Feijóo solivianta a las prostitutas: saldrán a la calle si continúa con el abolicionismo del PSOE
La intención del presidente del PP de volver a impulsar la norma contra la prostitución enoja al sector, que ya baraja movilizaciones para finales de año
Las prostitutas están muy calientes con Alberto Núñez Feijóo. El presidente del Partido Popular maneja, mutatis mutandis, una agenda de Igualdad muy similar a la que han seguido PSOE y Unidas Podemos a lo largo de esta legislatura. Esto implica que el dirigente gallego está dispuesto a abolir la prostitución, que es una de las normas que se quedaron en el tintero: los socialistas renunciaron a ella para evitar el escarnio tras el caso Tito Berni. El sector avisa: si el PP llega a Moncloa y continúa esta senda, se movilizarán fuertemente a finales de año.
Tanto desde la Asociación de Trabajadoras Sexuales (ASTRAS) como desde la Plataforma Stop Abolición, las dos asociaciones que representan a las prostitutas, adelantan a THE OBJECTIVE su intención de manifestarse contra un futurible Gobierno del PP que continúe la senda abolicionista. «Estamos dispuestos a salir a la calle si vuelven a presionar al sector», admiten en referencia a las manifestaciones que tuvieron lugar el año pasado ante Ferraz y el Congreso de los Diputados.
El hemiciclo sería, precisamente, el enclave escogido por Susana Pastor, presidenta de ASTRAS, para una concentración multitudinaria en octubre. La madame, activista en favor de los derechos de las trabajadoras sexuales, adelanta que «si en su día pedimos a Carmen Calvo y a Irene Montero que se sentaran a hablar con nosotras, lo haremos ahora con Cuca Gamarra», que es la portavoz oficiosa del PP en Igualdad.
Su capacidad de movilización está más que acreditada. El pasado mes de septiembre, congregó a miles de personas del sector -entre prostitutas, limpiadoras, camareras, recepcionistas y responsables de burdeles, anunciantes…- para pedir a Pedro Sánchez «libertad» para ejercer su profesión. También ha conseguido que centenares de trabajadoras sexuales firmen para avalar la candidatura de Caminando Juntos, el nuevo partido de Macarena Olona, a las elecciones generales del próximo 23-J.
Mientras tanto, desde la Plataforma Stop Abolición adelantan que están a la espera de conocer la postura oficial del PP, que se encontraría en un debate entre sus «dos almas»: la abolicionista y la regulacionista. La primera de ellas, de todos modos, es la que se impuso la pasada legislatura, cuando los populares votaron en el Congreso en favor de la ley abolicionista. Si esta se sigue imponiendo, saldrán a la calle.
Así lo hicieron el pasado verano, cuando plantearon todo un verano caliente –con una movilización muy exitosa ante la sede socialista de Ferraz– contra PSOE y Unidas Podemos por su empeño abolicionista. «Que tomen nota en Génova 13», avisan.
Sin representación
El sector de la prostitución se encuentra ahora mismo huérfano de representación política, tras la desaparición de Ciudadanos, que no concurrirá a las próximas elecciones generales. Tan sólo Macarena Olona, presidenta de Caminando Juntos, se ha mostrado abiertamente partidaria de la regularización, aunque las posibilidades de que su nuevo partido obtenga representación son más bien escasas, según ha adelantado este medio y admiten desde el entorno de la abogada del Estado.
Ante la proximidad de las elecciones generales del 23 de julio, la Plataforma Stop Abolición adelanta a THE OBJECTIVE que va entregar en los próximos días en las sede de todos los partidos que concurren a las elecciones una propuesta legislativa, y pedirán que se pronuncien al respecto. Su respuesta determinará la recomendación de voto para las miles de personas afectadas, y también que empiecen a preparar su calendario de movilizaciones para finales de año.
Aunque ASTRAS y la Plataforma Stop Abolición difieren en las formas, concuerdan en que la abolición de la prostitución enviaría a la clandestinidad a unas 120.000-150.000 personas, según cálculos de los organismos públicos (Seguridad Social y Agencia Tributaria) y expertos académicos. Además, denuncian que esta «ofensiva puritana» no tiene en cuenta las consecuencias criminales que han tenido leyes similares en países como Francia, Suecia, Irlanda o Noruega, donde la prostitución ha seguido ejerciéndose, pero la violencia se ha disparado contra las prostitutas.