a la actuación del Ejército
Además, el presidente checheno, Razmán Kadírov, ha hablado abiertamente de errores en la estrategia del Kremlin. En un mensaje difundido en su canal de Telegram, ha criticado que el ejército ruso] «se haya ido y regalado varias ciudades», llegando a apuntar que él no es «un estratega como los del Ministerio de Defensa, pero se cometieron errores». También ha advertido de que, si no hay cambios inmediatos en lo que siguen denominando «operación militar especial» en Ucrania, buscará comunicarse directamente con el liderazgo del país, es decir, Putin, para hacerle saber su opinión.
Y es que la contraofensiva de Ucrania está provocando problemas para una de las instituciones más valoradas de Rusia, el Ejército. Aunque las autoridades prorrusas de Jersón aseguraron este lunes que el ejército ucraniano no ha recuperado «ni un metro» de territorio de esa región sureña, Kiev dice lo contrario y los vídeos respaldan su versión, según la cual solo en esa zona han recuperado más de 500 kilómetros. Una auténtica derrota para las fuerzas rusas que ven como se alzan voces críticas en su retaguardia.
Según avanza El País, varios analistas y políticos cuestionaron el desarrollo de las operaciones de las tropas rusas en los últimos meses en un debate del popular canal NTV, cuyo control fue tomado por Putin nada más llegar al Gobierno hace décadas. En este sentido, uno de los máximos responsables de la propaganda del Kremlin, el presentador de Rossiya 1 Vladímir Soloviov, afirmó en Telegram: «Muchos jefes con uniforme (no me atrevería a llamarlos comandantes) son dignos del despido con deshonor, un juicio penal o incluso la ejecución, y podría nombrar algunos».
Los separatistas prorrusos admiten que la situación es «difícil»
El presidente de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, ha admitido este lunes que la situación en la línea de frente en el este de Ucrania es «difícil» dada la contraofensiva llevada a cabo por las fuerzas ucranianas.
Las palabras de Pushilin, que ha asegurado que las fueras rusas siguen controlando la zona, llegan después de que las Fuerzas Armadas ucranianas dijeran haberse hecho con parte del territorio durante los últimos días de enfrentamientos, especialmente en la zona de Járkov, en el noreste del país.
«La situación sigue siendo difícil. El adversario está tratando de dañar infraestructura civil y de vital importancia», ha aseverado en declaraciones a la cadena de televisión Rossiya 24. Así, ha hecho alusión a un bombardeo «masivo» por parte de las fuerzas ucranianas.
En este sentido, ha hecho referencia a los ataques perpetrados contra la localidad de Liman, en la zona más oriental. No obstante, ha aseverado que a pesar de las dificultades, la parte rusa tiene la situación «bajo control». Además, ha indicado que han logrado avanzar en «ciertas zonas» aunque no las ha enumerado.
