Feijóo revoluciona Exteriores al desvelar su equipo de política internacional
Ildefonso Castro, Pablo García-Berdoy y Nicolás Pascual optan a los principales puestos de la diplomacia española
La lista de personas que están trabajando junto al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en las últimas semanas en la preparación del semestre de la presidencia europea, si este último gana las elecciones generales del 23-J, revolucionó este jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores, según ha constatado THE OBJECTIVE en fuentes diplomáticas.
No tanto por los primeros espadas que aparecían en el comunicado enviado por Génova -Ana de Palacio, José Manuel García Margallo, Íñigo Méndez de Vigo y Miguel Arias Cañete-, pues todos ellos son exministros con pocas posibilidades de volver a la primera línea política, sino por los diplomáticos en activo que aparecen de mitad para abajo y que en Exteriores se especula que tendrán importantes responsabilidades políticas si los populares retoman el poder.
Los perfiles que baraja el PP son todos muy similares. Destacan por una carrera diplomática de altos vuelos que les permite examinar y analizar el mundo en un momento en el que las relaciones internacionales tienen un papel destacado para España. Por otro lado, todos ellos comparten vivencias en los gobiernos de José María Aznar, ocupando cargos cercanos al presidente del Gobierno, y luego con Mariano Rajoy.
Detrás de los citados exministros aparece Ramón Gil-Casares, exsecretario de Estado Asuntos Exteriores y exembajador en Estados Unidos, que a principios de agosto llega a la edad de jubilación, que en el caso de los diplomáticos es a los 70 años. Si bien su nombre ha sonado para dirigir el CNI, en su ánimo está echarse a un lado cuando pasen las elecciones. Su entrada hace unos meses en la fundación Reformismo 21 disparó los rumores en torno a su figura, pero no conocía a Feijóo hasta que le llamaron para entrar en este think-tank, por lo que pocos apuestan por él para tener un puesto de responsabilidad a partir del 23-J.
Muchos pretendientes para el puesto de Albares
Quien sí conoce -y mucho- a Feijóo es el ferrolano Ildefonso Castro, quien fuera número dos de Exteriores con Alfonso Dastis y que de 2018 a 2022 estuvo de embajador en Irlanda. El presidente del PP lleva varias semanas diciendo en reuniones privadas que ya tiene en mente cómo será su Ejecutivo, y que buena parte de sus ministros saldrán de consejerías autonómicas -de ahí que el gallego Francisco Conde suene con fuerza para alguna de las carteras económicas- y de entre los secretarios de Estado que estuvieron en la etapa de Mariano Rajoy. En este último grupo encajaría Castro, quien en los últimos meses ha mantenido hilo directo con Feijóo para asesorarle en cuestiones de política exterior.
Las posibilidades de que Ildefonso Castro sea el próximo ministro de Exteriores dependen de si Esteban González Pons aterriza en otro ministerio -Justicia, por ejemplo-. Si el vicesecretario general de los populares acabase al frente de la diplomacia española, entonces el primero tendría muchas papeletas para dirigir el departamento de Internacional en Presidencia del Gobierno como hizo Jorge Moragas durante la etapa de Rajoy.
Este diplomático ya conoce los entresijos diplomáticos de la Moncloa pues estuvo a las órdenes de Moragas durante la primera legislatura de Rajoy. Además, existe otra variable política que se comenta en Exteriores. La eventualidad de que Vox exija esta cartera para Iván Espinosa de los Monteros, por lo que la silla de José Manuel Albares tiene muchos pretendientes.
Los otros diplomáticos en activo que aparecen por detrás de Castro son Pablo García-Berdoy, representante permanente ante la UE tanto con Rajoy como con Sánchez; Nicolás Pascual de la Parte, exembajador ante la OTAN durante el anterior Gobierno del PP; y José María Robles Fraga, exdiputado popular en los noventa quien luego ha sido destinado al frente de embajadas como Rusia, Pakistán y Lituania.
El nombre de García-Berdoy está en boca de muchos diplomáticos desde que en octubre del año pasado fichó por la consultora Llorente y Cuenca (LLYC), donde se puso a trabajar como asesor de un nuevo departamento llamado European Affairs. Al igual que Castro, también conoce en persona al expresidente de la Xunta de Galicia y su currículum europeo es parecido al que llevó a Rajoy a elegir a Dastis, pero muchos de sus compañeros en Exteriores le ven como el próximo secretario de Estado para la UE.
García-Berdoy solo ha estado al frente de embajadas europeas -Alemania, Rumanía y Moldavia-. Su carrera comenzó como consejero en la Embajada de Bonn en 1991 justo antes de la mudanza a Berlín y años más tarde fue director general de Política Exterior para Europa en el equipo de Palacio (2002-2004). En 2009 fundó la filial española del Aspen Institute, donde estuvo al frente hasta 2012.
En cuanto a Nicolás Pascual de la Parte, su perfil se puede decantar hacia el mando de los servicios secretos. Es el actual embajador en misión especial para Ciberseguridad dentro de Exteriores, por lo que conoce la problemática de las amenazas híbridas. Y fue embajador ante la OTAN en la última etapa de Rajoy, así como representante español en el Comité Político y de Seguridad del Consejo de la UE.
También estuvo en el equipo negociador de la cuestión de Gibraltar cuando Aznar convenció a Tony Blair para negociar la cosoberanía del Peñón, por lo que conoce el dossier de la colonia británica en un momento en el que las negociaciones sobre las consecuencias del Brexit en el territorio en disputa se han ralentizado.
Por último, José María Robles Fraga está cerca de la jubilación y opta a una de las grandes embajadas en su último destino como diplomático. Colombiano de nacimiento debido al destino de su padre como embajador en Bogotá, ha sido embajador en Rusia, Pakistán y Lituania, donde dejó el cargo hace un año, en los primeros compases de la invasión rusa de Ucrania.