El PP, más cerca de aupar a Collboni: acepta pactos con Colau, pero exige apartarla
El candidato del PSC ha prometido a los comunes entrar en el gobierno de Barcelona si consigue ser alcalde, lo que chocaría con la oferta del PP
El Partido Popular sigue negociando «in extremis» una salida a la gobernabilidad del Ayuntamiento de Barcelona, siempre y cuando quede en manos de partidos constitucionalistas, en este caso el PSC, cuyo candidato Jaume Collboni quedó en segunda posición con 10 concejales, siendo superado por Xavier Trías de Junts Per Catalunya con 11 ediles, Ada Colau con 9, ERC con 5, PP con 4 y Vox con 2. Si no hay una mayoría absoluta de 21 concejales, que hasta ahora no ha sido posible, el próximo sábado será investido alcalde el independentista Xavier Trías.
La solución pasa porque Collboni no acepte que Ada Colau, ni ningún miembro de Barcelona en Comú, entre a formar parte del gobierno municipal, como así le pide el candidato popular, Daniel Sirera. El Partido Popular abre otra vía para desbloquear la situación, como es que el candidato socialista «unas cosas las pueda pactar conmigo, otras con Trías, otras con Colau, pero no meterla en el Gobierno. Que las políticas de Colau no se lleven a cabo desde el Gobierno», apuntan a THE OBJECTIVE fuentes de los populares catalanes.
Apartar a los comunes del Gobierno es algo que, por el momento, no parece posible. De hecho, el propio Collboni ha pedido este mismo jueves a BComú que facilite su investidura como alcalde: «Ahora es el turno de los comunes, si votan mi investidura habrá alcalde de izquierdas en Barcelona».
En un acto este jueves acompañado por los miembros de su candidatura y de la Federación del PSC en la sede del partido, ha avisado de que «sólo hay dos opciones: un alcalde de Junts con minoría fruto de un pacto independentista o un alcalde del PSC con capacidad de articular mayorías». «Pido explícitamente a BComú responsabilidad y estar a la altura haciendo posible mi investidura como alcalde. Seré muy claro: si soy escogido alcalde, formaré un gobierno con los comuns«, ha asegurado.
48 horas para tomar una decisión
Ante esta situación, los populares afirman a cuarenta y ocho horas de la sesión de constitución del Pleno municipal y la elección del alcalde, que la pelota está en el tejado de los socialistas en el sentido de que «Collboni sea capaz de convencer a los de Colau de que le apoyen y no estén en el Gobierno y eso nos permite poder votar a Collboni y tenemos un alcalde, entre comillas, constitucionalista, aunque no del todo»
El presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, ha desvelado que su candidato a la alcaldía de Barcelona, Daniel Sirera, y el socialista, Jaume Collboni, negocian un «acuerdo sensato» para gobernar la capital catalana, aunque sobre la mesa se encuentra el veto a la actual dirigente de la ciudad, Ada Colau. «A jueves, a primera hora de la mañana, el señor Sirera y el señor Collboni todavía están hablando», ha dicho en una entrevista en La 2 y Ràdio 4 de este jueves recogida por Europa Press, en la que ha expresado confianza en el liderazgo del popular de las negociaciones.
Fernández ha defendido que todas las partes deben hacer sesiones y ha reflexionado: «Hacer alcalde a alguien del PSC no es tampoco aquello, un placer, como usted se puede imaginar». En un primer momento, desde las filas populares ya habían pedido que para sellar este acuerdo la hasta ahora alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y su partido, debían estar fuera de la ecuación.
Evitar la influencia de Puigdemont
También ha erigido el acuerdo como una herramienta para «evitar el riesgo de que Waterloo gobierne Barcelona», en referencia al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, residente en Bélgica. Cabe recordar que el anterior pacto en la Diputación de Barcelona entre PSC y Junts per Catalunya supuso que la mujer del exmandatario catalán, Marcela Topor, pudiera continuar al frente de su programa en la televisión pública de Barcelona.
Fernández ha abogado por que sea la lista más votada la que gobierne, si bien ha insistido en que ello debe ser un acuerdo alcanzado y respetado también por los socialistas: «Las normas son para todos o para ninguno», ha avisado.