El pacto valenciano se aceleró para poder recolocar al candidato de Vox en la lista del 23-J
El plazo para la presentación de las candidaturas se abre hoy y la formación de Abascal tenía prisa para darle una salida a su líder vetado
La rapidez con la que el Partido Popular y Vox cerraron ayer miércoles el acuerdo de gobierno en Valencia tenía una razón de peso, sobre todo para la formación política que preside Santiago Abascal: la necesidad de recolocar al candidato en Valencia, Carlos Flores, como número uno en la lista de Vox al Congreso de los Diputados, según ha podido saber THE OBJECTIVE. El plazo para la presentación de las listas se abre hoy jueves y se cierra el lunes, y una vez que el PP lo vetó para entrar en el gobierno que encabezará Carlos Mazón, tras ser condenado hace veinte años por acoso sicológico a su mujer, había que recolocarlo.
Esta circunstancia precipitó el acuerdo que le permitía a Vox dar una salida digna a su candidato a la Generalitat valenciana. No hay otra explicación más cierta para explicar esta premura, ya que los populares habían manifestado en reiteradas ocasiones que no tenían prisa en cerrar los acuerdos autonómicos. Unos pactos que dejó en manos de las direcciones regionales, ya que el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, siempre dejó claro que no iba a intervenir en estas negociaciones.
El empujón definitivo para acelerar el pacto lo dio el portavoz del PP, Borja Sémper, cuando se descolgó el pasado lunes con unas declaraciones en las que marcaba la «línea roja» de la negociación con Vox en Valencia, como era la condena al candidato de Vox. Sémper actuó «por libre», señalan algunas fuentes, y cometió un «error», pero sus palabras han terminado por ser la espita que desencadenó un final que beneficia al PP.