Génova no intervendrá en el pacto con Vox en Extremadura a pesar de la polémica en Valencia
La candidata María Guardiola mantiene su independencia en la negociación y su «total libertad» para cerrar el acuerdo con la formación de Abascal
La presidenta del Partido Popular de Extremadura, María Guardiola
La dirección nacional del Partido Popular no cambiará su estrategia a la hora de dejar libertad a sus candidatos para negociar pactos de gobierno, a pesar de la polémica que se ha generado en Valencia tras el acuerdo con Vox. Tras la Comunidad valenciana, la siguiente región en intentar un pacto con la formación de Abascal es Extremadura, y aunque se había extendido el rumor de que Génova iba pilotar estos contactos, para que no sucediera otra vez la incómoda situación de Valencia, las fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE lo niegan: «María Guardiola negocia con total independencia y libertad y está ejecutando la negociación con auctoritas«
Las alarmas saltaron en Génova cuando el número dos de la formación de Abascal, José María Llanos, aseguró que la violencia de género «no existe». Días antes, Vox tuvo que retirar al candidato a la presidencia de la Generalitat, Carlos Flores, al desvelarse que fue condenado hace 20 años por «maltrato psicológico» a su mujer. Para facilitar el acuerdo con el PP, Vox optó por desplazarlo a la candidatura al Congreso de los Diputados.
El malestar se extendió por la formación popular, ya que este último movimiento de prescindir del cabeza de lista de Vox se le había pedido a esta formación política con el objetivo de evitar una legislatura bajo tensión y un «nuevo Gallardo», en alusión al vicepresidente de Castilla y León. A pesar de ello, los daños colaterales siguieron con el caso de Llanos, obligando incluso al presidente Feijóo a salir al paso para afirmar que la violencia de género sí existe.
En el caso de Guardiola, cuenta con todo el respaldo de la dirección nacional para llevar a cabo una negociación que, a tenor de lo sucedido este lunes, y que se mantenía sin cambios al cierre de esta edición, se presenta muy duro. Vox no aceptó el acuerdo que le presentó el Partido Popular, que incluía la Presidencia de la Cámara regional, ya que el objetivo de la formación de Abascal es entrar en el Gobierno, algo a lo que se niega Guardiola. Hay que recordar que el resultado de las elecciones autonómicas del 28-M arrojó un empate de 28 diputados para PSOE y PP, aunque los socialistas tuvieron 6.000 votos más; Vox consiguió cinco diputados y cuatro Podemos. La mayoría absoluta son 33, que solo pueden conseguir PP y Vox juntos.
«María Guardiola tiene independencia total y libertad para llevar a cabo estas negociaciones. Así ha sido desde el principio», aseguran estas fuentes populares para despejar dudas sobre un cambio de actitud de la dirección nacional sobre la dirigente regional. «Desde el minuto uno, María ha ejecutado toda esta negociación con auctoritas. Ella es la que está delante y detrás de todo esto por el interés de Extremadura. Los presidentes regionales tienen manos libres para negociar lo que mejor sea para sus regiones», insisten.
En el acuerdo rechazado por Vox no solo se le ofrece la presidencia de la asamblea, sino también unos puntos de consenso en el ámbito programático: rebaja integral de impuestos, defensa del campo extremeño, finalización de las infraestructuras estratégicas para la conectividad y el desarrollo, un pacto por una sanidad digna para todos los extremeños, pacto por la educación de calidad, libre y sin sesgo ideológico, fomento de la natalidad y apoyo de las familias, freno a la despoblación y a la marcha de los jóvenes, protección de los activos industriales e infraestructuras que están siendo amenazadas por motivos ideológicos, compromiso con la concordia y el respeto a la memoria de todos los extremeños y españoles, respaldo a las pymes e impulso al autoempleo, entre otras.
El tiempo empieza a agotarse para llegar al acuerdo PP-Vox. La sesión constitutiva de la Asamblea se celebra a las diez de la mañana de este martes. Después, la presidencia de la Asamblea debe proponer a un candidato para presidir la Junta en un plazo máximo de 15 días desde la constitución del Parlamento. Es decir, el 12 de julio como muy tarde. El candidato debe presentar su programa como máximo 15 días después de ser designado, es decir, el 27 de julio como máximo. Después del debate de investidura, se vota. En una primera votación hace falta mayoría absoluta. Si no la hay, 48 horas después basta con mayoría simple.
