Las posiciones de Sánchez sobre la amnistía y Hamás desatan la alarma en Bruselas
La Comisión Europea, preocupada por la deriva del presidente del Gobierno ante asuntos de tanto calado
La Comisión Europea, con su presidenta, Ursula Von der Leyen, a la cabeza, está cada vez más «molesta» con la deriva del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en temas tan sensibles como la amnistía que negocia con el eurodiputado prófugo Carles Puigdemont o la ausencia de una condena explícita de los ataques terroristas perpetrados por Hamás en Israel. «En Bruselas no se entiende qué está pasando con España», aseguran a THE OBJECTIVE fuentes de la Comisión Europea. El punto de inflexión fue la rueda de prensa en la reciente cumbre de jefes de Gobierno en Granada, en la que Sánchez pronunció por primera vez la palabra «amnistía» en presencia de Von der Leyen y del presidente del Consejo, Charles Michel.
Aunque aparentemente la relación entre Sánchez y Von der Leyen es buena, la situación entre ambos mandatarios se ha ido enfriando, sobre todo por los últimos acontecimientos que se están desarrollando en España y que afectan de lleno a su credibilidad democrática. El desconcierto en las instituciones comunitarias, sobre todo en la Comisión y el Parlamento Europeo, crece cada día. «La Comisión Europea está muy preocupada por lo que está pasando en España, sobre todo porque se quiera aprobar una Ley de Amnistía expresamente para hacer a Sánchez primer ministro», comentan a este periódico fuentes de la Eurocámara.
La amnistía para beneficiar a Puigdemont choca con la estrategia que se ha seguido en Europa en la que los eurodiputados españoles han luchado para retirarle la inmunidad y ahora se encuentran con que a este mismo dirigente político se le quiere amnistiar: «¿En qué situación quedan los eurodiputados españoles?», se preguntan. Por esta situación, en el seno de la Comisión ha «chocado» que Sánchez pronunciara por primera vez la palabra amnistía en la rueda de prensa final de la cumbre europea que se celebró en Granada los pasados días 6 y 7, ante la presencia de Von der Leyen y Michel. Al parecer, la presidenta no tenía conocimiento previo de que Sánchez iba a hablar de este asunto delante de ellos.
«Muy preocupados»
Pero a esta inquietud se ha unido otra polémica: la división en el Gobierno sobre si el ataque de Hamás a Israel fue un atentado terrorista, como considera el PSOE, o no, como sostiene Sumar, con la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz a la cabeza. «Están muy preocupados porque no entienden que la mitad del Gobierno no haya condenado a un grupo de terrorista como Hamás», subrayan. «Es muy fuerte que un Gobierno tan importante como el español no esté firme y que encima España se haya quedado fuera del manifiesto suscrito por los grandes de la UE. ¿Por qué? Porque se ve a España débil».
El hecho de que Sánchez sea el presidente rotatorio de la Unión Europea agrava aún más el aislamiento de España en la condena internacional. Y a ello hay que añadir la posición del Alto Representante de la Política Exterior de la UE, el español Josep Borrell, que ha acusado a Israel de violar el derecho internacional con el bloqueo a Gaza.
Si la relación entre Von der Leyen y Borrell ya estaba tocada, como se puso de manifiesto en la cumbre de Granada por el tema de la inmigración, ahora parece que se ha debilitado aún más por estas declaraciones de Borrell. «La declaración de Borrell ha provocado un gran malestar y eso explica que ahora mantenga una posición más plana ante el conflicto», según fuentes de la Comisión. «No gustaron nada sus declaraciones», ratifican.
Todas estas cuestiones se suman a que España ha «perdido todo el semestre de la presidencia europea» y la imagen ha sido irrelevante con acuerdos de escasa entidad. La convocatoria de las elecciones generales el 23 de julio y la polarización política que aboca al país a no tener un Gobierno que no esté en funciones coincidiendo con esta Presidencia han sido las dos cuestiones que han llevado a Sánchez a dejar en un segundo plano esta oportunidad de hacer valer el peso de España en la Unión Europea.