El PSOE confía en el «apoyo técnico» de tres diputados de Junts para presidir el Congreso
Moncloa baraja una jornada larga y frenética con empates sucesivos entre los candidatos del PP y PSOE
El Gobierno cree que Francina Armengol será este jueves presidenta del Congreso tras la Constitución de las Cortes de la XV Legislatura. Pero la elección no se logrará sin sudar la camiseta. En Moncloa creen que la de este jueves será una nueva jornada larga y frenética y están preparados para todos los escenarios, incluido el más sorprendente, el de un empate. Fuentes gubernamentales anticipan a THE OBJECTIVE que este será el resultado del primer panel de votaciones que arrojarán las nuevas Cortes surgidas del 23-J: un empate a 171 escaños entre PP y PSOE. Los primeros con el apoyo de Vox (33) y UPN (1); los socialistas con el de Sumar (31), ERC (7), EH Bildu (6), PNV (5) y BNG (1).
El Reglamento del Congreso establece la exigencia de la mayoría absoluta en la primera votación para la elección del presidente de la Cámara baja, y de mayoría simple en votaciones sucesivas: «Se repetirá la elección entre los que hayan alcanzado las dos mayores votaciones y resultará elegido el que obtenga más votos». Lo que no aclara el reglamento es que pasa si no hay desempate. Un escenario que sí contempla ele Ejecutivo, que no descarta que «en el peor de los casos, haya un empate que obligue a la Mesa de edad ha actuar de forma interina hasta que haya acuerdo». Se da la casualidad de que la Mesa de edad está integrada únicamente por tres miembros del PSOE: la diputada más veterano, Cristina Narbona (72 años) y los dos más jóvenes, Ada Santana, electa por Las palmas (25 años) y Ferrán Verdejo, secretario de Organización de las Juventudes del PSC (26 años).
En Moncloa creen que la condición monocolor de la Mesa ‘interina’ a la espera del acuerdo en las votaciones beneficiaría al PSOE en el caso extremo de que éste se hiciera de rogar y tuvieran que decidir cómo actuar en caso de que una cascada de votaciones no desigualaran el empate y hubiera que fijar una nueva fecha para las votaciones. Pero éste es, evidentemente, un escenario extremo que el PSOE confía en no ver este jueves en el Congreso. Aunque todo se basa en la confianza y no en la certeza. Los negociadores socialistas y gubernamentales no saben que ocurrirá en esta sesión constitutiva de las Cortes, porque Junts ha querido mantener en vilo su posición hasta el final.
Abstención de Coalición Canaria
Fuentes de Moncloa confirman a THE OBJECTIVE que sí han recibido la confirmación de Coalición Canaria, cuya única diputada podría inclinar la balanza en caso de que Junts se abstuviera. La cúpula de CC ha transmitido al Gobierno de Pedro Sánchez que se abstendrán y no contarán con su apoyo para las votaciones del órgano rector de la cámara, según anticipan fuentes gubernamentales.
Así las cosas, todo el suspense se concentra en Junts y la reunión que mantiene esta formación política dos horas antes de la sesión del Congreso a las 10.00 horas. Ha habido muchas conversaciones por parte del Gobierno, el PSOE, Sumar y el PSC para desencallar esta negociación pero Carles Puigdemont ha vuelto a la primera línea de la política -aunque sea de forma telemática- para recuperar la hegemonía de su partido en el bloque independentistas y tiene que demostrar que es él quien marca ahora la pauta de la nueva investidura de Pedro Sánchez. El Gobierno es consciente de ello, de que Puigdemont les hará sufrir hasta el final, pero no le dará una patada al tablero.
En el Ejecutivo están convencidos de que Junts se desencantará por un «apoyo técnico de tres diputados», aunque sólo uno sería necesario para desempatar en el recuento de las votaciones para la elección de la Mesa, que se harán por llamamiento, en voto secreto y en urna, el trámite más farragoso y extenso de cuantos permite el Reglamento. Habrá tensión, por tanto, y no se descarta nada. Pero la convicción gubernamental es que al final Junts hará un gesto final que permita que se cumplan los augurios de Moncloa: Francina Armengol será presidenta del Congreso este jueves.
Una elección que podría servir de aperitivo para la sesión de investidura de Pedro Sánchez. O no. En el PSOE no descartan que Junts les deje tirados en las votaciones de la Mesa y tengan que buscar «otras alternativas». Según algunos dirigentes, «para Junts sale gratis no hacer presidenta a una del PSOE pero se juegan mucho más siendo responsables de una repetición electoral». Es decir, podrían mandarles un aviso a navegantes con la elección de la Mesa para condicionar la negociación de la investidura y encarecer su precio para hacer presidente a Pedro Sánchez.