Muere Constantino Méndez, número dos de Defensa con Carme Chacón
El padre de la actual secretaria de Estado de Comercio estuvo a punto de ocupar el puesto de Margarita Robles en 2018
Constantino Méndez Martínez (Puentecesures, 1950), secretario de Estado de Defensa con Carme Chacón, falleció este domingo por la tarde, según ha informado Llorente y Cuenca, donde trabajaba en la oficina de Seguridad, Defensa y Aeroespacio que la consultora puso en marcha a principios de año dentro de su área de Asuntos Públicos dirigida por Joan Navarro.
Méndez pertenecía al Cuerpo de Titulados Superiores de la Seguridad Social y ha desempeñado numerosos cargos públicos en gobiernos del PSOE. Su primer puesto de importancia fue el de director general del Instituto Social de la Marina (entre 1983 y 1987) y del Instituto Nacional de la Seguridad Social (entre 1987 y 1994). Entre 1993 y 1996 fue diputado por Pontevedra en el Congreso y en 1994 fue nombrado secretario de Estado para la Administración Pública en el último Gobierno de Felipe González.
Con la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2004, fue nombrado delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid. Dimitió de su cargo a mediados de 2006 tras la condena a dos agentes de policía por el llamado caso Bono. Ese año fue nombrado presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios, puesto que desempeñó hasta 2008. En la segunda legislatura de Zapatero fue colocado como número dos en Defensa a las órdenes de Chacón.
Méndez es padre de la actual secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, y tras el éxito de la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy a mediados de 2018 estuvo a punto de ser ministro de Defensa. Su nombre llegó a estar en la mesa del nuevo presidente del Gobierno en la tarde en la que se decidieron las carteras.
Sin embargo, la negativa de Margarita Robles a dirigir Interior si Dolores Delgado se convertía en titular de Justicia llevó a Sánchez a decantarse en el último minuto por Robles para Defensa y a colocar a Fernando Grande-Marlaska en Interior, así que el alto cargo socialista se quedó con la miel en los labios.
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