El PP se enreda en contradicciones en el día de su pacto con Vox en Extremadura
Uno de los puntos de fricción se ha producido en lo relativo a la «violencia machista», que no se ha incluido finalmente
La presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola y el portavoz de Vox en la Asamblea de Extremadura, Ángel Pelayo Gordillo. | Jorge Armestar (Europa Press)
El pacto entre el Partido Popular y Vox suscrito en Extremadura ha puesto fin al pulso inédito que mantenían los dos partidos de la derecha para formar gobierno en esta comunidad y ha obligado a la candidata ‘popular’ María Guardiola a comprometer su palabra y permitir finalmente la entrada de la formación de Santiago Abascal en el Ejecutivo. Pero no se trata de la única contradicción que arroja este acuerdo entre las filas del PP, pues el anuncio ha venido acompañado de una serie de mensajes cruzados entre Génova y la dirección regional que, lejos de aclarar posturas, ha contribuido a incrementar la confusión.
Uno de los puntos de fricción se ha producido en lo relativo a la «violencia machista», un concepto que ha quedado fuera de los acuerdos suscritos entre PP y Vox en otras comunidades, y que la formación de Alberto Núñez Feijóo ha afirmado en un primer momento que sí quedaba incluido de «manera expresa» en el acuerdo de investidura firmado en Extremadura, un punto que ha desmentido posteriormente María Guardiola. «La violencia machista como tal no aparece, lo único que aparece es el rechazo a cualquier discurso machista», ha admitido en rueda de prensa.
En esta comparecencia, la futura presidenta de la Junta ha justificado su giro respecto a la entrada de Vox en el Gobierno -cuando hace apenas diez días se comprometió a que «bajo ningún concepto» lo permitiría– en que anteponía con ello «el interés de los extremeños» a su propia palabra.
En paralelo, el líder ‘popular’, Alberto Núñez Feijóo, ha reivindicado este mismo viernes en otro evento «la política de palabra», porque «sin palabra no hay política», unas declaraciones que ponen en entredicho las explicaciones aportadas por María Guardiola para justificar su cambio de postura. En este acto, organizado por su partido para presentar las propuestas electorales en materia de cultura, Feijóo ha eludido referirse de manera explícita al acuerdo sellado en Extremadura.
Rectificación sobre la reforma laboral
Y, al margen de Extremadura, el PP se ha visto obligado también a rectificar este viernes su posición sobre la reforma laboral aprobada esta última legislatura por el Gobierno de Pedro Sánchez, y al que la formación que en ese momento dirigía Pablo Casado se opuso.
El portavoz de campaña del partido, Borja Sémper, ha considerado que fue «un error» que la antigua dirección de Génova decidiera votar en contra de la reforma laboral. En una entrevista en Antena 3, ha reaccionado así después de que el líder del PP dijese en Bruselas este jueves que «respetará» y no modificará la reforma laboral aprobada en esta legislatura, salvo en algún «ajuste».
Acuerdo rápido para no torcer los planes de Feijóo
Así las cosas, PP y Vox han cerrado en pocos días, como ya había adelantado THE OBJECTIVE, un acuerdo para gobernar en la comunidad extremeña. Se cierra así de una manera rápida, como le había pedido la dirección nacional del PP a la candidata María Guardiola, una crisis que empezaba a afectar a las expectativas electorales del Partido Popular. El pacto, anunciado en un comunicado conjunto este viernes, supone que María Guardiola será la próxima presidenta de la comunidad y Vox ostentará la única Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural.
La dirigente ‘popular’ ha aclarado en su comparecencia que está «por encima de cualquier diferencia ideológica», porque «lo primero es y será siempre Extremadura». Para alcanzar este pacto, Guardiola ha reconocido que ha realizado un «profundo proceso de reflexión» en el que se ha «obligado» a sí misma a ir al «origen» de los motivos por los que se presentó para liderar el PP y su candidatura a la Presidencia de la Junta, y que no era otro que «cambiar la vida de extremeños», según declaraciones recogidas por Europa Press.
Así, ha dicho que comprende que haya «mucha gente decepcionada» con el cambio de postura que permitirá que Vox entre en el Gobierno, pero ha pedido que se le juzgue «como presidenta de la Junta», al tiempo que ha señalado que el cambio de opinión llegó cuando su posición se ha «usado de forma torticera» por quienes quieren «enfrentar» a los ciudadanos.
En este sentido, ha defendido que sus «principios» siguen «intactos», de modo que velará por los «derechos de los extremeños y extremeñas», al mismo tiempo que ha defendido que ello no afectará al entendimiento con Vox en el seno de su partido. «Es preferible que me frustre yo a que se frustre el futuro de Extremadura», ha argumentado la dirigente, quien asegura que el acuerdo suscrito con Vox «va a garantizar que la voz de los extremeños» el pasado 28 de mayo se materialice en «un nuevo gobierno que termine de una vez por todas con las políticas que nos han llevado a últimos puestos» del país.
