Los Gobiernos central y vasco, enfrentados por un «macrocentro» de refugiados en Vitoria
El delegado del Ejecutivo en el País Vasco ha advertido de que palabras como macrocentro y guetización pueden «deteriorar la convivencia»
Los gobiernos central y vasco han mostrado en público su discrepancias por la intención del Ejecutivo español de crear un centro de acogida a personas refugiadas en Vitoria en un edificio que lleva una década en desuso y que es propiedad de la Seguridad Social.
En los últimos días Gobierno Vasco, Diputación de Álava y Ayuntamiento de Vitoria -instituciones gobernadas por PNV y PSE- ya habían han rechazado un «macrocentro» con 350 plazas para atender a refugiados. La discusión ha subido de tono este jueves con cruces de reproches entre ambos gobiernos.
Así, el delegado del Ejecutivo central en el País Vasco, Denis Itxaso, ha advertido de que palabras como macrocentro y guetización -usadas por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ayer para rechazar este modelo de acogida- pueden «deteriorar la convivencia y no responden a la realidad del sistema de acogida», al tiempo que entrañan un «riesgo de abonar determinados discursos de rechazo».
Ha pedido no usar este centro, que se ubicará en la antigua clínica Arana de Vitoria en desuso desde hace una década, «como munición electoral ni mezclarlo con el proceso de transferencia de competencias» y ha asegurado que el proyecto llega «precedido de un diálogo con las administraciones vascas» que, según ha dicho, conocían el proyecto del Gobierno central.
Artolazabal ha respondido a Itxaso que el Gobierno Vasco no tenía el «detalle» del proyecto aunque ha reconocido que sí se recibió información de manera «informal» en una reunión online en la que se habló de aumentar en País Vasco las plazas para refugiados, algo con lo que estaba de acuerdo el Ejecutivo autonómico.
Tras asegurar que no quiere «polemizar» con este asunto por ser una materia «tan sensible», la consejera ha anunciado que ha enviado una carta al ministro de ramo, José Luis Escrivá, para transmitirle «en tono conciliador» que al Gobierno Vasco le habría gustado que se hubiera «contrastado» con él este proyecto.
Además de los gobiernos, tanto el PNV como el PSE se han cruzado este jueves reproches por este centro que tendrá 350 plazas y costará 14,1 millones.
Las obras de adecuación podrían comenzar en julio y estar concluidas 16 meses después. Se trata de un nuevo recurso incluido en el Plan Estratégico del Ministerio de Inclusión para aumentar la capacidad del sistema de acogida.