Yolanda Díaz avisó a mediados de agosto a Sánchez de que se reuniría con Puigdemont
La lideresa de Sumar anunció a Sánchez su plan de reunirse en persona con Puigdemont tres semanas antes del viaje
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, informó a mediados de agosto al presidente Pedro Sánchez sobre sus intenciones de reunirse en persona con Carles Puigdemont en Bélgica. Díaz comunicó su plan poco antes de que se formaran las Cortes, según explican fuentes conocedoras de la negociación entre Sumar y Junts. Hasta ahora, la versión oficial esgrimida por Sumar y la Moncloa apunta a que la ministra en funciones anunció a Sánchez su traslado un día antes del encuentro en el Parlamento Europeo del pasado 4 de septiembre. Las fuentes consultadas sostienen que el viaje se organizó in extremis, pero añaden que el aviso a Sánchez fue tres semanas antes a esa fecha. En Podemos y otros sectores de Sumar sostienen que Sánchez estuvo al corriente y aprobó todos los movimientos de la vicepresidenta.
Los socialistas quieren echar balones fuera al asegurar que Díaz acudió a Bruselas en nombre de Sumar y no del Gobierno. Dicen desconocer las intenciones de la vicepresidenta hasta las últimas horas del pasado domingo, y muestran incluso malestar por una operación presuntamente orquestada a espaldas de Sánchez. Sin embargo, fuentes conocedoras del encuentro del pasado lunes aseguran que Díaz anunció a Sánchez su planteamiento en la tercera semana de agosto, poco antes de la formación de las Cortes del pasado 17 de agosto. Según las fuentes consultadas, fue justo antes de esa sesión parlamentaria, es decir a mediados de agosto, cuando Díaz avisó a Sánchez, lo que deja entender que el presidente del Gobierno sabía de las intenciones de su vicepresidenta y no la frenó.
El encuentro entre Díaz y Puigdemont ha despertado las críticas de la oposición por el papel de la vicepresidenta en el reconocimiento y sustancial legitimación de un político que se negó a acudir ante los tribunales por los hechos del 1-O. Y esta información pone en tela de juicio la versión oficial esgrimida por los socialistas, que hasta ahora insisten en negar cualquier tipo de colaboración y conocimiento de la operación de Díaz.
Tres semanas antes
Los representantes de Sumar sostienen que fue solo en la noche del pasado domingo cuando Díaz explicó a Sánchez sus intenciones concretas. Pero las fuentes consultadas por este diario admiten que Sánchez supo de sus planes tres semanas antes, aunque sostienen que es cierto que Díaz decidió viajar solo cuando supo que Puigdemont acudiría el lunes 4 de septiembre al Parlamento Europeo.
En Podemos, socios de coalición de Sumar, creen que la operación de Díaz tuvo el visto bueno de Sánchez, y deslizan sus críticas por la «pérdida de autonomía» ante el PSOE. Los morados, además, reprochan a la ministra de Trabajo haber avisado antes a los socialistas que a ellos. Según dicen en el partido de Irene Montero e Ione Belarra, Díaz les comunicó que iba a reunirse con Puigdemont dos horas antes de la cita, es decir, aproximadamente sobre las diez de la mañana del pasado lunes.
Fuentes de Sumar hablan de la existencia un equipo de coordinación interno (se desconoce si participa también Podemos), donde «se debió de comunicar» a los representantes de Más Madrid y Compromís del viaje. Estas fuentes recuerdan, por ejemplo, que Díaz estuvo acompañada solo por Jaume Asens, encargado del acercamiento con los independentistas, pero no de otros dirigentes de los partidos que confluyeron en Sumar, como Sira Rego, considerada la principal eurodiputada de Izquierda Unida. «Pero nadie dijo nada», comentan para sugerir que las demás formaciones de Sumar estaban al tanto del encuentro con Puigdemont. Posiblemente todas menos Podemos, «para evitar filtraciones».
Ganar focos y protagonismo
Díaz y el expresident se reunieron a las 12 del pasado lunes y su charla duró alrededor de tres horas. A su salida, Díaz afirmó que la cita había sido «fructífera». Su portavoz, Ernest Urtasun, miembro de la primera línea de Sumar y también eurodiputado cercano a Ada Colau, mantuvo que es «tiempo de abrir una nueva etapa de diálogo» y agregó que «en Sumar negociamos con transparencia y respeto a la ciudadanía». Si bien el contenido de la reunión sigue siendo secreto, algunas fuentes de Sumar sostienen que el equipo de Díaz se interesó por la oferta del Partido Popular para la investidura, así como por los márgenes reales de Junts para apoyar a Sánchez. Además, trasladaron a Puigdemont la idea de que el presidente en funciones es de fiar y cumplirá sus promesas. Esgrimieron como prueba el indulto a los condenados del 1-O.
Más allá de los pormenores sobre la preparación del viaje, algunas fuentes de Sumar creen que el viaje de Díaz sirvió para presumir de «papel de presidenta». Sostienen que así la ministra ha recuperado «protagonismo» en un momento que había salido de los focos públicos. Sobre la postura del PSOE, hablan de «desacuerdo pactado» y reducen a un «paripé» los ataques y el malestar de la Moncloa. Y añaden: «El PSOE quiere tener las manos libres y a partir de la investidura de Feijóo decir al PP que ahora es su turno». «Este no es su momento de hablar», reafirman para referirse a los socialistas.
Fuentes conocedoras de la negociación entre Díaz y Puigdemont insisten en la tesis de que la ministra de Trabajo concretó su fecha de encuentro con el expresident de la Generalitat in extremis. Y que por eso informó a Sánchez solo en la noche del domingo. Pero aseguran que Díaz había anunciado previamente al socialista su proyecto. «Ni Yolanda presidenta de Sumar ni Yolanda vicepresidenta del Gobierno se va a ver con Puigdemont sin que lo sepa Sánchez», agregan también los sectores más veteranos de Sumar.