Zapatero toma partido por Podemos en el 'sí es sí' y aconseja a Montero mantener la «calma»
El expresidente socialista trabaja activamente para que la irritación de los ‘morados’ por los movimientos del PSOE no acabe en una ruptura de la coalición
El expresidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, ha decidido tomar partido por Podemos en la polémica sobre la Ley de Libertad Sexual, también conocida como ley del solo sí es sí. En la formación morada aseguran que Zapatero está respaldando su enfoque desde hace semanas, y que incluso ha intentado interceder con referentes del cuartel general de Pedro Sánchez para calmar las aguas. El propio expresidente ha transmitido al entorno de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que sepa mantener la «calma» y la «tranquilidad».
El pasado lunes, el Gobierno intervino en el debate sobre la ley estrella de la ministra de Igualdad, Irene Montero. Asumió de golpe la necesidad de modificar el texto de la norma con otra iniciativa parlamentaria. Los términos empleados por los socialistas preocuparon a Igualdad, que dejó claro su veto a que se debata sobre el «consentimiento». Los morados rechazan asumir modificaciones que incluyan agravantes de pena en los casos en los que las víctimas prueben el uso de intimidación y violencia (Sostienen que de esta forma se volvería al enfoque anterior a la ley actual).
El papel de Zapatero en los últimos meses o semanas se puede adscribir al del negociador entre los dos segmentos del Gobierno en lucha. Zapatero buscó primero una pacificación entre Podemos y el PSOE en otros asuntos internos al Ejecutivo, y después lo intentó en la pugna entre el sector de Yolanda Díaz y el de Irene Montero y Pablo Iglesias, tal y como desveló en exclusiva THE OBJECTIVE.
En Podemos apuntan al hecho de que, debido a su papel de consultor en países de América Latina (Venezuela entre ellos), Zapatero tiene un interés personal en que la coalición no se rompa. Las fuentes consultadas mencionan su actividad de consultor y lobista en el sector de la cooperación internacional (Cáritas, Once, empresas españolas activas en el subcontinente) o foros políticos como el Grupo de Puebla. El expresidente mantiene su influencia gracias a que socialistas y morados siguen en el poder, y de ahí su interés en que el choque no vaya a más, aunque tome partido por Montero.
Interés personal sobre la coalición
El respaldo de Zapatero a la ley del solo sí es sí llamó más la atención en Podemos porque el pasado martes el expresidente aceptó ser entrevistado en el podcast de Pablo Iglesias, La Base. Era el día más delicado de la polémica y Zapatero intervino en el cierre del programa para recordar que, durante la promulgación de su Ley sobre la violencia de género (2004), él y sus ministros recibieron críticas feroces por parte de un segmento de la sociedad y de la magistratura. Y reivindicó que finalmente el tiempo le ha dado la razón.
«Cada derecho abre otro derecho», dijo Zapatero, a la vez que aseguró que «la jurisprudencia evolucionará» y que, por lo tanto, Irene Montero debe ahora mantener la «calma» y «tranquilidad» para evitar escenarios de ruptura de la coalición. Las palabras de Zapatero fueron recibidas con alivio en el cuartel general de Podemos, y hasta se convirtieron en un eje del relato de los morados para negar cualquier tipo de error en la redacción de su ley estrella. La ministra Montero comparó su ley del solo sí es sí con la de violencia de género en una entrevista en TeleCinco.
«Super a favor» de la ley
Zapatero pidió a Irene Montero aguantar y resistir a las críticas pocas horas antes de que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pidiera a sus compañeros de bancada «cuidar la coalición». El aviso fue recibido con irritación en las altas esferas de Podemos, ya que se interpretó que sus palabras se dirigían más a Montero que a los demás ministros socialistas.
A nivel oficial, Podemos niega que exista un conflicto abierto con la vicepresidenta segunda (el partido confía llegar a un preacuerdo para las autonómicas que desbloquee las listas para las generales), aunque la realidad es que hablar de «distensión» es objetivamente, hoy en día, todavía prematuro. También Zapatero se mostró consciente de la gravedad de la fractura interna al Ejecutivo. «Yo tendría calma», dijo para referirse a Montero, después de asegurar que él está «super a favor» de la ley del solo sí es sí.
Además de Zapatero, Podemos también ha recibido el apoyo de Bildu. Los abertzales saben que el pacto de coalición incrementa su llegada a los círculos de poder de la capital. Si antes el PNV era considerado el único actor vasco influyente en Madrid, ahora Bildu presume de haberse convertido en un elemento clave para la estabilidad del Ejecutivo. Los lobbies y grupos de interés manifiestan un interés creciente por su actividad parlamentaria. Este hecho ha sorprendido positivamente a sus dirigentes, que pujan para que Podemos mantenga su peso específico en el Consejo de Ministros.
El vicepresidente Pablo Iglesias se lo había comentado a los representantes de Bildu en 2020, durante las reuniones del primer presupuesto del Gobierno de coalición: quien no forma parte de la mayoría, no accede a su trozo de tarta. Es por esa razón por la que en Podemos descartan ahora saltos al vacío. Su prioridad de centra en llegar a algún tipo de acuerdo con el PSOE y que el PP lo rechace, para evitar una desautorización definitiva para Irene Montero. Aunque será la historia la que dirá si Podemos escucha la apelación de Zapatero a la «calma» y «tranquilidad».