Guardiola cede y acuerda un gobierno de coalición con Vox en Extremadura

El Partido Popular y Vox han cerrado en pocos días, como ya había adelantado THE OBJECTIVE, un acuerdo para gobernar en Extremadura. Se cierra así de una manera rápida, como le había pedido la dirección nacional del PP a la candidata María Guardiola, una crisis que empezaba a afectar a las expectativas electorales del Partido Popular. El pacto, anunciado en un comunicado conjunto este viernes, supone que María Guardiola será la próxima presidenta de la comunidad y Vox ostentará la única Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural.

Fuentes del PP se han mostrado este viernes satisfechas por garantizar un cambio de gobierno en Extremadura en uno los feudos tradicionales del PSOE, donde, destacan, obtuvieron los mismos escaños que el candidato socialista, Guillermo Fernández Vara.

Los populares subrayan que el acuerdo de investidura incluye de manera expresa la violencia machista como un problema real que hay que erradicar en la sociedad extremeña y apuntan a que no darán «ni un paso atrás en la defensa de los derechos de las mujeres». Esa es la victoria de Guardiola que, en cambio, pierde la de tratar de no incluir a Vox en su futuro gobierno. En concreto, el PP ha señalado que en un principió ofreció a Vox la presidencia de la Asamblea y un puesto más en la Mesa de la Cámara, mientras que Vox pedía una vicepresidencia y dos consejerías. Finalmente, la solución de compromiso ha consistido en que Guardiola permitirá la entrada de Vox en el gobierno con una única consejería: la de Gestión forestal y Mundo rural.

Este movimiento del PP y Vox supone dinamitar la sesión de investidura del candidato socialista, Guillermo Fernández Vara, prevista para los días 5 y 6 de julio. Este era el plazo que se habían fijado estas dos formaciones políticas para desactivar un debate que los socialistas iban a aprovechar para atacar a Feijóo y poner en evidencia el choque frontal que se produjo entre María Guardiola y Vox.

El acuerdo será firmado por la propia Guardiola y por el portavoz de Vox en la Asamblea extremeña, Ángel Pelayo Gordillo, a las 12.45 horas en el Parlamento regional. Esta comparecencia conjunto cierra la herida abierta, tras las duras críticas de María Guardiola que, en unas polémicas declaraciones, se negó a incorporar a Vox a su gobierno por su negativa a reconocer la violencia machista y sus postulados en políticas LGTBI. El pacto supone una rectificación y un paso atrás, como así le instó la dirección nacional del PP.

Guardiola da marcha atrás

Como ya había informado THE OBJECTIVE, los contactos se reanudaron a principios de semana, después del comunicado de María Guardiola en el que daba un paso atrás y admitía que ahora estaba dispuesta a retomar las conversaciones con Vox. El ambiente de «máxima discreción» ha permitido un resultado final que satisface a las partes. Los barones del PP habían pedido a Feijóo que esta crisis se resolviera cuantos antes.

En el comunicado conjunto, PP y VOX señalan que «han asumido así la responsabilidad de dotar a la región de un gobierno estable y con una hoja de ruta clara para poner fin a las políticas socialistas que han lastrado el desarrollo de Extremadura. Para ello, ambas formaciones han centrado sus esfuerzos en alcanzar los puntos en común y abordar las preocupaciones compartidas por sus votantes y por la mayoría de los extremeños».

Igualmente, subrayan que «el acuerdo programático incluye 60 medidas centradas en garantizar un gobierno del cambio que
reviertan las consecuencias de la inercia política del PSOE en los últimos años. Las medidas acordadas están centradas en las prioridades de las familias extremeñas, y en combatir el paro, la pobreza, la falta de oportunidades y la despoblación. Dichas medidas tendrán repercusión directa en los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma de Extremadura en cada ejercicio.

Un punto de inflexión que ha servido para desbloquear la negociación han sido las dos conversaciones que mantuvieron a lo largo de la semana los presidentes del Partido Popular y Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, respectivamente, en el que ambos pusieron el acento, aunque con matices, en la necesidad de alcanzar mayorías en las regiones donde pueden desbancar a la izquierda. El líder de los populares le reclamó a Abascal proporcionalidad en las exigencias y que los pactos sean proporcionales a la representación obtenida.

El primer gran acuerdo tras la crisis de Extremadura ha sido Baleares, donde Vox ha aceptado no entrar en el gobierno, aunque presidirá el Parlamento regional. Anteriormente, la formación de Abascal pactó con Carlos Mazón aupar a éste a la Presidencia de la Generalitat a cambio de una Vicepresidencia y las consejerías de Justicia, Cultura y Agricultura. Tan solo queda Murcia, donde hay una amenaza de repetición electoral.

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