Pugna entre PSOE, Podemos y Sumar por el control del Ministerio de Igualdad
Los socialistas quieren recuperar la cartera tras las polémicas suscitadas por Irene Montero
Ilustración de Alejandra Svriz.
Aunque la investidura de Pedro Sánchez aún es sólo una quimera, las distintas fuerzas que componen la izquierda ya han comenzado una lucha soterrada por el control del Ministerio de Igualdad, que es un gabinete estratégico para poder enarbolar durante cuatro años la bandera del feminismo. El PSOE se ha propuesto recuperarlo, pero Sumar pujará por él y Unidas Podemos ha organizado una campaña para insistir en la reelección de Irene Montero como ministra. Una idea que repele tanto a socialistas como a yolandistas.
Los socialistas están preocupados por la pérdida del votante masculino tanto el pasado 28-M como el 23-J, que atribuyen al discurso de «confrontación» que la ministra Montero mantuvo durante toda la pasada legislatura, y que habría generado «rechazo» entre los hombres, pero que también ha enfrentado al PSOE con una parte del movimiento feminista. Ante esta tesitura, Ferraz ha caído en la necesidad de articular un discurso feminista más «integrador» y menos basado en la confrontación, y ya ha comenzado a dar los primeros pasos en este sentido.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE por fuentes socialistas, estos abogan por «tecnocratizar» este gabinete llenándolo «de expertos» que sustituyan a los «activistas» que actualmente lo moran. En este empeño, pretenden acercarse a la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, que aglutina a más de un centenar de colectivos feministas, y al Consejo Nacional de Mujeres y Menores Resilientes de la Violencia de Género, con quien ya han mantenido contactos tímidos.
La presidenta de esta plataforma es Elena del Pilar Ramallo, víctima y experta en violencia de género que suena como titular de la específica Secretaría de Estado contra la violencia machista sobre mujeres y menores. Su intención es reunirse con Pedro Sánchez antes del mes de octubre, cuando se produciría su hipotética investidura, para presentarle una batería de medidas concretas.
La apuesta del PSOE por figuras técnicas y apolíticas, como la que representa Ramallo, fue deslizada por Cristina Narbona en la constitución del Congreso de los Diputados, cuando recalcó la necesidad de «escuchar a los expertos en cada materia», que es una de las críticas -no escuchar a los expertos- que se ha hecho al Ministerio de Igualdad en la redacción de la ley del sólo sí es sí y la ley trans.
Sumar y el Ministerio de Igualdad
Esto supone un problema por dos motivos. El primero, que el Ministerio de Igualdad es la joya de la corona para Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo no dará fácilmente su brazo a torcer, tal y como ha evidenciado estas últimas semanas, en las que se ha posicionado como portavoz oficiosa del Gobierno en materia de feminismo, corriendo a ponerse la primera en el juicio sumario a Luis Rubiales. De hecho, se reunió con la presidenta del sindicato mayoritario del fútbol femenino español, Futpro, que es el que defiende a Jenni Hermoso.
La vicepresidenta comunista también asistió a la concentración convocada en apoyo a Hermoso en la plaza de Callao. Ella y también los portavoces de Sumar, Ernest Urtasun y Marta Lois. En otro lado de la plaza se situaron la ministra Montero y la cúpula de Igualdad en funciones y caída en desgracia.
La lógica dicta que la dirección del Ministerio de Igualdad, en caso de ser conquistado por Yolanda Díaz, podría recaer sobre Elizabeth Duval, que es su portavoz de feminismo, igualdad y derechos LGTBI. Sin embargo, esta filósofa transactivista plantea dudas en el entorno de la vicepresidenta por su carácter «protagonista» e «incontrolable». Sumar ya baraja otros nombres.
El empecinamiento de Irene Montero
El segundo problema, también consecuencia del primero, es que Unidas Podemos ha entrado en campaña para que Irene Montero repita como ministra del ramo. Ella misma ha expresado su voluntad de continuar como responsable del gabinete: «Voy a estar a disposición y creo que es útil lo que hacemos». Una opinión que comparte Pablo Fernández, portavoz de Podemos, que lleva publicando diariamente el siguiente mensaje para ejercer presión: «Irene Montero debería continuar como ministra de Igualdad en esta próxima legislatura».
Es una opinión que no comparten ni PSOE, ni Sumar, ni las víctimas de violencia de género. Estas han denunciado cómo Montero y su equipo «tiran millones de euros en propaganda mientras no tenemos dinero para protección», y han pedido «otras políticas y otras personas al frente de la lucha contra la violencia machista». Los socialistas han tomado nota, pero tendrán enfrente a una dura rival: su socia Yolanda Díaz. Ha empezado la pugna.
