Sánchez no llamará por ahora a Puigdemont: «Hablaré con los grupos parlamentarios»
Bolaños admite que las negociaciones con Junts y ERC son «complejas» y Montero insta a ambos partidos a «virar»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este jueves durante el desfile del Día de la Fiesta Nacional. | Europa Press
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha descartado una conversación con el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont. Al menos, por ahora. En un encuentro informal con periodistas tras la recepción que ofrecen los Reyes en el Palacio Real por la Fiesta Nacional, el líder socialista se ha limitado a decir que, dentro de la ronda de contactos para su investidura, por el momento solo hablará y se reunirá con los «grupos parlamentarios» que le quedan.
En concreto, ante las reiteradas preguntas sobre la posibilidad de que tenga una conversación con Puigdemont, prófugo de la Justicia española en Bruselas, Sánchez ha respondido siempre de la misma forma. «Voy a hablar y a reunirme con los grupos parlamentarios», ha comentado haciendo una clara distinción entre este caso y la llamada telefónica que tuvo este miércoles con el líder de ERC, Oriol Junqueras.
También ha enfatizado en que solo se reunirá con los grupos parlamentarios al ser cuestionado sobre si tiene previsto mantener una charla con el líder de Bildu, Arnaldo Otegi, dentro de la ronda de contactos para su investidura, en la que el apoyo de Junts per Catalunya (el partido de Puigdemont) es clave para que salga adelante. «Me voy a reunir con los grupos parlamentarios», ha querido dejar claro.
Una ronda que finaliza este viernes con reuniones en el Congreso con las portavoces parlamentarias de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, y Junts, Míriam Nogueras, y dentro de la cual mantuvo la mencionada conversación telefónica con Junqueras, poco antes de ver en la Cámara Baja al portavoz de este grupo, Gabriel Rufián. En el caso de la charla con Junqueras, que no es portavoz parlamentario, Sánchez ha dicho que fue una conversación «coherente» porque el PSOE lleva cinco años colaborando con ERC y tiene con este partido «una base de trabajo y de conversación».
Acusa a PP y Vox de alentar los abucheos recibidos
Por otro lado, Sánchez ha acusado a PP y Vox de «alentar» los abucheos recibidos de parte del público en el desfile de la Fiesta Nacional, y ha culpado a ambos partidos de estar «calentando la calle» aunque cree que con ello «el beneficio es para Vox, no para el PP». Al inicio y al final del desfile, Sánchez ha sido objeto de pitadas, abucheos y gritos de «fuera, fuera» y «dimisión» por parte de algunos ciudadanos apostados en los alrededores, que también han coreado frases como «Que te vote Txapote» o «Puigdemont a prisión» coincidiendo con las negociaciones del PSOE con los independentistas catalanes de cara a una posible investidura.
En opinión del líder socialista, lo «grave» no es que los ciudadanos digan este tipo de frases, sino que las digan dirigentes del PP y Vox porque «alientan» al público. Además, ha responsabilizado a ambos partidos de estar «calentando la calle» aunque cree que «el beneficio es para Vox, no para el PP». Y ha dicho que estas dos formaciones tienen un «problema» porque «no aceptan que España es más amplia que lo que ellos demuestran» y más «plural». «Entiendo que es frustrante, pero los símbolos, la bandera, la fiesta nacional somos todos, no solo ellos«, ha añadido.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha admitido que las negociaciones con Junts y ERC están siendo «complejas», aunque con los de Junqueras el intercambio de propuestas está «más normalizado». En este sentido, ha subrayado que el acuerdo para la investidura «es posible, pero difícil». Sobre la fecha de esto último, Bolaños no ha querido dar ningún día en concreto y ha dejado claro que no se puede pedir al PSOE «un milagro» como sería acabar con el «conflicto territorial». Un problema que se arrastra «desde hace años».
Por su parte, la ministra de Hacienda y miembro del equipo negociador del PSOE para la investidura, María Jesús Montero, ha hecho hincapié en que «aún no se ven gestos en los independentistas» y que estos aún tienen que «virar». En su opinión, habrá acuerdo de investidura, aunque ha subrayado a renglón seguido que siempre hay «una pequeña posibilidad» de que no.
Sobre el referéndum de autodeterminación que piden desde Junts y ERC, Montero ha negado que se vaya a pactar y ha hecho hincapié en que la propuesta que haga el PSOE sobre la amnistía será «constitucional». Además, ha apuntado que la principal complicación en las negociaciones con el independentismo sobre la cercanía de las elecciones catalanas, previstas para febrero de 2025, ya que es un factor que genera división entre Junts y ERC.
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