El Gobierno vasco beneficia a los etarras antes que a otros presos al conceder terceros grados
Desde que obtuviera las competencias para la gestión de sus prisiones, el Ejecutivo ha favorecido a los miembros de la banda con mejores condiciones
El lehendakari, Iñigo Urkullu. | Iñaki Berasaluce (Europa Press)
El Gobierno vasco obtuvo las competencias para la transferencia de la gestión penitenciaria el pasado 1 de octubre de 2021, cuando alcanzó un acuerdo para gestionar las prisiones de Basauri, Zaballa y Martutene. Desde entonces, los datos revelan que en este periodo se han trasladado y beneficiado a múltiples presos de la banda terrorista ETA que han recibido terceros grados y beneficios en los cambios de régimen por encima de otros presos que cumplen condena por otro tipo de delitos.
Tal y como relata el diario ABC, en el año que el Ejecutivo vasco ha sido el responsable de gestionar sus prisiones, se cuentan a 116 condenados por pertenencia a la banda terrorista cumpliendo su condena en cárceles de la comunidad. De ellos, 36 –un 31% del total– se encuentran disfrutando un régimen de semilibertad, entre los que hay que especificar que 28 se encuentran en régimen de tercer grado (por el que solo pasan la noche en los centros).
El detalle más ilustrativo de la gestión de las prisiones en este periodo es que 25 de las 36 progresiones se han concedido durante el año en el que el Gobierno central cedió la gestión.
El Gobierno vasco niega beneficiar a etarras
Aunque el Ejecutivo del lehendakari Íñigo Urkullu ha tratado de justificar que en total se han realizado 457 progresiones de grado y que solo el 5% han sido en favor de los condenados por pertenencia al grupo terrorista, los datos confirman que los presos que más se han beneficiado de este sistema han sido ellos, ya que, en proporción, son los que reciben más progresiones (hay un total de 1.496 condenados en los tres centros, pero apenas el 25% lo hacen en un régimen abierto o semiabierto, lo que demuestra que los exmiembros de ETA obtienen hasta cinco puntos más de este tipo de beneficios).
Estos beneficios penitenciarios se han dado, incluso, en reclusos que no han mostrado arrepentimiento por estas acciones, como es el caso de Unai Fano, en tercer grado desde el mes de febrero.
La consejera de Justicia, Igualdad y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, trató de defender durante la jornada del martes que el Ejecutivo vasco no ha legislado en favor de estos reclusos y que todas las progresiones se realizan tras recibir «informes profesionales individualizados» y a través de criterios técnicos que no pudo especificar.
Otra de las anomalías que relata el citado medio es la laxitud con la que el Gobierno de la comunidad gestiona los acercamientos de presos de ETA, incluidos aquellos que cuentan con delitos de sangre como los etarras Henri Parot o Francisco Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote‘, dos de los más sanguinarios. Tal y como relata Etxerat, uno de los colectivos vinculados a la izquierda abertzale, ya solo quedan 32 presos en cárceles fuera de País Vasco o Navarra.
