La Complutense retira el busto del ministro de Franco que depuró a miles de maestros
La escultura de José Ibáñez Martín, que ocupó la cartera de Educación entre 1939 y 1951, estaba situada frente al Arco del Triunfo de Moncloa
Busto del José Ibáñez Martín en la Complutense. | Cedida por la ARMH
José Ibáñez Martín ha desaparecido de la Universidad Complutense de Madrid. El busto del que fuera ministro de Educación en la primera etapa del franquismo fue retirado la noche del lunes. Una portavoz de la institución ha explicado a THE OBJECTIVE que se ha quitado «por motivos de seguridad» y que está guardado en un almacén. La escultura del responsable de la depuración de miles de maestros durante la dictadura ha estado ubicada durante seis décadas frente al Arco del Triunfo de Moncloa pese a las quejas de las víctimas del régimen.
«No es comprensible que en una democracia con 45 años de vida un ministro fascista que arruinó por persecuciones políticas la carrera de miles de maestros tuviera un monumento en la entrada de una universidad pública», lamenta Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). La organización ha sido la primera en advertir que faltaba el busto situado en la Complutense.
La ARMH define a Ibáñez Martín, ministro de Educación entre 1939 y 1951, como «filonazi, gran inquisidor y represor del magisterio». En un hilo publicado en Twitter, la asociación le reprocha que «reprimió y castigó a miles de enseñantes que no habían apoyado el golpe de Estado del 18 de julio de 1936». Los expertos estiman que el franquismo purgó a unos 20.000 maestros, un tercio de los que había en ejercicio antes de que comenzara la contienda.
Un almacén de la Complutense
Un estudio reciente de José Pedro Marín García de Robles y Álvaro Moreno Egido para el Ministerio de Educación describe la depuración como un proceso para deshacerse de los educadores menos proclives al nuevo régimen, ya que «las Escuelas de la Nueva España han de ser continuación ideal de las trincheras de hoy; han de recoger su espíritu exaltado y juvenil y han de prolongar en el futuro de esta Guerra de ahora en la que combaten más que enemigos circunstanciales».
En una circular de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado firmada por José María Pemán en diciembre de 1936 se informaba a los miembros de las Comisiones Depuradores que era «preciso combatir el sistema seguido desde hace más de un siglo» y culpaba de todos los males a la Institución Libre de Enseñanza.
Ibáñez Martín firmó órdenes, como la del 23 de noviembre de 1939, para sancionar a los maestros, pero no fue el precursor de las purgas. Solo continuó el modelo desarrollado por un decreto de noviembre de 1936, aunque estas habían comenzado mucho antes por orden de las autoridades militares. Licenciado en Derecho y Filosofía y Letras por la Universidad de Valencia, fue catedrático de Geografía e Historia en el Instituto San Isidro de Madrid.
La Complutense explica la retirada del busto, solicitada durante años por las víctimas del franquismo, por un asunto de seguridad. La ley de Memoria Democrática, en vigor desde octubre, alude en su artículo 35 a la obligación que tienen las instituciones públicas para retirar símbolos de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar y la dictadura. Una recomendación que ya hacía la derogada ley de Memoria Histórica aprobada en 2007.
Diputado en la Segunda República
La escultura ha sido depositada en los almacenes de la Complutense. Su protagonista fue miembro de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas y colaboró con el dictador Miguel Primo de Rivera. Cuando tiene lugar la sublevación de Franco es diputado de la Segunda República por la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). Sustituyó en el ministerio de Educación a Pedro Sainz Rodríguez, que dimitió en abril de 1939.
La ARMH lamenta que, aunque haya desaparecido el busto de Ibáñez Martín, su biografía «sigue blanqueada y aséptica en la página web de la Complutense». Esta indica que fue presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) entre 1939 y 1967 y ocupó diferentes cargos como procurador en Cortes, embajador en Portugal y miembro de diferentes reales academias.
Miembro del Opus Dei, estaba vinculado con las corrientes más conservadoras de la Iglesia, por lo que favoreció la enseñanza religiosa. Franco le encomendó la dirección de una comisión histórica-jurídica para legitimar el golpe de Estado. La Junta de Gobierno de la Universidad Complutense encargó la escultura en 1948, tras convertir a la institución en el centro universitario de referencia durante el franquismo.
Las víctimas del franquismo apuntan la coincidencia de «la desaparición» del busto de Ibáñez Martín en la Complutense con un homenaje a Nicolás Sánchez Albornoz, que acaba de cumplir 97 años. El acto se celebrará el lunes 20 de febrero en la facultad de Filosofía y pretende honrar a uno de los autores de la pintada que les costó ser condenado a trabajos forzados en el penal del Valle de los Caídos, de donde escapó el mismo año que la universidad instaló la escultura del ministro franquista.
