Encuesta | ¿A quién debería facilitarle la Alcaldía de Barcelona el Partido Popular?
A pesar de ser la quinta fuerza del Ayuntamiento, los ‘populares’ se han convertido en una fuerza clave para decantar la balanza en el Consistorio barcelonés
Cuenta atrás para la formación de los Ayuntamientos en España en los que este sábado deberán elegir a los nuevos alcaldes que gobernarán en los municipios durante los próximos cuatro años. Aunque una gran mayoría de los Consistorios ya conocen quien será el regidor, todavía quedan muchos como Barcelona, Orense, Vitoria, Palma de Mallorca, Valladolid, Jaén, Guadalajara, Cáceres, Pamplona y Gerona que todavía están en el aire.
Sin duda, el de Barcelona es uno de los Ayuntamientos que más expectación levanta al tratarse de la segunda ciudad de España y los distintos pactos que pueden tener lugar en el Consistorio.
El resultado de las elecciones fue el siguiente: Junts per Catalunya con Xavier Trias, 11 escaños, el PSC de Juame Collboni, 10 escaños, Barcelona en Común con Ada Colau, nueve escaños, ERC con Ernest Maragall, cinco escaños, el PP con Daniel Sirera, cuatro escaños, y finalmente Vox con Gonzalo de Oro-Pulido, dos escaños.
A pesar de ser la quinta fuerza del Ayuntamiento con cuatro concejales, el Partido Popular se ha convertido en una fuerza clave para decantar la balanza en el Consistorio barcelonés. Tanto Xavier Trias como Jaume Collboni necesitan que los votos del PP faciliten su investidura, tanto activamente como pasivamente, es decir, el candidato independentista necesita que los populares se voten a sí mismos, y así ninguna otra fuerza tenga mayoría absoluta, o le voten a él directamente.
Mientras que el PSC necesita que el PP vote a favor de su candidato, Jaume Collboni. Para ello, el PSC estaría fraguando un pacto con Barcelona en Común que le permitiese sumar sus votos y junto con los de los populares sumar la mayoría que le permita superar la barrera de los 21 concejales.
El problema para los socialistas parte de la negativa de los de Daniel Sirera a apoyar una investidura de Collboni que dé lugar a un posible gobierno en el que la vicealcaldesa pueda ser Ada Colau, una línea roja que los populares han marcado.