Montero plantea perseguir la gestación subrogada también en el extranjero
La ministra ha estimado que los vientres de alquiler son muestra de la desigualdad y ha cuestionado que haya mujeres que lo hagan de forma altruista
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha insistido este miércoles en que la gestación subrogada no es legal y es una forma de violencia contra las mujeres y ha afirmado que, en su opinión, se debería cambiar la ley para que los contratos fueran también perseguibles en el extranjero.
«Los cuerpos de las mujeres ni se venden ni se alquilan», ha manifestado en el pleno del Congreso en respuesta a Ciudadanos, formación que defiende prácticamente en solitario aprobar una ley que regule la gestación subrogada altruista.
El debate ha llegado al pleno en el día en el que la actriz Ana Obregón ha presentado el libro en el que relata la enfermedad de su hijo y ha desvelado que antes de morir éste le dijo que quería tener hijos aunque no estuviera, pero nadie ha citado su caso concreto.
Montero ha estimado que los vientres de alquiler son muestra de la desigualdad, ha cuestionado que haya mujeres que se presten a firmar ese tipo de contratos sin una necesidad económica y ha recordado las sentencias del Tribunal Supremo que consideran esta práctica incompatible con la dignidad humana, con niños «cosificados» y tratados como objetos.
El diputado de Ciudadanos Guillermo Díaz ha cuestionado que Igualdad defienda la libertad de una mujer para abortar y no para gestar –«mi cuerpo es mío y el tuyo también», ha señalado como si fuera la ministra- y se ha mostrado convencido de que aunque están solos en el Congreso, millones de ciudadanos piensan como ellos ante esta cuestión.
Tras cargar también contra la bancada de la derecha, ha comparado a quienes se oponen a la gestación subrogada con quienes se opusieron a la fecundación in vitro o a la investigación con células madre, «políticos que lastran a su sociedad».
Pero Montero le ha replicado que no es esa la vía para apoyar a la familia, sino medidas como la regulación del alquiler o la ley de familias impulsada por Derechos Sociales.
Sentada a su lado, la ministra Ione Belarra había defendido minutos antes su proyecto de ley, desvelando que ha llegado dentro del Gobierno tan lejos como ha podido y reconociendo que, en algunos asuntos, le habría gustado avanzar «mucho» más.
Belarra ha apelado a los grupos parlamentarios a apoyar la tramitación de la ley para poder aprobarla cuanto antes.