Albares desespera a diplomáticos y sindicatos con el retraso en el reglamento de la carrera
UGT arremete contra el ministro por mantener «la arbitrariedad, el oscurantismo y el clientelismo» en los nombramientos para destinos en el exterior
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. | Foto: EP
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, está desesperando tanto a los diplomáticos como a los sindicatos de su departamento por el retraso en la aprobación del reglamento de la carrera diplomática, una norma con la que se busca dar más transparencia y previsibilidad a la designación de puestos en el extranjero, inclusive los embajadores.
El subsecretario del ministerio, Luis Cuesta Civis, se reunió el pasado 17 de enero con la junta directiva de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), a la que informó de que el citado reglamento vería la luz «muy próximamente», si bien no afectaría en este 2023 al ‘bombo’, la convocatoria anual de puestos en el extranjero que Exteriores da a conocer en abril, por lo que la decisión que adopte Albares seguirá rigiéndose por la normativa vigente que data de 1993, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.
El problema es que van pasando las semanas y el texto no termina de llegar al Consejo de Ministros. En este sentido, las citadas fuentes ven muy difícil que el reglamento se apruebe antes del ‘bombo’. La redacción de la nueva norma por parte de Albares viene motivada por la decisión del Tribunal Supremo en noviembre de 2017 de anular por defecto de forma del texto aprobado en julio de 2014 por el Gobierno de Mariano Rajoy, al entender que no había sido sometido a negociación colectiva tras un recurso presentado por el Sindicato Independiente del Servicio Exteriores del Estado (SISEX).
El proceso para tener un nuevo reglamento se inició con Arancha González Laya como ministra de Exteriores, pero se ha dilatado en el tiempo y acecha el final de la legislatura. Europa Press indicó en octubre que la norma estaría lista antes de Navidad, si bien fuentes del ministerio reconocieron entonces que un texto de estas características entrañaba dificultades puesto que «hay que someterlo a varios procesos de consulta que ralentizan los tiempos».
Los sindicatos critican la «opacidad» de Albares
Precisamente los sindicatos de Exteriores se reunieron este lunes con altos cargos del Ministerio de Hacienda y Función Pública para trasladar su malestar por la «opacidad» con la que se está comportando, a su juicio, el departamento de Albares en este asunto. Varios representantes sindicales adelantaron en dicha reunión que recurrirán de nuevo ante la Justicia el texto que se apruebe.
El principal punto de fricción está en la libre designación para decidir los puestos en el exterior. Si bien la mayoría de sindicatos apoyan este sistema, también reclaman una «vigilancia» del mismo para que no se convierta «en arbitrariedad ni amiguismo». UGT fue el más beligerante en este punto ya que este miércoles distribuyó un comunicado a todo el personal del ministerio, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, en el que critica «el oscurantismo y el clientelismo» del ministerio.
«Sigue encerrando en una concepción de ministerio-cortijo del grupo dominante, en el que la obediencia ciega, el oportunismo y el amiguismo imposibilitan una carrera basada en los méritos y los conocimientos, como únicos baremos para los nombramientos», se quejó este sindicato ante la actitud de Albares, por lo que UGT consideró que «la carrera diplomática debe estar al servicio del Estado, de España, no de los intereses egoístas y espurios de la camarilla de turno y, como dijo un subsecretario, ‘sus amiguetes’».
Los sindicatos también han reclamado a Exteriores que aquellas personas que encabecen una inspección de servicio en una embajada o un consulado estén «en posesión de la certificación acreditativa» que expide el Instituto Nacional de Administración Pública. El departamento de Albares ha decidido enviar al diplomático Alonso Dezcallar a la embajada en los Países Bajos sin que tenga esa certificación pertinente, con el fin de que investigue las quejas laborales que se han conocido en los últimos meses de trabajadores de la legación diplomática contra la embajada, Consuelo Femenía, y su número dos, el ministro consejero Jorge Ávila, según desveló THE OBJECTIVE a mediados de febrero.
El ministro ha mantenido sin apenas cambios el borrador de reglamento que heredó de su antecesora. Una redacción que puso en guardia a la ADE, que aglutina al 70% de los miembros de la carrera diplomática, por la inclusión del concepto de diversidad entre los principios para acceder a ella, junto a los de igualdad, mérito y capacidad.
No por el hecho de que aparezca en la introducción o preámbulo como «principio informador», pues esta asociación está a favor de la propia diversidad y condena todo tipo de discriminación, sino por el temor de que el articulado abra la puerta al establecimiento de cuotas y a que el reglamento sea impugnado otra vez ante los tribunales y se repita el fiasco judicial de hace cinco años.
En la actualidad, en cada convocatoria anual para convertirse en diplomático hay dos plazas reservadas para candidatos que acrediten una discapacidad. Una iniciativa para corregir la discriminación que históricamente han sufrido estas personas. Si estos candidatos no logran superar los exigentes exámenes, las citadas plazas quedan vacantes. Ahora, con la diversidad que defiende Albares, se abrirían otras opciones similares, en opinión de la ADE.
