El Gobierno quiere celebrar la investidura de Sánchez los días 6 y 7 de noviembre
El ala socialista «ya ha planteado ese escenario» al socio minoritario
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere presentarse a la investidura la primera semana de noviembre, concretamente los días 6 y 7 de este mes, según fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE. Tras cerrar el acuerdo entre PSOE y Sumar, el núcleo duro del presidente cuenta con que se pueda celebrar la primera votación de la sesión de investidura el día 7 de noviembre y, en caso de no salir adelante, la segunda votación el día 9 de este mes y así se lo ha trasladado ya al socio minoritario de la coalición.
Preguntados por este calendario, desde Sumar confirman que «Moncloa ya ha planteado su escenario y trabajamos con ese escenario de principios de noviembre», aunque evitan dar fechas concretas. En lo que confían ambas partes de la coalición es que este primer acuerdo entre PSOE y Sumar pueda servir de palanca para ir cerrando «acuerdos en cascada» con el resto de socios del Gobierno a partir de la semana que viene. Moncloa descarta que se puedan cerrar mas acuerdos esta semana con otros socios como PNV o Bildu, ya que el Presidente Sánchez viajará a Bruselas para participar en el Consejo Europeo.
Sea como fuere, el Gobierno transmite optimismo en llegar a un acuerdo con Junts que «está más cerrado de lo que parece» y confía en que la puesta en escena de este martes entre el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para reeditar el gobierno de coalición «motive a Junts» y le fuerce a desbloquear una negociación compleja en la que «no hay ninguna maría, todo es difícil».
Entre los motivos del optimismo gubernamental radica la importancia de haber ganado una semana para cerrar el acuerdo con Sumar. Sánchez y Díaz se habían fijado el mes de octubre para cerrar su acuerdo bilateral y «era importante quitarse de en medio esta semana ya» para poder utilizar el anuncio para presionar al resto de los actores de la negociación. Los ministros negociadores son conscientes de la complejidad de la parte final de las negociaciones porque «se pueden alargar hasta el inifinito».
Pero también añaden que «llevamos desde el mes de agosto y esto puede animar a otros». Motivo por el cual «no vamos a entrar en fechas porque «ellos les interpreta como una forma de presión» que podría descarrilar las negociaciones. «Nos correspondía cerrar ahora a nosotros; el resto tiene que venir en cascada».
Fuentes socialistas también confirman a THE OBJECTIVE que «la cosa ha mejorado desde la semana pasada y avanza», aunque todavía es posible que el acuerdo se frustre en su parte final. Así explican que se aceleren los plazos previstos para la investidura porque «en caso de que vayamos a elecciones, no podemos apurar al final sin margen para poder transitar el relato de que no hemos cedido ante el independentismo».