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Política

Susana Pastor, la 'madame' de Olona: «Las feministas fomentan el odio a las prostitutas»

La presidenta de la Asociación de Trabajadoras Sexuales pedirá la regulación de la prostitución si llega al Congreso

Susana Pastor, la ‘madame’ de Olona: «Las feministas fomentan el odio a las prostitutas»

Susana Pastor, presidenta de la Asociación de Trabajadoras Sexuales y cabeza de lista de Caminando Juntos por Valencia. | Víctor Ubiña

Susana Pastor (Valencia, 1977) siempre ha llevado una vida frenética. Con 15 años tuvo al primero de sus dos hijos, que ya le ha hecho abuela a sus 46 años. Regentaba un salón de masajes (sic) y una tienda de ropa en Torrent, municipio natal de José Luis Ábalos, cuando se enteró de que PSOE y Unidas Podemos pretendían aprobar una norma para abolir la prostitución. Entonces se rodeó de muchas trabajadoras sexuales para crear ASTRAS, una asociación que, en un año de vida, ha llenado las calles y ha copado titulares por su lucha contra el abolicionismo.

Esto le ha merecido el reconocimiento de «la madame de España» o «la líder de las prostitutas». Una popularidad que vino con contrapartidas, como tener que cerrar su local por presiones. Pero como muestra del carácter frenético de su vida, Pastor ha abierto uno nuevo en Ibiza, planea reabrir el de Torrent, y ha aceptado la oferta de Macarena Olona para ser cabeza de lista de Caminando Juntos por Valencia. Lo hace, dice, «para llevar al Congreso de los Diputados la voz de las trabajadoras sexuales».

En la primera entrevista que concede tras su nombramiento, aparece -tras haber dormido «dos horas» y haber cogido un tren y un taxi hasta la redacción de THE OBJECTIVE– acompañada de Sandra, una prostituta venezolana. Juntas defienden su «libertad» para dedicarse al trabajo sexual, aseguran que jamás han conocido un caso de trata en su entorno cercano y cargan contra las feministas que, con «datos falsos», se han dedicado a «esparcir odio» sobre ellas: las trabajadoras sexuales.

Sandra, prostituta venezolana, junto a Susana Pastor, ‘madame’ . (Víctor Ubiña)

Se refieren, por ejemplo, a la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, que ha relacionado la prostitución con la «esclavitud» y con la «violación». Esta es la postura del Gobierno de Pedro Sánchez en esta materia, por cuanto, en su argumentario, un 80-90% de las mujeres que ejercen la prostitución en España son víctimas de trata. «¡Eso es mentira!», responden las trabajadoras sexuales al respecto, que aseguran que ese tipo de discursos «demonizan» al sector.

«Para hablar hay que conocer», expone Pastor, que considera que su mundillo «no es conocido», sino que está rodeado de clichés. Y abunda: «Una mujer feminista es la que ayuda a otra mujer. No la derriba y dice que su trabajo es indigno. ¿Cómo pueden juzgar a una mujer por un trabajo? Las trabajadoras sexuales no hacen daño a nadie».

Carmen Meneses o Mariona Llobet son antropólogas que se han dedicado a desmontar las «falacias» del discurso abolicionista, por cuanto las víctimas de trata en España serían entre un 10% y 12% de las mujeres que ejercen la prostitución. Pero Susana Pastor va más allá y asegura que, tras conversar con la UCRID, «que son quienes mejor pueden conocer el número», habría un 3,5% de trata. «Cada vez está bajando más porque los empresarios colaboramos con la UCRID», asevera.

Sea como fuere, las prostitutas son partidarias de que el futuro Gobierno investigue el sector y saque sus propias conclusiones. «Hemos pedido todo esto tiempo que se investigue, que vengan a nuestros locales a conocernos, y que lleguemos a un acuerdo para encontrar la mejor forma de que estas mujeres trabajen. No estamos pidiendo nada fuera de lo normal: sólo la regularización», zanja la madame.

El modelo neozelandés

Por todo lo expuesto, Susana Pastor pide al Gobierno abogado por el modelo neozelandés, que conceptualiza a las personas que ofrecen servicios sexuales como trabajadoras. Para ello impone algunas reglamentaciones a los empleadores mientras facilita la autoorganización de las trabajadoras mediante la figura de «pequeños burdeles». De esta manera evita regular o cargar con imposiciones difíciles de cumplir a las que ofrecen servicios sexuales de forma autogestionada para favorecer su acceso a derechos y mitigar la aparición de un mercado ilegal paralelo.

«El mejor modelo es el neozelandés, aunque estamos lejos», admite Pastor, que lamenta que España se esté acercando a otros países como Suecia o Francia, donde se aprobaron normas abolicionistas provocando, asegura, «que se haya disparado la criminalidad contra las trabajadoras sexuales». «Ha sido un desastre que va a suceder aquí», lamenta. «Pero aquí será aún peor», apostilla Sandra.

En este punto, la prostituta interrumpe con un dato -a ojo- que revoluciona la conversación: «Aquí sería peor porque me atrevería a decir que el 80% de los españoles busca nuestro servicio». ¿Qué servicio? «comprensión, cariño, sexo, felicidad… Son tantas cosas que no acabaría». ¿Y cómo son los puteros en España? «Son personas excelentes necesitadas de cariño, de comprensión, de sexo». Y Susana remata: «Muchas veces pagan solo para conversar; también somos psicólogas».

Sandra (i) y Susana (d), en un momento de la entrevista realizada por el periodista Marcos Ondarra. (Víctor Ubiña)

Macarena Olona y Caminando Juntos

Susana Pastor aún no habla politiqués. Su discurso se ciñe a la prostitución y admite que ni siquiera conoce el umbral de votos para sacar escaño por Valencia. No es su obsesión. «Yo ya tengo la vida resuelta», recalca. Pero si logra aterrizar en el Congreso de los Diputados, adelanta que donará parte de su sueldo a las víctimas de trata.

«Macarena Olona ha sido una tía valiente que vino a conocernos, dio la cara por nosotras, nos escuchó, que es lo que hace falta, y ella misma sacó su conclusión», dice justificando su presencia en Caminando Juntos. «Ella tiene claro que la prostitución no va a ser abolida por ley y espero que todo el equipo tome conciencia de lo importante que es no dejar a estas mujeres en el aire», abunda.

Si no sale electa diputada, seguirá adelante con su salón de mujeres en Ibiza -pronto abrirá otro- y con su tienda de ropa Le madame. Y, por supuesto, seguirá con su activismo en defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales, como ella gusta de decir. «Seguiremos luchando para que estas mujeres a los 65 años tengan una jubilación, para que cuando caigan enfermas tengan una baja laboral, o para que tengan paro si se quedan sin trabajo», zanja la madame de España. Y de Olona.

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