Barbón descarta un vuelco en Asturias y confía en mantener el Gobierno pese al voto exterior
Este viernes se inicia el recuento de los más de 36.000 votos de los que pende la balanza. El PSOE asturiano está «prudente pero tranquilo».
En la noche electoral del 28-M, mientras se engrosaba la lista de feudos caídos en favor de la derecha (Comunidad Valenciana, Extremadura, Canarias, Baleares, Aragón, La Rioja y Cantabria), siete votos de diferencia motivaron que la cúpula del PSOE contuviera la respiración hasta el final del escrutinio ante la posibilidad de perder el bastión socialista del Principado de Asturias. El suspiro de alivio pasada la frontera del 98% escrutado se entrecortó cuando alguien de la cuarta planta de Ferraz recordó cuando, en 2012, el PSOE se alzó con la presidencia asturiana en 2012 gracias al voto exterior. La importancia que el recuento de los votantes residentes fuera de España tienen en una región con un 14% del censo registrados en el CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes), especialmente en Iberoamérica, es clave y tiene en vilo a PSOE y PSOE desde la noche del domingo.
Este viernes se procederá al recuento de esas papeletas que podrían superar la cantidad de 35.000. El PP sólo necesitaría 935 votos en la zona oriental de Asturias para que haya vuelco en la región por el estrechísimo margen de un sólo diputado, que pasaría del bloque de la izquierda -PSOE (19), IU-Más País-IAS (3) y Podemos (1)-, al bloque de las derechas: PP(17), Vox (4) y Foro Asturias (1).
Adrián Barbón, prudente confiado
La balanza está oscilante y a la espera de estabilizar sus números este mismo viernes, aunque el presidente de Asturias, el socialista Adrián Barbón, está tranquilo y confía en mantener la suma de izquierdas necesaria para revalidar su mandato, según ha podido saber THE OBJECTIVE. Fuentes de su entorno sostienen: «No parece que habrá cambios», porque el voto exterior suele beneficiar siempre a los socialistas. Por ello el recuento de este viernes se afronta con relativa tranquilidad aunque, visto lo visto este 28-M sobre la distancia entre las expectativas y la realidad, «mejor siempre ser prudentes».
Desde el PP asturiano optan en cambio por el optimismo. «La partida no ha terminado», manifestó públicamente el lunes el secretario general del PP asturiano, Álvaro Queipo, abriendo la puerta a un cambio político en la región. No en vano, el candidato del PP, Diego Canga, intentó conquistar el voto emigrante con visitas sobre el terreno a los votantes de Chile, México y Europa, donde el PSOE siempre ha obtenido un resultado favorable y decisivo para lograr que Asturias haya sido un feudo histórico socialista salvo las anécdotas del Gobierno de PP y Francisco Álvarez Cascos en 2011 y 2012.
Génova es reticente
El pasado lunes, el candidato popular afirmó en su visita a Génova que se encontraba «a pocas horas de poder gobernar porque el voto exterior va a tener una importancia decisiva y nosotros lo hemos trabajado». Sin embargo, en privado en Génova son bastante coincidentes con el criterio socialista en mostrar escepticismo con la opción de un vuelco que permita a los populares volver a la presidencia del principado. «No parece», deslizan las fuentes consultadas sobre las posibilidades que pudiera arrojar el recuento de estos votos, que comenzarán este viernes a las 8.00 y podrían alargarse hasta el sábado.
De hecho, los socialistas no descartan incluso sorpresas en el sentido de alcanzar el escaño 20 que han perdido en el voto presencial, ante la traslación de su superioridad también en el voto emigrante. En cambio, también podrían provocar un efecto inesperado y perjudicial con sus socios de Podemos e IU, que apenas rebasaron el umbral mínimo de representación y que podrían quedarse fuera si no obtuvieran el mismo porcentaje de votos en el recuento del CERA, imposibilitando sus opciones de formar gobierno. En el principado confían en que esto es posible, pero poco probable.